Capitulo 67

379 23 0
                                    


Dul: -mirándolo sorprendida ya que no esperaba verlo por alli- Ya me voy –agarrando una maleta y sujetando con otra mano una caja-.

Chris: -interponiéndose en el camino- Dulce espera, debemos hablar –tomando sus manos-.

Dul: -soltándose bruscamente- Tu y yo no tenemos nada de que hablar –parpadeando varias veces para que las lágrimas no salieran de sus ojos-.

Chris: Dulce por favor déjame explicarte –mirándola intensamente y acercándose a ella hasta tenerla lo suficientemente cerca- Te amo.

Dul: -reaccionando y apartándose bruscamente de él- No me digas aquello –a los gritos- claro que no lo haces, tu no me amas.

Chris: Si te amo, por favor escúchame.

Dul: -negando con la cabeza mientras se tapaba lo oídos y las lágrimas se deslizaban por su rostro- Me mentiste –mirándolo furiosa- Me mentiste!!

Chris: Dulce puedo explicártelo, por favor escúchame –desesperado- solo serán unos minutos y te juro que luego si quieres puedes marcharte.

Dul: -aflojando un poco mientras no paraba de llorar- No quiero escucharte –en un susurro-no puedo hacerlo.

Chris: -acercándose y acariciándole delicadamente la mejilla- Escúchame por favor –suspirando mientras cerraba los ojos-.

Dul: -mirándolo con un nudo en la garganta- Habla –dando un paso hacia atrás y apoyándose en la pared mientras Christopher comenzaba a hablar-.

Chris: -suspirando- Es verdad, yo te e mentido sobre mi identidad, no soy Christopher Von Uckermann, soy Christopher Alexander Casillas y trabajo para una asociación de investigaciones privadas –Dulce lo miraba atentamente- mas específicamente en investigador privado sobre los casos de asuntos clandestinos en las empresas de alto prestigio.

Dul: Y que tiene que... -pensando un momento- estabas trabajando sobre la empresa Espinosa cierto?

Chris: Si, hemos estado investigando y luego de la muerte del señor Fernando Espinosa aquella empresa tendría que haber ido directamente a la quiebra, no había ingresos, el personal se había reducido y estaba claro que una mujer como Madeleine no podía hacerse cargo de algo tan grande y complejo, por eso nos resulto extraño y comenzamos a trabajar más a fondo en eso.

Dul: -asintiendo mientras más lágrimas caían- Por eso has seducido a Madeleine y luego a mi, solo para descubrir que había detrás de la empresa.

Chris: No Dulce no fue así, si he utilizado a Madeleine para aquél propósito, no voy a negártelo, pero no lo he hecho contigo, yo a ti no te conocía... solo tenía una foto tuya de cuando tenías 10 años! Ni siquiera se me cruzó por la cabeza seducirte... pero aquél día –mirándola a los ojos- el primer día que te vi, me he quedado muy impactado contigo...

Dul: Christopher...

Chris: No, déjame terminar, yo no podía y no quería involucrarte a ti en todo esto, mi jefe me lo advirtió muchísimas veces –cerrando los puños- yo he intentado estar alejado de ti te lo juro, no quería que sufrieras... pero no pude evitar enamorarme de ti.

Dul: No sigas... -llorando-.

Chris: -acercándose a ella y tomando su rostro en sus manos- No podía decirte la verdad Dulce, no podía decirte quien era porque tenía miedo de que te sucediera algo, estaba cansado, asustado y hasta muchas veces e intentado dimitir pero mi jefe me lo prohibió, tengo un contrato.

Dul: -dejando que Chris acariciara su rostro- Podrías haber confiado en mi, yo no iba a decir nada.

Chris: No era cuestión de confiar o no confiar, tu vida estaba en peligro, y todavía lo está. Tu crees que me siento feliz por aquello? Claro que no... yo me enamoré como un estú*pido de ti y por eso te he puesto en un terrible peligro.

Dul: -tomando sus manos y apartándoselas de su rostro- Porque dices aquello? De que peligro hablas?

Chris: -pasándose una mano por el cabello- Porque se ha descubierto en la empresa todo tipo de negociaciones clandestinas, lavado de dinero, chantaje, y hasta drogas de por medio, y por un descuido mío Madeleine ha descubierto todo lo que he hecho y quien soy y no se va a quedar de brazos cruzados.

Dul: Está en prisión?

Chris: No, se ha escapado y creemos que no ha salido del país pero está escondida en algún sitio.

Dul: Yo la he visto.

Chris: Dónde?

Dul: El día que fuimos a cenar y luego al cine, la vi cuando tu fuiste a recoger el carro.

Chris: -asintiendo- Si, recuerdo haberte visto platicando con una señora, era ella? –Dul asintió- Que quería?

Dul: -irónicamente- Advertirme de ti.

Chris: -con una mueca de tristeza mirando hacia abajo- Yo... en verdad lo siento mucho –con los ojos llenos de lágrimas- Te amo Dulce.

Dul: -mirando hacia otro lado- Yo también te amo y no te imaginas cuanto, pero odio que me mientan.

Chris: Por favor –volviendo a sujetar su rostro- Te amo –con una lágrima cayendo- Te juro que haré las cosas bien, no habrán más secretos entre nosotros –rozándole los labios-.

Dul: -suspirando- En 5 días me iré.

Chris: Déjame ir contigo, por favor.

Dul: No.

Chris: Por favor... me has dicho que me amas, en verdad quieres que ambos suframos estando separado cuando podríamos solucionar todo?

Dul: Tu lo dices muy fácil porque no es a ti a quien le mintieron.

Chris: Dulce ya te expliqué porque lo hice. Yo se que no es excusa pero no se que más hacer.

Dul: Nada Chris, ya está todo dicho.

Chris: Veo que no me amas lo suficiente como dices.

Dul: -soltándose de él furiosa- No te atrevas a poner en duda el amor que te tengo porque no tienes ni idea de lo mucho que te amo -llorando- Pero ya no soy una niña estú*pida, quiero por una vez en la vida una vida normal, sin mentiras. Toda mi vida fue un completo infierno y cuando te encontré a ti creí que todo lo que pasé valía la pena, porque el destino lo quiso y te puso en mi camino, pero –tomando aire- de ti no esperaba esto, confiaba en ti como una estú*pida pero ya vez la vida cada día me sorprende más.

Chris: Y no sabes de lo mucho que me arrepiento.

Dul: Tengo que irme.

Chris: Dulce por favor –llorando-.

Dul: -también haciéndolo- Odio todo esto, pero tu lo has decidido así.

Chris: Claro que no! Por Dios Dulce te necesito, quiero que estés conmigo siempre.

Dul: Lo hubieses pensado antes –limpiándose las lágrimas-.

Chris: Es tu última palabra? –Dul asintió- Bien, no puedo obligarte a nada pero ojala que nunca te arrepientas de todo esto.

Dul: No lo haré, adiós Chris.

Chris: Adiós Dulce, suerte –viendo como ella se iba-.

Dul: -saliendo del depa y deslizándose sobre la pared mientras no paraba de llorar- Claro que me arrepentiré –acariciándose delicadamente el vientre-.

El novio de mi madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora