Entre Amor Y Mentiras

¿Vacaciones prenupciales?

Pasé la noche en el baño. Había sido tan cobarde que preferí no salir y evitar totalmente a Maison. Quise convencerme de que lo hacía por odio y rabia, para evitar golpearlo una vez que lo viera, sin embargo no era esa la razón, me escondía porque estaba avergonzada. Avergonzada de que me haya besado, avergonzada de no haber terminado ese tonto beso, y avergonzada por haber huido de aquella forma. ¿Que habrá pensado él?

Me casaría con cualquiera, pero ella nunca. Deberías verla, es tan torpe. Me enferma mirarla

El se estaba burlando de mi, estaba casi segura de eso. No dejaría que sus estúpidos juegos me afectarán, o al menos, no le demostraría que él comenzaba a afectarme de verdad.

Desperté a causa de la alarma y el horrible dolor en la espalda. Incluso había olvidado en qué lugar me encontraba, pero al ser el w.c lo primero que vi, rápidamente me di una idea. Me levanté de mi improvisada cama, hecha con toallas acomodadas en la tina, y me estire. Sentía todo el cuerpo entumido y agarrotado, aun no puedo creer que durmiera en el baño, ¿acaso había hecho algo mal? No, yo no, fue el quien hizo algo malo

Me lavé la cara y los dientes antes de dirigirme a la puerta y abrirla con mucho cuidado. La cama estaba vacía, al igual que el resto de la habitación. De hecho, toda la casa se encontraba en silencio, por lo que no dude en salir. Tomé el teléfono de la meseta antes arrojarme a la cama. Creí que era una alarma lo que había estado sonando, pero se trataba de unos mensajes.

Uno era de la Sra. Meredith, informándome la hora de nuestra cita. Tal vez no habia sido mi mejor jugada, pero ya no podía rechazar a la mujer, tendría que soportar mi vergüenza y hacer esas tontas fotos.

El otro mensaje era de Olive, al parecer todo estaba listo, aunque la mujer decia que no se relajaría hasta que pasará la boda, cosa que me daba igual en lo absoluto. Tambien comento que debíamos organizar la cena de ensayo para esta semana.

Faltaban semanas para la boda y los días parecían correr. Tenia tanto miedo, no queria casarme, no con Maison.

Alejé ese pensamiento de la cabeza y revise el ultimo mensaje. Era de Maison. Dudé un poco antes de abrir el mensaje.

Rebecca, cuando leas esto supongo que ya habras salido de tu encierro. Solo queria informarte que si no quieres regresar a la oficina, no habrá problema, entiendo tu enojo y no haré nada para obligarte a regresar. Disculpa por lo que paso ayer, por todo. Que tengas un lindo día.

Disculpa por lo que paso ayer, por todo

Releí el mensaje como tres veces más, pero no podía descifrar el tono o la intensión con la que lo habia escrito. Por eso odiaba los textos, jamás lograbas descubrir la forma en la que la persona lo escribia, si estaba molesto, triste o feliz, era demasiado complicado. En este momento hubiera preferido que me lo dijera de frente, asi podria saber si estaba molesto o no.

Un suspiro escapó de mi boca y decidí dejar el tema por la paz, suficiente habia tenido la noche anterior. No queria seguir pensando en Maison, no por el momento.

Fui a la cocina y preparé algo para comer. Moría de hambre, la noche anterior no pude comer nada por culpa de Maison. Julia, detente, no pienses en el. Me di ligeros golpes en la cabeza y me concentré e desayunar. Era extraño no tener nada que hacer, asi que me dedique a limpiar el departamento, lo bueno era que se trataba de un lugar pequeño, sino no terminaría nunca.

Después de limpiar, decidí sentarme a escribir. La inspiración llegó mucho mas rápido que el dia anterior, me sentía feliz, mis dedos no dejaban de golpear el teclado. Estuve casi tres horas frente a la computadora escribiendo sin parar, me sentía orgullosa, habia avanzado lo suficiente, antes por el trabajo no lograba avanzar mucho en esto, pero solo hoy habia conseguido escribir tres capítulos más, eso era bueno.