Entre Amor Y Mentiras

Cobarde

No dormí del todo bien esa noche. Soñé con aquella habitación, solo que esta vez no era esos hombres los que me atormentaban, sino Howard. Podía sentir sus golpes tan reales y el miedo. Lo tuve frente a mi con un arma apuntándome en la cabeza y al segundo siguiente estaba vestida de novia frente a Maison. Cuando desperté solo me quedé en la cama hecha bolita. No queria salir de ese cuarto nunca, pero no tenia elección.

--¿puedo pasar?—oí a Olivie desde la puerta. No contesté, asi que no me sorprendió que entrara de todas formas—¿dormiste bien?—preguntó mientras frotaba mi espalda con su mano

--tan bien como se puede dormir después de ser golpeada—estaba molesta y lo único que queria era irme. Debía irme. Debía decirles la verdad y marcharme

--eso pasa cuando haces enojar a tu padre—cerré los ojos y apreté los dientes furiosa ¿Cómo tenia el descaro de decirme eso?—pero dejemos eso atrás. ¿Qué te parece si vamos a desayunar afuera?

--no tengo ganas—me gire y enfrente a la mujer—dile a Lucas que traiga mi desayuno, por favor

--te lo traeré en seguida

--quiero que Lucas lo traiga—la corté a medio camino. Olive se volvió a verme sorprendida y algo molesta—por favor, no quiero pelear ahora

--esta bien—Olive apartó la mirada y dejo la habitación indignada

No queria ser dura ni sonar como una maldita, pero realmente solo me sentía bien con Lucas. No queria estar de malhumor desde muy temprano.

Pasaron varios minutos para que Lucas llegara con mi desayuno. Verlo entrar con una sonrisa basto para que me sintiera mejor. Realmente me gusta estar con Lucas, el era muy amable y divertido, y sobre todo, atento. Me sentía segura con él, pero de igual forma me sentía mal. Lucas era un buen chico y yo le estaba mintiendo. ¿seria buena idea decirle la verdad?

--¿sucede algo?—Lucas inclinó la cabeza y me miró curioso—pareces ida

--solo pensaba—solté con tristeza—Lucas...¿Qué crees que habria pasado si me hubiera muerto?—el chico puso una expresión de espanto cuando termine la pregunta

--¿Por qué preguntas eso?—soltó asustado—todos estarían tristes si algo peor te hubiera sucedido

--¿realmente lo crees? ¿no crees que mis padres solo se preocuparían por haber perdido el acuerdo con los Derricks?

--¿Rebeca que sucede? ¿Por qué preguntas esas cosas?—Lucas sujeto mi rostro con sus manos y me miró con preocupación—tus padres te adoran. Eres su hija, obviamente se preocuparían mucho por ti no por sus negocios—bajé la mirada y sentí el peso de la culpa—Beca, dime que sucede. Me preocupas

El chico buscó mi mirada y eso solo me hacia sentir mas y mas culpable. El no seria asi de amable conmigo sino yo no fuera Rebeca ¿o si? ¿me habrían dejado irme si se enterban que yo no era su hija?

--¿esta Howard en casa?—el chico lucia aún más confundido que antes pero no podía decirle nada hasta hablar con los padres de Rebeca—diles que necesito hablar con ellos

--¿solo tus padres?—asentí y lo vi marcharse. Apenas me dejo sola, sentí mi corazón agitarse

¿Cómo haría esto? ¿Qué diría? Cerré los ojos y comencé a respirar lentamente para tranquilizar mi pulso. No debía pensar en ellos, solo debía decirles y todo se arreglaría. Yo me iría a algún lado y me disculparía por haberles mentido. Todo saldría bien.

La puerta se abrió y por ella entraron Olive y Howard. Mis ojos se encontraron con los del hombre y sentí toda mi tranquilidad huir despavorida. No iba a poder. Jamás podría decirle a ese hombre la verdad. Me mataría si descubría que yo no era su hija, me mandaría a la cárcel o yo que sé. No me dejaría arruinar sus negocios. Cerré los ojos y sentí las lágrimas inundar mis ojos.

--¿Qué sucede Beca? ¿Para qué nos has llamado?—pregunto Olive sentándose en la cama como una madre comprensiva

Abrí los ojos y mire a aquel hombre con miedo. Él no tenía el rostro de un padre. No se movía como un padre. ¿Por qué?

--yo...--¿Por qué no podía hablar? La garganta se me había secado—yo...no...no soy—¿por qué tuve que meterme en este problema? Hubiera preferido morir que tener que decirle a alguien que su hija estaba muerta—no soy...

--¿no eres?—repitió Olive confundida—¿Qué sucede hija?—mire a la mujer y pude ver su preocupación. No podía hacer esto

--yo no he sido muy comprensiva—solté lentamente mientras escondía la mirada como una cobarde—lamento lo que hice ayer pero me ha ganado el pánico

--hija—cerré los ojos y las lágrimas cayeron

--me disculparé con esa familia y aceptaré el compromiso con buena cara—me limpié las lágrimas y levante la mirada con timidez—lo haré por...la familia—Howard infló el pecho satisfecho y sus ojos me miraron con aceptación

--me alegra que lo hayas entendido—asentí y volví a esconder la mirada—esta noche hablaras con la familia Derricks en la cena. Deja de llorar ahora—nuevamente asentí y escuche sus pasos alejarse—Olive, vamos—regalé una mirada rápida a la mujer y la vi aún más preocupada

Mantuve la cabeza baja hasta que oí la puerta cerrarse. Las lágrimas brotaron como cascada mientras sentía mi última oportunidad escaparse. No había podido, había sido una completa cobarde, pero no podía quitarle su hija a esas personas. Fingiría de ahora en adelante. Sería la hija que perdieron y obedecería como ella lo haría.

--¿por qué lloras tanto?—Lucas regresó conmigo y no dude en abrazarle—Becca—aferré mis manos a su traje mientras dejaba mi tristeza escapar por mis ojos. Los brazos de Lucas me abrazaron y agradecí aquel gesto.

Podía hacerlo. Podría vivir otra vida, ser otra. Buscaría la forma de hacerlo bien. Olvidaría a Julia Lewis. Aquella chica ya no existía. Se esfumó con mi familia. Rebeca Hawkins era mi realidad ahora y debía seguirla.