Tomé su espalda y la acaricié suavemente, era una piel suave y sentía choques recorrer mi cuerpo, se agachó y acaricio mi muslo mientras quitaba la pequeña liga de este suavemente, luego se levantó y comenzó a desabrochar mi sostén y acarició mi espalda mientras besaba mi cuello, comenzó a besarme de nuevo, sus besos eran como tocar el cielo, el paraíso y demonios eran una maldita adicción probarlos, poco a poco nos fuimos quitando aquellas piezas de ropa que realmente allí sobraban, me tomó en sus brazos hasta que llegamos a la cama y me depositó sobre ella, los nervios ya no existían, solo quería disfrutar esta noche aunque después estuviéramos como perros y gatos.

Y aunque sé que él no me ama, solo quería sentirme suya y esto quedaría en mi memoria hasta el último día de mi vida, sus manos fueron acariciando mi espalda lentamente, mis muslos y cada centímetro de mi piel se estremecieron, sus besos eran mi droga.

Comenzó a jugar con mi abdomen mientras me miraba atento, sabía que estaba jugando con fuego, pero qué más da, me iba a quemar en el jodido infierno de igual manera, jugo un rato con mi abdomen bajo hasta llegar abajo quitando mis bragas, tome sus manos antes de que él siguiera.

—Espera Alexander —gemí un poco apenada; —soy virgen —mordí mi labio tímidamente mirándolo.

—Ya lo sabía Kay —asintió levemente; —solo déjame seguir —pidió en un hilo, dejando un beso en mis labios.

—Por favor sé cuidadoso —espeté asintiendo.

Sentí la primera embestida bastante suave, ya me había entregado al idiota que ahora era mi esposo, aunque me dolió al principio nuestros cuerpos se habían unido, entré pasión y lujuria, realmente no me arrepentía de nada lo que estaba pasando esta noche.

Sonreí mientras besaba su torso, esta sin duda alguna había sido una de las mejores noches de toda mi vida, las velas de la habitación alumbraban el lugar dándole un toque romántico al ambiente, sentí las manos de Alexander en mi espalda, él acarició está con suavidad, los gemidos salían de mi boca y él solo tapaba esta con una mano mientras con la otra tomaba mi mano empuñándola, tras varios minutos cayó rendido sobre mí, mi cuerpo había sido suyo y no podría ni siquiera arrepentirme nunca de esto porque yo lo había decidido.

Me quedé despierta mientras él se había quedado dormido, sus brazos rodearon mi cintura mientras me apego más a él, su rostro estaba bastante cálido, sus cabellos estaban bastante desordenados y sus labios estaban realmente hinchados, me fui quedando dormida mientras en mi cuerpo recordaba cada beso, cada caricia y cada parte de Alexander y su aroma impregnado en mi piel, me quedé dormida en sus brazos y allí me sentía segura, más que nunca.

La luz del sol alumbró mi rostro haciéndome despertar, recordé lo que había pasado la noche anterior y sonreí levemente, me moví un poco en la cama y el lugar de Alexander estaba vació, se había ido.

Abrí mis ojos y vi que no había ninguna nota o algo que indicara dónde estaba, él había salido y no sabía a donde, decidí levantarme y entrar a ducharme, al salir me apliqué algo de maquillaje, tomé el cepillo de dientes y de cabello para terminar rápido, me puse mi traje de baño junto a un vestido fresco y una vez lista acomodé mis cosas en un bolso, decidir ir a caminar a la playa.

Tomé mi bolso y vi la tarjeta de la habitación sobre la mesa, salí de esta y decidí bajar a desayunar, hice todo lo imposible por no pensar en Alexander, pero se me fue imposible, él se había vuelto dueño de mis sentimientos y mi cuerpo.

Caminé por el pasillo hasta llegar al restaurante, me senté en una silla y una chica se acercó a mí a tomar mi orden amablemente, pedí un par de huevos revueltos con salchicha y jugo de naranja, mientras desayunaba recordé que debía llamar a Aliah y Mía para decirles que el plan había funcionado, estaba nerviosa de cómo iba a reaccionar Alexander hoy cuando me viera, quizás ya no sería aquel hombre frío, déspota y ruin que conocía, tenía en mí una pequeña fe de que él empezaría a enamorarse de mí, aunque fuera una muy leve, ojalá fuera así.

SIEMPRE TUYA ©Where stories live. Discover now