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Decir que un pequeño golpeteo se albergaba en su cabeza era un eufemismo. Más bien se sentía como trillones de martillos estampándose contra su cráneo con tal ferocidad que deseó volver a estar sumida en aquel espantoso sueño. Había soñado, aunque una mejor definición para ese sueño podría ser "pesadilla", con cada maldita hora de tortura que había vivido en su... ¿corta o larga vida? Ya no sabía que año era, cuantos años tenía y mucho menos podría haberlo juzgado por su apariencia. Hacía ya lo que parecía una eternidad que no había visto su reflejo, pero estaba segurísima de que se veía tal cual como se sentía. Miserable. Vacía y rota. Podrían solo haber pasado simplemente unos meses desde que desapareció o fácil unos años. ¿Quién sabría aparte de ellos? La tuvieron cautiva, drogada a mas no poder con sustancias de las que nunca había oído y la mantuvieron ligeramente cuerda solo por diversión. Para que supiera y se diera cuenta de lo que ellos le hacían a su cuerpo, dañando a su paso su mente en un modo de poder controlarla. ¿Tenerla drogada hasta el punto de vivir desmayada mientras ellos abusaban de ella no les parecía suficiente? Claro que no. Ellos se divertían viéndola retorcerse, gemir en agonía y dolor mientras la tocaban y la arruinaban. La querían consciente para que se dieran cuenta de lo que le estaban haciendo y tan drogada para que no pudiera reaccionar contra ellos. ¿Qué clase de humanos eran aquellos, gozando del sufrimiento de otra persona, implementado por sus propias sucias manos?

Jadeó cuando otro martillazo hizo eco en su cerebro a punto de explotar. Sus sentidos poco a poco volvieron a la vida hasta estar ligeramente consciente de su alrededor. El frio que había sentido mientras corría había desaparecido, sustituido por un cálido y acogedor ambiente, con un olor a lavanda tan exquisito que su nariz se sacudió en deleite. Hacía mucho tiempo que no olía algo más que el moho de las paredes de su celda y el pis seco sobre el suelo. Era un alivio poder sentir algo diferente y rico por primera vez en lo que parecían siglos.

Mantuvo sus ojos cerrados, no estando aun preparada para abrirlos. No quería descubrir que el olor a limpio y floral era solo producto de su imaginación y que la textura suave y acolchonada bajo su cuerpo adolorido eran solo proyecciones de su deseo más profundo. Quizá si los abría todo desaparecería y se encontraría de la misma forma en la que vivía con ellos; tendida en el piso con uno de ellos sobre su cuerpo. Así que, en vez de abrirlos, los cerró con fuerza, sus parpados arrugándose por el esfuerzo mientras intentaba sobrellevar el dolor de su cabeza. Pero el sonido chirriante de una puerta la hizo tensar y casi abrirlos por instinto. Pero se contuvo, susurrando una plegaria para que no sean sus captores y fingió seguir dormida, así como muchas veces intentó estando prisionera.

Unos pasos apagados y casi inaudibles se movieron más cerca de ella. Sus vellos se erizaron, su corazón se detuvo y su aliento fue cortado cuando sintió una presencia muy cerca de su inexistente espacio personal. Intentó encogerse, volverse diminuta, pero lo único que logró fue enterrarse más en las cómodas almohadas sosteniendo su cabeza. Apretó su mandíbula cuando algo metálico sonó contra algo que parecía ser de vidrio, pero siguió con los ojos cerrados, entrando cada vez más rápido en un ataque de pánico.

̶            Sé que estás despierta, cielo. – la voz femenina flotando a sus oídos hizo que su corazón tuviera algún tipo de espasmo, pero en el exterior apenas movió un pelo.  Sintió su presencia tan cerca que su piel sensible comenzó a picar y sus dedos se enterraron en las frazadas que la cubrían, no entendiendo aquella emoción que de repente comenzó a sentir, tan diferente al odio y al aborrecimiento, o el miedo, en todo caso. 

Se mantuvo estática, callada, esperando algún movimiento de furia hacia ella por no haber respondido a nada.  Pero nada sucedió, ningún puñetazo o golpe que la dejara aturdida en el suelo, con un ardor intenso que sentiría por el resto de la noche.  Sin embargo, oyó simplemente el deslizamiento de un objeto y sintió el exquisito olor a...

Protégeme {Tate Group Rescue #1} TERMINADAजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें