Llegamos a donde estaban todos, y decidimos dar una vuelta por el pueblo, y luego ir a tomar algo a alguna cafetería. Al principio hablaban todos con todos, pero luego se fueron dispersando y hablando en grupos. Y no. Yo no hablaba ¿Para qué? Tengo bien claro que en cuanto pueda escaparé de este pueblo.
-Irene -me dijo Abbie, que caminaba junto a mi- ¿por qué estás tan callada?
-No, por nada. Me aburro.
-Abu... -rrida. Iba a decir. Pero se calló. Gracias a dios.
-Pues cuenta algo -insistió ella.
-¿Como qué?
-No sé ¿dónde vives?
-Londres.
-Guau -dijo con la boca abierta- yo nunca fui, ¿es bonito?
-Bueno, tampoco es gran cosa. Llevo desde pequeña ahí y no lo encuentro tan grandioso, pero bueno. La gente que va ahí como turista, dice que es lo mejor.
-¿Y molan las tiendas?
-Eso sí, es lo mejor que tiene.
-Jo, quiero ir de compras por allí -yo sonreí. Ella estaba muy entusiasmada.
-Un día te invito a ir de compras.
-¿En serio? -dijo boquiabierta.
-Claro -dije sonriente. Ella empezó a pegar gritos e ir de un lado a otro. Y empezó a anunciar a todos que iba a ir de compras a Londres. Esta chica es bastante hiperactiva, por lo que veo. Nos dejó a Louis y a mí solos en la conversación, porque todos iban a su bola.
-Oye Irene -me dijo.
-¿Qué?
-¿Mañana vas a venir con nosotros? Tenemos pensado ir a la piscina del pueblo.
-No creo.
-¿Por? Seguro que te diviertes.
-Sí, muchísimo. Me divertiré taaaaanto como ahora. -dije en tono sarcástico.
-Venga. No seas una aburrida.
-¿Qué te dije de llamarme aburrida?
-Sosa. Eres una sosa-dijo riéndose, yo, no le encontraba la gracia- venga, anda. Que seguro que te lo pasas bien -yo, le ignoraba y miraba al frente- bueno, si cambias de opinión, sabes donde vivo...
Pasó la tarde y yo estuve como siempre, sin hablar. Solo escuchaba, y en alguna ocasión se me escapaba alguna risa.
Pero nada del otro mundo. Solo deseaba llegar a casa, y dormir. Amo dormir.
Continuará...