XXVII

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-Steve.
-Hey Josh, tanto tiempo, es raro verte por aquí, a menos que necesites algo.
-Precisamente por eso estoy aquí -le dijo sonriendo, sentándose junto a él.
-¿A quién quieres que investigue ahora? ¿Sabes que esto es violar la privacidad de las personas verdad?
-Lo sé, lo sé, pero esta vez no son juegos de adolescentes, es importante.
-De acuerdo, ¿A quién?
-Tessa.
-¿Tu mujer? ¿En serio?
-No confío en ella, en lo que me ha dicho.
-¿Crees que te engañó?
-Creo que... Mintió cuando dijo que me engañó.

-o-o-o-o-

-Aiden.
-No hables Ann.
-¿Por qué estás enojado conmigo?
-Hablaremos cuando lleguemos a casa -pronunció apretando los dientes.
-¿Hice algo mal? Lo siento.
-Solo no hables.
Asintió con la cabeza y siguió caminando detrás de él, ni siquiera iba a su lado.
Tocó el pañuelo en su cuello y se lo quitó, él se enojaría aun más si lo veía.
Lo guardó dentro de su abrigo y continuó su camino.
Su teléfono vibró y al ver de quien era el mensaje se sorprendió ¿Cómo había conseguido su número?
-Camina Ann -le ordenó el rubio al ver que la chica se había detenido.
-L-Lo siento, voy detrás de ti.
-¿Qué mirabas en el celular?
-Solo... Una notificación.
Si no estuviera tan sumido en sus ideas, no le habría creído.
Llegaron a su casa y él se volteó a verla.
-No vendrás más conmigo a la empresa.
-¿Pero por qué? -inquirió confundida.
-¿Lo de ese tipo no te dice nada?
-Solo se acercó a saludarme Aiden.
-¿Lo habías visto antes?
-Yo...
-No me mientas Ann.
Asintió y miró hacia abajo.
-Sí, ya lo había visto antes.
-¿Te referías a él cuándo me preguntaste si podías tener amigos verdad?
-No te enojes conmigo.
Apretó sus puños, ella tenía razón.
Bufó y la tomó del rostro.
-Lo siento.
-¿Por qué te enfadaste?
-Eres mía Ann.
Tomó las manos de él que estaban en sus mejillas y las colocó por su cintura, abrazándose a él luego.
-Soy tuya Aiden, él solo quiso ser amable.
-Lo lamento, estoy... actuando como un imbécil -le dijo abrazándola con fuerza.
Sonrió y frotó suavemente su mejilla contra el pecho de él.
-¿Sentiste celos por mi?
Esperó una respuesta, pero nunca llegó.
Levantó su rostro y él la miró.
-¿Lo estabas verdad? -le dijo sonriendo, divertida.
-Mejor no hables Ann -pronunció antes de bajar su rostro y besarla.
Sonrió contra sus labios y pasó sus manos hacia sus mejillas, acercándola a ella. Sabía que sí, aunque no lo aceptara.

-o-o-o-o-

-J-James -exclamó nerviosa al ver el estado alterado del muchacho.
-¡Él la aleja de mi! ¡¿Quien demonios se cree que es?! -gritó aventando todo lo que estuviera a su alcance.
-James tranquilízate.
-¡Él no entiende que ella será mía! ¡Mía!
-¡Él es su dueño! ¡El que no entiende aquí cual es su posición eres tú!
Soltó lo que tenía en sus manos y se quedó en su lugar, aturdido.
-Me preocupas, no sé porque demonios tienes estos arranques de locura, pero si continuas con ellos, tendrás que irte de mi casa.
-¡Tú no entiendes nada Roxane! ¡Compré esas malditas acciones y no pude hablarle ni un minuto!
-Si logras calmarte, te mostraré algo importante idiota.
Se pasó una mano por su cabello rubio y se giró para observarla.
-¿Qué es?
-¿Ya estás calmado?
-Maldita sea contigo y tus vueltas, sí, ya estoy calmado.
-Vete a la mierdas James, es más, sal de mi casa, no quiero que sigas destruyéndola, y cuando te calmes realmente, vuelve.
Cerró los ojos y respiró varias veces profundo.
-Lo siento Roxie, tienes razón, iré... Por mis pastillas y luego hablaremos calmadamente, como dos adultos.
-Más que ansiolíticos tu necesitas algo para la puta locura que tienes -pronunció en un tono molesto al ver la mayoría de sus jarrones y cuadros destrozados por el suelo.
El muchacho volvió unos diez minutos después, más relajado.
-¿Te sientes bien ya?
-Si, lo siento Roxie.
-¿Seguro no quieres destrozar nada verdad?
-No -le dijo sonriendo-, ya me siento bien.
-James en serio me preocupas. Me preocupan tus cambios de humor tan repentinos.
-Estoy bien, solo fue un momento de enojo.
-Ya también me enojo y no destrozo todo a mi alrededor.
-Somos diferentes.
-Eso es más que obvio.
-En fin ¿Qué ibas a mostrarme?
Le mostró un celular y luego se lo dio a él.
-¿Para qué quiero esto? Yo ya tengo uno, y un modelo mucho más nuevo que este.
Rodó los ojos con fastidio.
-Solo busca en los contactos.
Desbloqueó la pantalla y vio que solo había uno... Uno muy especial.
-Ann -Murmuró incrédulo al ver la foto de la chica.
-De nada -le dijo sonriendo.
-Pero ¿Cómo lo conseguiste?
-Tengo mis trucos cariños -pronunció guiñándole un ojo.
-La llamaré -exclamó a punto de hacerlo, antes de que la rubia se lo quitara de las manos.
-¿Eres idiota James? No, no es una pregunta, es una afirmación. Ella en este momento está con Aiden, si la llamas, él lo descubrirá, y no tengas la menor duda de que sabrá que eres tú.
-¿Entonces para qué me muestras esto?
-He estado hablando con ella por mensaje... Creo que es lo mejor por ahora, y Aiden no lo sabe.

-o-o-o-o-

Tenía que encontrarla, sabía que no había sido sincera, y más que nunca quería hablar con ella ¿Por qué le había mentido?
Entró a su casa apresurado, encontrándose a su madre a los pies de la escalera.
-Hasta que has vuelto hijo, ¿Qué tal si..?
-Ahora no ma, estoy ocupado -le dijo pasando por su lado.
-¿Estás buscando a esa "mujer"?
-Sí, estoy buscando a MI mujer.
-Ella vino y luego se fue.
Se detuvo en el tercer escalón, girándose para verla.
-¿Tessa volvió?
-Claro, busco unas cosas suyas y luego se fue, dijo que no te preocupes.
Negó con la cabeza y suspiró.
-Estás mintiendo ¿Por qué lo haces mamá? ¿Por qué la odias tanto?
-Ella no es buena para ti, es una prostituta, no es humana, solo te buscó para que la sacarás de aquel horrible lugar, por tu dinero.
-Y te guste o no, ella es mi mujer madre, a mi no me importa su pasado. Y si a mi no me importa, mucho menos debería interesarte a ti.
-Josh-
-Si no puedes aceptarla, entonces ya no serás bienvenida en ésta casa.
-¡¿Cómo puedes decir eso Joshep?! ¡Yo soy tu madre!
Sonrió cínico.
-Parir no es ser madre Adelia, hasta los trece años me cuidaron siete niñeras diferentes, tú jamás estabas, tú nunca cumpliste tu rol.
-¡No te permito que me hables de ese modo!
-Y yo que hablas así de Tessa -masculló con rabia-, no la conoces, ni quisiste jamás hacerlo.
-¡Vuelve aquí! -le gritó al ver que comenzaba una vez más a subir las escaleras.
Josh la ignoró, tenía una persona mucho más importante por encontrar. La única mujer que compartió más cosas con él que su propia progenitora.

-o-o-o-o-

-Señora Phoenix, no sabe como nos alegra tenerla aquí -pronunció una joven muchacha de cabello negro hasta los hombros y ojos color avellana.
-Bueno, dije que vendría y aquí estoy -Expresó la castaña con una leve sonrisa.
-¡Claro que sí! Pero no creímos que fuese cierta su propuesta a primera instancia. Creímos que quizás era alguna de broma de muy mal gusto de algún chiquillo.
-Claro que no, mis intenciones fueron muy verdaderas al llamarlos.
-Es fantástico tenerla aquí señora Phoenix, he visto su trabajo ¡Y es realmente fascinante!
-Muchas gracias -expresó en una sonrisa incómoda -, pero preferiría que solo me llamara Tessa.
-Claro Tessa.
-Por cierto, no he traído ninguna carpeta con mi trabajo, como debes imaginarte, aquí quiero hacer algo diferente.
-Pero los modelos que diseñaba para su marca eran bellísimos.
-La marca pernecia a mí... Marido, es por eso que quiero probar algo diferente.
-Oh, ya veo, quiere algo así como independizarse de él.
-Sí, algo así -murmuró.
-Bueno, en SweetHell estamos encantados con la idea de que usted diseñe para nosotros. Todo lo que crea es único y tendencia cuando sale al mercado, más aún, cuando su nombre-
-No, no quiero que usen mi nombre, sé que sería beneficioso para ustedes, pero no quiero que lo usen como promoción.
-¿Por qué no? -inquirió confundida.
-No quiero que me asocien a Joshep cuando vean algo creado por mí ¿Puedes entenderlo?
-Claro que si cariño, ¿Prefieres mantenerte en el anonimato o usar un nombre falso?
-Llámame Alison Schade... Nuevo empleo, nueva vida.
-¿Alison Schade? ¡Me encanta!

...

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