XXIV

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(Oww :'3 bello recuerdo) ❤❤

🎊🎉¡20k de vistas! 🎉🎊 ¡Que lindo! ¡Y mañana cumple un mes! 😍❤😘 ¡Muchas gracias a ustedes!
Y realmente me gustaría hacer otro especial, pero si sigo así... Los lectores de mis demás novelas van a odiarme 😜 jajaj
Hoy termina este especial, mañana hay nuevo cap, siguiendo, nuevamente, con los días de actualización, "lunes, miércoles y viernes"

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-¿Estaba bien Josh?
-No.
-¿Estás molesto con él verdad? ¿Qué hizo?
-Ha bebido hasta embriagarse.
-¿Por qué?
-Ann... Prefiero no hablar en esto momento, es más, ¿Por qué no me dejas un momento a solas? Yo te llamo cuando te necesite.
-Okay -murmuró bajo.
La tomó de la mano y jaló hacia abajo, dándole un corto beso en los labios.
-No salgas de la empresa.
Sonrió.
-No lo haré.
-Bien, ve.
Salió de la oficina de Aiden, no tenía idea en donde pasaría el tiempo o que haría...

-o-o-o-o-

"Estaba desesperado, llorando en el sillón de su casa, tomándose de la cabeza.
-Jamie.
-No quiero hablar con nadie, no quiero ver a nadie, vete.
-James escucha-
-¡¿No entiendes que no quiero ver a nadie?! ¡Largo!
-Debes cambiarte la ropa -le dijo en un tono bajo de voz, acercándose a él.
-No, no quiero -pronunció llorando-, ya no quiero nada, me sacaron todo, ¡Todo!
-Escucha, sé que estás mal, que esto es muy fuerte, pero-
-¡¿Acaso viste su cuerpo?! -le gritó poniéndose de pie-, ¡La cortaron casi por la mitad! ¡Mutilaron a mi Bell! ¿Por qué harían algo así? ¿Por qué? ¿Por qué? -se preguntó una y otra vez, cubriéndose el rostro, sentándose una vez más en el sillón.
-Hay una razón para que le hicieran eso.
-Sí, que son unos malditos hijos de putas, eso es lo que es el humano... Mataron a mi mujer por ser diferente... La destrozaron, Dios.
Apoyó su mano en el hombro del muchacho, no sabía si debía decirle eso en ese momento o no... Pero decírselo luego, solo abriría una vez más la herida.
-A varios metros del lugar donde encontraste a Bell... Hallaron algo más.
-¿Qué cosa? -le inquirió aun con sus manos en su cabeza, sollozando.
-Ella estaba...
Todo a su alrededor se detuvo, en ese momento, nada más careció de valor.
Ya no lloraba de esa forma desesperada, pero las lágrimas seguían descendiendo de sus ojos.
Por eso la habían secuestrado... Por eso la habían asesinado."

Sus manos temblaron mientras se llevaba varias píldoras a la boca. Estaba respirando de forma errática, tenía los ojos rojos por haber estado llorando, al recordar una vez más ese momento.
Roxane le había dicho que se quedara en su casa, pero él se había negado, quedarse encerrado solo empeoraba las cosas.
Cerró los ojos y apoyó su espalda contra la pared, intentando tranquilizarse, inspirando y expeliendo el aire lentamente.
Cuando finalmente su respiración volvió a su ritmo habitual, salió del baño, para luego lavar el rostro.
-James.
Escuchó que alguien lo nombraba luego de salir. Se volteó y se encontró con Ann, si no se hubiera tomado sus píldoras minutos antes, ya la habría apresado en sus brazos.
-Oh Ann ¿Cómo estás? -preguntó acercándose a ella.
-Un poco aburrida, Aiden está ocupado y algo de mal humor, así que... Creo que le molesta que esté con él.
Miró la hora en su reloj de muñeca y luego a ella, sonriéndole.
-Son casi las nueve, supongo que has desayunado ya ¿Verdad?
Asintió con la cabeza.
-Si, pero si quieres, podemos ir por unos bocadillos de todos modos -le ofreció sonriendo.
-Claro que si, andando, ¿Qué te gustaría comer?
-¡Uno de esos deliciosos pastelillos de naranja! -exclamó entusiasmada-, ¡Los adoro!
Sonrió cálidamente al escucharla hablar, Roxane tenía razón, ella era muy transparente, ingenua, cualquiera cosa que le preguntara, se lo contaría.
-¿Asi que te gusta la naranja?
-Me encanta, Aiden siempre compra naranjas para mi.
Y ahí otra vez ese tipo, siempre nombrándolo.
-¿Cuál es tu comida favorita?
-El pollo.
-¿El pollo? -preguntó divertido, creyó que le diría algo dulce.
-Ajam, me gusta el pollo.
-¿Y cómo te gusta?
Lo pensó por un momento, mientras observaba todos los pastelillos de cremas de colores y buscaba el de naranja.
-Mm, me gusta como sea cocinado, al horno, en tarta...
La observó, las dos veces que la había visto, siempre estaba vestida con colores oscuros.
-¿Te gusta el negro?
Le dio una mordida a su postre y negó con la cabeza, sonriendo.
-No mucho, pero Aiden es quien compra mi ropa.
-¿Alguna vez te consulta por algo a ti?
-¿A que te refieres? -le inquirió curiosa.
-Como cuales son tus gustos, a donde te gustaría salir, que te gustaría comer, que es lo quieres hacer, como te sientes, cosas siemples.
Negó con la cabeza y miró el pastelito, girándolo entre sus manos lentamente.
-Aiden... No hace ese tipo de cosas, él tiene una vida ocupada.
-Tú eres parte de su vida ¿No es así?
-Si.
-Viven juntos.
-Si.
-¿Duermen juntos?
-S-Si -murmuró aun con la vista baja.
-Asi que eres su novia...
Soltó el cupcake y negó una vez más... Ella no lo era, él jamás se lo había dicho.
-No.
-¿No lo eres?
-Preferiría no hablar de eso -le dijo en un tono bajo.
-Comprendo, dime Ann ¿Cual es el lugar que más te gusta visitar cuándo sales a pasear?
-No salimos mucho, a Aiden no le gusta.
Apretó sus puños, intentando contener su rabia.
-¿A dónde te gustaría ir?
Levantó la cabeza y lo miró pensativa, para luego sonreír.
-Una heladería.
-¿Una heladería? Allí no venden pollo, creo.
Ella río divertida al escuchar eso y él también sonrió. Había podido sacarle una sonrisa y eso se sentía muy bien, una calidez que hacia mucho no albergaba en su pecho.

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