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Se despertó sintiendo el cálido cuerpo de él contra el suyo, abrazándola.
Se giró en sus brazos y al levantar la cabeza, él la estaba mirando.
—Hola.
Le dio un corto beso en los labios y luego otro en la punta de la nariz.
—Hola Ann.
Sonrió ante aquel gesto, quizás no se lo había dicho, pero se sentía querida, amada, y sobre todo... Suya.
—¿Qué hora es?
—Tarde.
—¿Tarde?
—Sí, quizas más de las doce del medio día.
—¡¿Por qué no me llamaste?! —exclamó alarmada—, no fuiste al trabajo.
—No quería despertarte, además quería quedarme aquí, en la cama contigo —le dijo ajustando su abrazo, acercándola más a su cuerpo.
—Aiden —murmuró apoyando su mejilla contra el pecho de él.
—A menos que quieras ir a trabajar.
—No, no, yo quiero quedarme aquí, contigo.
—Eso imaginé —susurró acariciando su espalda.
—Aiden.
—¿Si?
—Gracias.
—¿Por qué?
—Por hacerme sentir tan feliz.
Sonrió y le dio un beso en la frente.
—Sabes, creo que estás en problemas.
Se separó un poco de él y observó que la miraba con una sonrisa traviesa.
—¿P-Por qué?
—Quiero tenerte de nuevo, y una vez no será suficiente.
Abrió sus ojos sorprendida y sintió su rostro arder al sentir la mano de él descender de su espalda hacia su trasero.
—A-Aiden.
Acercó sus labios a los de ella, rozándolos suavemente.
—¿Tú no quieres? ¿No quieres repetir lo de anoche?
Cerró los ojos al sentir su tibio aliento contra sus labios.
—Si.
—¿Si qué?
—Si quiero.
Acarició su rostro y luego su labio inferior con su pulgar.
—¿Qué quieres?
—Hacerlo... De nuevo.
Hizo un camino de suaves besos de sus labios hacia su oreja derecha.
—¿Si? ¿Suave, lento, fuerte o duro? —susurró divertido.
—N-No me preguntes eso —le dijo avergonzada.
Río bajo y la tomó del rostro.
—Si no me lo dices, no lo haré.
—¡N-No voy a decirte eso! —exclamó apenada.
—Bien, entonces no voy a hacerte nada.
—No juegues conmigo.
—Conozco mejores juegos que te gustarían mucho más Ann.
Miró hacia abajo, sintiendo sus mejillas arder.
—No creí que fueras así.
—Hay mucho que no sabes de mi.
—Ya veo.
—No desvies el tema principal.
—N-No voy a contestar eso.
—¿Recuerdas que dijiste que querías que me fijara en ti?
—Si.
—Toda mi atención está en ti ahora Ann.
Su corazón latió con rapidez al escuchar eso.
—Dijiste que querías complacerme.
—P-Pero no voy a decirte eso.
—Mírame.
—No, no quiero hacerlo.
—¿Por qué no?
—Me incómodas.
—¿Te incomoda mirarme y no pasar toda la noche desnuda en mis brazos?
—Aiden... Por favor.
Suspiró y besó una vez más su frente.
—De acuerdo, vayamos a desayunar, yo tengo hambre ¿Y tú?
—¿Estás enojado?
—No Ann, tengo hambre realmente.
—¿Seguro?
—Si.
—Okay...
Salió de la cama y ella se tapó rápidamente.
—¿Por qué te cubres?
—No... Quiero que me veas.
—Ann, te vi completamente desnuda, no te entiendo.
—No importa.
Tomó una profunda respiración y se dirigió al baño.
—Bien, iré a bañarme, te diría que vinieras, pero se que dirás que no.
—Aiden... Cúbrete por favor.
Sonrió y negó con la cabeza, tomando las sabanas que estaban en el suelo y atándosela en la cintura.

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No había podido dormir, había estado toda la noche pensando que haría, donde se iría ahora.
Tomó la maleta y salió de la habitación, aunque... Nada de eso era de ella realmente. La dejó en la puerta y se dirigió a la cocina.
—¿Josh? —Preguntó insegura al ver al muchacho recostado sobre la mesada.
Se acercó a él, habían varias botellas vacías, y el olor a alcohol que tenía era muy fuerte.
—Josh despierta —le dijo tocándole el hombro.
Él no respondió, estaba completamente dormido.
—No debiste beber de este modo —pronunció en un susurro.
Salió de la cocina y se dirigió a la sala, buscando a algunas de sus empleadas.
—Olivia, ven por favor —la llamó.
La mujer apareció y la observó expectante.
—Josh... está en un estado "delicado" ayúdame a llevarlo a una de las habitaciones de huéspedes.
—Claro señora —expresó siguiéndola por detrás.
Luego de intentarlo más de tres veces, y fallar, tuvieron que buscar al chofer, y no era para menos, el muchacho era muy grande para la dos mujeres.
—Pueden retirarse —les dijo a los dos, quedando sola con el castaño.
Se acercó a cerrar la puerta y lo escuchó quejándose. Rápidamente cerró las cortinas de las ventanas y dejó la habitación a oscuras.
—¿D-Dónde estoy? —preguntó en un tono rasposo, sintiendo la garganta cerca.
—En la habitación de huéspedes, una de ellas.
Intentó girar la cabeza para verla, pero el dolor que sentía era muy grande.
—¿Tessa?
—Si —murmuró.
—Creí que te irías.
—Estaba por hacerlo, pero cuando fui a la cocina, te encontré dormido allí.
Respiró profundo, sintiéndose aliviado.
—Que bueno que no salí.
—¿Por qué bebiste de este modo? ¿Que buscas Josh?
—No te importa, y solo busco poder olvidar para dormir.
—Te estás haciendo daño.
—Cuanta hipocresía para alguien que me ha hecho mierda sin remordimiento alguno.
—Si fuera verdad lo que dices, jamás te lo habría contado.
—La única razón por la que lo hiciste fue porque sentiste lástima de mi al verme tan ilusionado de hacer ese maldito viaje.
—No es verdad, iba a contártelo esa noche, pero tú llegaste tarde.
—Claro.
—Es verdad aunque no lo creas —susurró caminando hacia la puerta.
—Espera... No te vayas aún.
—¿Por qué?
—Necesito hablar contigo, pero no de este modo.
—Está bien.

...

🎊🎉¡Hoy cumplimos un mes!🎉🎊😍❤💞 ¡Que emoción!
Gracias a los que están desde el principio, lo que llegaron después, y los que lean este mensaje en este momento (? Jajaj
Me hace muy feliz poder escribir y compartirlo con ustedes, en serio ❤, mucho más, leer sus comentarios, y creo que eso lo saben, siempre les contesto a todos 😜 jajaj (soy una escritora acosadora 👀 jaja)

¡Muchas gracias hermosos y consentidos lectores de MDC! 😘❤💞

(Ms recuerdos uwu)

Muñecas de compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora