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- ¡Ahora mismo me vas a decir dónde carajos está Leo! –expresé con furia al tiempo que entraba arbitrariamente a la habitación del brasileño.

Neymar me miraba confundido al principio, sin embargo, al cabo de pocos segundos, su expresión cambió por una sarcástica y una sonrisa de medio lado.

- Qué formas son esas de venir a mi habitación a estas horas, y para gritarme... Mañana tenemos partido, ¿lo recuerdas? –dijo el carioca con socarronería, lo que ocasionó que me saliera más de mis casillas.

- ¡No juegues conmigo Neymar! ¡Dime de una vez dónde está Leo!

- ¿Por qué supones que yo sé dónde está?

- ¡¿Cómo que por qué?! ¡Estuviste ayer con él en la consulta!

- Ah, eso... -mencionó restándole importancia- Sólo fui a chequearme una molestia y él estaba allí, fue coincidencia.

- ¡¿También es una coincidencia que Leo esté lesionado, justo ahora cuando no aparece?!

- Así es la vida a veces, Lucho... -expresó Neymar haciéndose el desentendido, mientras yo controlaba mis ganas de partirle la cara.

- ¡No te creo! ¡No te creo nada! –grité, no aguantaba más, esto pareció hacer enojar al brasileño quien empezó a fruncir el ceño al tiempo que se me acercaba con los puños bien apretados a sus costados.

- ¡¿Por qué siempre supones que yo estoy detrás de lo que le pasa Leo?! –espetó con rabia, yo me enojé más, así que también me aproximé hacia él con mis manos en puños.

- ¡Porque siempre estás allí! –volví a gritar, solo que esta vez no estaba pensando- ¡Estuviste allí la última vez que vi a Leo! ¡¿Lo recuerdas?! ¡¿La dichosa discusión?! ¡Estuviste allí cuando se realizaba los exámenes! ¡Y también estuviste allí cuando Leo desapareció a principio de temporada! –esto último sorprendió mucho al moreno.

- ¡¿Qué?! ¡¿De qué carajos estás hablando?! –replicó furioso.

- ¡Al inicio de temporada, estabas con Leo! ¡Hasta le contestaste el teléfono a Masche! –Rayos, no tenía que haber dicho eso... Fui muy estúpido.

En ese momento Neymar dejó la rabia de lado y reinó el silencio en la habitación. El daño estaba hecho y no podía retractarme de lo que acababa de decir, sólo me quedaba observar las reacciones del moreno, las cuales me anonadaron por completo.

Su cara se congeló en una mueca inexpresiva, con los ojos fijos en la pared a mis espaldas pero con enfoque hacia el vacío, como si aquello que acababa de mencionar le hubiese traído algunos recuerdos... ¿Qué clase de recuerdos? Esa era la pregunta.

- Quiero que salgas de aquí ahora mismo Luis... -contestó seriamente, pero sin levantar la voz, sonaba más bien seca, sin alma.

- ¡No hasta que me des respuestas! –bramé, no estaba dispuesto a irme sin nada, no esta vez.

- Si quieres respuestas entonces ve a casa de Leo... –contestó en el mismo tono pero mirándome fijamente a los ojos.

Me quedé callado, helado más bien, la sola mención de la casa de Leo me hacía sentir mal, no por la estructura en sí, sino por otras cosas que estaban allí... Otras personas que vivían allí...

Y lo que es peor, los ojos verdes del brasileño se clavaban en mí, como si leyera cada uno de mis pensamientos. Él sabía que no tenía las pruebas suficientes, y que lo que acababa de hacer era una completa idiotez, que lo único que hacía era ponerlo sobre aviso... Y dejarme en evidencia...

Salí de su cuarto inmediatamente, no tenía nada más que hacer allí, sin duda había sido una jugada bastante mala, demasiado mala diría yo, ni siquiera sé por qué pensaba que estaba haciendo bien al ir a confrontarlo de esa manera.

Ahora debía analizar más cosas: primero, tratar de empezar por otro lugar para obtener respuestas, ir directo al brasileño no es la mejor opción, siempre salgo perdiendo; segundo, aprender a controlarme, no debo sobresaltarme ante la nueva información que voy descubriendo; y tercero... Esa reacción de Neymar. Fue tan extraño, no sabría cómo describirlo, no logro clasificarlo en una categoría: tristeza, indiferencia, rabia, nostalgia... ¡Ni idea! Otro misterio más para la bolsa.

Me voy a mi habitación en completa parsimonia, me asomo por la ventana y observó las calles alumbradas de Dortmund. No me interesa mucho el juego de mañana, sólo quiero que esta tortura se termine de una vez y pueda volver a ver a Leo sano y salvo...

Quizás en este instante el brasileño haya sacado más ventaja sobre mí, pero la próxima vez no será así...

DesaparecidoWhere stories live. Discover now