3

468 44 6
                                    

Esta vez fui el primero en llegar al entrenamiento, había amanecido con una gran energía y quería destacarme, en unos días viajaríamos a Alemania para disputar un partido de Champions frente al Borussia Dormunt, obviamente, esperábamos reivindicarnos de la derrota anterior.

El tiempo fue pasando y mis compañeros llegaban de uno en uno, también el míster, aunque faltaban algunos todavía , incluyendo a Ney y a Leo, me pareció muy inusual la impuntualidad del argentino. Localicé su nombre en mi celular y vi que estaba en línea, así que decidí enviarle un whatsapp, a ver si se dignaba a contestar.

- "Hey Leo, ¿qué tal todo? ¿Vienes al entreno? Supongo que viste los textos de ayer así que hoy vamos salir los tres por un café, ¿qué dices? :)" –lo recibió y de inmediato apareció el doble check azul, por lo menos tenía el alivio de que leía mis mensajes, de inmediato apareció la premisa 'escribiendo', seguido de un texto.

- "No iré, me estoy haciendo unos exámenes." –No entendía, no eran como los típicos mensajes de Lionel, no era fan de los emojis, pero al menos mostraba cierta emotividad con saludos o buenos deseos. Esta vez no, había una frialdad inusual, como si fuese otra persona la que estuviese escribiendo... Una gran curiosidad me invadió de repente por saber el estado de mi mejor amigo.

- "¿Exámenes? ¿Qué exámenes? ¿Te sientes bien amigo? D:" –Otro doble check azul, sólo que está vez la palabra "escribiendo" nunca apareció- "¿Leo? Estoy preocupado, ¿Qué tienes?"-Nada de nuevo, y el "en línea" desapareció, me impacienté, ¡¿por qué carajos no me contesta?!

Seguí enviando mensajes hasta que el asistente de entrenador nos indicó que debíamos abandonar el camerino para trasladarnos a la cancha. Fui el último en salir, sentía enojo porque Leo me ignoraba, no me explicaba por qué actuaba de esa manera conmigo, ¿le habré hecho algo malo?... Se enteró de que...

Mis pensamientos fueron interrumpidos justo cuando iba a cruzar la puerta, un apurado Neymar casi se estrella estrepitosamente conmigo. No obstante no haber existido ninguna colisión, su desacomodado bolso cayó al suelo, desparramando muchas de sus cosas, ambos nos agachamos para recogerlas mientras él no paraba de disculparse. Su actitud era de nerviosismo y agotamiento al mismo tiempo, lo detallé sin que se diera cuenta, tenía unas grandes ojeras y una cara de fatiga, como si, nuevamente, no hubiese dormido en toda la noche. Luego, algo me llamó especialmente la atención.

- Te falta un arete –mencioné señalando a su oreja. Era común que trajera ese tipo de accesorios, en especial esas pequeñas argollas color marrón. Él se tocó su lóbulo para confirmarlo, luego puso una expresión de absoluta sorpresa e intranquilidad.

- Debí olvidarlo con lo apurado que estaba.

Alcé una ceja, o sea, era Neymar, él era un "divo" en cuestiones de apariencia personal y siempre se esforzaba por arreglarse, en especial su adorado cabello, y ahora me está diciendo que simplemente se le olvidó colocarse uno de sus aretes favoritos, no sabía si creerle o no.

Terminamos de ordenar las cosas, esperé que el brasileño dejara su bolso en el casillero y abandonamos los camerinos.

El entrenamiento transcurrió entre un mar de rumores y susurros, todos acerca del mismo sujeto: Leo. La ausencia del argentino por la realización de unos exámenes médicos no era buena señal, para nadie, lo que disparó las alarmas entre los presentes... excepto en una persona.

Miré de reojo a Neymar en la rueda de pases, estaba muy callado, sorprendentemente callado, sin ninguna expresión en el rostro, al contrario de Rafinha, el amigo junto a él, que hablaba con Geri, preocupado por el estado del "10".

Su tranquilidad me abrumaba, sobre todo teniendo en cuenta lo emocional que es el brasileño, no reaccionaba ante ninguno de los cuchicheos que retumbaban sin cesar alrededor, como si su mente estuviese en otra parte pero su cuerpo se hubiese quedado aquí, sólo levantó la cabeza cuando un alarmado Arda Turán, en una conversación con Jordi Alba, vociferó en voz alta:

- ¿Y si a Leo le pasó algo malo?

Se me heló la sangre tan sólo de pensarlo, pero se puso peor cuando me fijé en Neymar. Sus ojos verdes se clavaban fijamente en mí, su semblante era sombrío y sus labios esbozaban una media sonrisa que sólo aumentaba el impacto de su expresión macabra. Esta acción fue tan rápida como perturbadora, ya que en un abrir y cerrar de ojos, volvió a su inercia y pateó el balón hacia mí.

El resto del entreno pasó como una ráfaga por mi cerebro, que sólo se concentraba en lo aterrador y amenazante que significaba ese gesto de Neymar, un gesto malicioso, oscuro y hasta diabólico. Entonces recordé la pelea que Leo y él tuvieron, cuando el carioca tenía aquellos mismos ojos centelleantes, los mismos de ayer cuando me dijo "¿De verdad piensas que sería capaz de hacerle daño a Leo?", los mismos de hoy como reacción a esa frase del turco Turán que parecían ensordecer mi cabeza.

¿Y si de verdad a Messi le había pasado algo malo? La sola pregunta me causaba escalofríos, temo que sea cierto, pero todo parece indicar que, efectivamente, algo le pasa. Lo que es peor para mí, tengo la sospecha de que Neymar está involucrado en esto. No había vuelto a ver al argentino después del conflicto de hace dos noches, no contestaba mis llamadas ni mis mensajes como era habitual, excepto hoy, claro, pero podría jurar sobre mar y tierra que esa persona que me contestó en whatsapp no era Leo Messi, él no era así.

"¿De verdad piensas que sería capaz de hacerle daño a Leo?", se reproducía una y otra vez en mi cabeza, como un molesto timbre que martilleaba mi cerebro, pero eso no era lo que me preocupaba, lo que realmente me inquietaba era que estaba empezando a creerlo, contra toda lógica, contra todo pronóstico, se clavó esa espinita de la duda en mi interior...

Su actitud es extraña, algo trama, algo quiere hacer... O tal vez ya lo hizo...


DesaparecidoWhere stories live. Discover now