38.- Hasta el nuevo amanecer

696 64 22
                                    

Canción: All We Are - One Republic.

***

Querida Annie, escribo esto porque soy incapaz de poder expresar cada uno de mis sentimientos cara a cara. Te seré honesto, jamás me he abierto de esta forma una persona.

Antes que cualquier cosa, quiero confesar mi fascinación con tu nombre real. Un día busqué su significado por Internet y salía que era la gracia. Y bueno, en pocas palabras, la gracia es tener algo especial sin buscarlo, es casi una cualidad natural que ciertos seres tienen. Tu nombre realmente te define, todas tus partes parecen salidas de una bendición natural que siempre has tenido.

Ahora, no sé como empezar, sé que necesitas una respuesta a mi comportamiento pero ¿por qué siento que debo contarte toda mi historia para que me entiendas?

No creo que deba hablar sobre mis padres o hermanas, ellos fueron perfectos en todo el desastre que significa una familia de cinco personas. No podría otorgarles a ellos la razón por cual me comporto de esta forma. Creo que tiene más que ver con mis inicios en todo esto, en la música.

Naturalmente, llegué a Seúl con un montón de miedos y sueños. Era tan solo un niño, de un lugar lejano y con acento particular. Era inocente, tenía toda la energía para lograr mis metas pero estaba solo. No en el sentido físico, mental y emocionalmente me sentía solo. Mi familia no estaba, mis amigos de toda la vida no los podía ver y yo básicamente me convertí en una persona que se aferró a la rutina.

No te diré que he vivido la peor de la historias, creo que he vivido bastante bien y estoy agradecido con cada cosa que he logrado y que la vida me ha dado, pero por pequeños momentos, sé que no es realmente así. Sé que tengo un montón de puertas por abrir, sé que están cerradas y que dentro de ellas podría haber cosas que no quiero ver aún.

Tú abriste más de una puerta, no fue hasta que te conocí que me di cuenta del miedo que tengo de perder a las personas que me importan. Es decir, vi un montón de gente irse, vi a muchos dejar ir sus sueños, dejando ir su futuro por algo que yo estaba logrando, por algo que yo ya tenía. Y yo me sentía tan miserable sin saberlo, sin entenderlo hasta que te conocí. No sabía lo mucho que odiaba lo que está industria le hace a las personas -a mis personas- hasta que te conocí.

Y es que deforma todo, el amor, el dolor, el miedo, la felicidad; el éxito. Comienzas a ver pequeñas partes de todo, de ti mismo, de los demás pero nunca ves la escena completa. Nunca nos sentimos completos, queremos más sin ninguna razón, casi porque el mismo sistema lo crea.

"Si tienes esto serás feliz, si consumes esto serás mejor, si inviertes lograrás...", me permití jugar dentro de esos parámetros porque tenía miedo. Todos jugaban, todos lo veían como algo normal. Sentían que estaba bien reír en un día en que solo querían llorar, pensaban que estaba bien empujar a las personas para estar sobre ellos, y eso me fue consumiendo. Más allá lo artístico o profesional, me fue consumiendo como persona. Y lo odiaba, pero eso no lo supe hasta que te conocí.

Cuando te conocí pensé que no quería volver a jugar ese juego, que podía liberarme porque tú lo estabas. Tú vivías fuera del juego porque eras una víctima y no un jugador. Desde ahí, comencé a pensar en lo equivocados, heridos y cansados que estábamos.

Cuando te conocí, sentí toda una tormenta de emociones. Dolor, miedo, pérdida, desgracia y desesperanza. Literalmente, activaste una tormenta dentro de mi, una que había perdido al entrar en esta industria. Cuando te vi caer, vi a todas las personas que habían caído antes que tú. Cuando lloraste, vi a todas las personas que habían llorado antes que tú. Cuando te vi rendirte, vi a todas las personas que se habían rendido antes que tú. Juro, por Dios, que jamás me había sentido tan devastado como aquella vez en que te vi llorar. Me sentí tan miserable por ti, por mi y por todas las personas que quieren jugar este maldito juego pero que deben resistir los defectos de aquel sistema, que nos arrastra cada vez a ser menos humanos, a pensar y sentir menos. A decir poco y dejar pasar el tiempo.

Ojo del Huracán » Jinyoung «Where stories live. Discover now