CAPÍTULO 2

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UN AÑO DESPUÉS

-

- DO KYUNGSOO-

Resulta que el hecho de que JongIn se mudara a Eclipse no fue tan fácil como creíamos. La parte difícil no era entregar las responsabilidades de su manada sino que era asunto personal puesto que la base de su negocio era Luna de Piedra y cambiarlo a Eclipse era un trabajo duro.

JongIn es el alfa actual de la manada Eclipse y yo soy su Luna aunque nadie me llama así y puesto que JongIn tiene que ir constantemente a Luna de Piedra yo manejo los deberes de Alfa así como lo hice antes.

— Estamos aquí — dijo, salí del coche y entré en nuestra casa. JongIn acababa de llegar de su viaje. Era muy temprano aún y yo me moría de sueño.

Estaba subiendo las escaleras cuando de repente sentí un brazo alrededor de mi cintura. JongIn me acercó a su cuerpo y cerré los ojos.

— Te extrañé — susurró justo al lado de mis oídos y colocó un casto beso en el lugar justo debajo de mi oreja.

Me giré para enfrentarlo sin salir de su abrazo.

— Yo también te extrañé — acepté.

Sonrió y luego bajó la cabeza. Tan pronto como sus labios tocaron los míos, sentí al sueño desaparecer lentamente y al deseo emerger.

Envolví mis brazos alrededor de su cuello y agarré un puño de su pelo. Pronto había un rastro de mi ropa que conducía a nuestra habitación.

Entre suspiros y besos llenos de amor, JongIn me llevó hasta la cama, recostándome sobre la suavidad de las sábanas; sus labios se movían lentos, con calma, sus manos se deslizaban por la curva de mi cintura, bajando hasta mis muslos, subiendo de nuevo a mis caderas, donde metió sus dedos en el dobladillo de mi interior, deslizándolo lentamente fuera de mi cuerpo con mi ayuda.

Después fueron mis manos las que se encargaron de desvestirle, luchando y aferrándome a su boca, no quería que dejara de besarme nunca, amaba sus besos, amaba sus caricias. JongIn para mí era alguien cálido como el sol, con su hermosa piel morena, mostrándose bellos sobre el suelo, sobre mi piel, sobre mi alma, brindándome calor, paz y tranquilidad, calmándome y haciéndome arder al mismo tiempo.

— Suspiras — susurró besando mi cuello y tirando del lóbulo de mi oreja con sus labios.

—Imposible no hacerlo, te extrañé tanto  —murmuré abrazándolo con fuerza; ambos estábamos desnudos sobre la cama. 

—Te robo el aliento entonces — sonreí.

— No sólo eso — musité. Él me miró y besó mi mejilla.

— ¿Qué más?—  preguntó besando mi mentón, bajando a mi garganta y luego regresando a mis labios.

 —Mi... mi corazón — le dije con dificultad; sus dedos se asieron con firmeza contra la piel de mi cuerpo.

 —¿Es mío?  —inquirió deslizando sus labios por debajo de mi cuello, jugando hasta llegar a mi ombligo.

 —Yo soy tuyo.

— Y me encargaré de que siga siendo así - lo miré y él me miró, diciéndome con la mirada lo que sentía por mí.

Sonrió de lado y volvió a subir hasta mi cuello. Eché la cabeza hacia atrás y cerré mis ojos mientras mis manos lo tocaban, se deslizaban por sus fuertes brazos, por su espalda, por su nuca, cada parte de él que estuviera a mi alcance toqué y besé, aunque mi parte favorita era su cuello, me fascinó besarle ahí y ver como su piel se erizaba, como su cuerpo se tensaba y se presionaba más contra el mío, dejándome sentir lo excitado que estaba.

█ Hijo de la Luna  [Kaisoo] █ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora