Capítulo 18

222 23 0
                                    

En aquel tiempo aprendí muchas cosas y otras cambiaron.

Al menos estuve lista para cuando Tania necesitó de nuestro apoyo, era momento de cumplir con mi papel de amiga y ayudarle a través de mi experiencia a superar su gran pérdida. Quizá había mucha diferencia entre ambos casos, no era lo mismo perder a una madre que perder a un novio, más en algo debía ayudar mi consuelo.

Junto a Luisa le demostramos que podía contar con nosotras en las buenas, en las malas y por siempre. Fueron días grises y nublados para nuestro grupo de mejores amigas sin embargo nos mantuvimos unidas e hicimos lo imposible por sostenernos y no dejar caer a ninguna de las tres.

Tania fue muy fuerte incluso más de lo que yo esperaba y admiraba en ella el hecho de quebrarse y llorar sin parar hasta quedar completamente seca, pero cuando terminaba era como si algo en su interior la despertara porque en ese instante se ponía de pie y caminaba hacia adelante sin volver atrás y eso me alegraba porque aunque sus pasos eran lentos también eran firmes y nada podía hacerla retroceder. Ella fue aquella niña divertida que le inyectó alegría y felicidad a nuestro equipo pues las pijamadas con ella siempre fueron diferentes a lo que Luisa y yo estábamos acostumbradas.

Una noche reímos como tres locas incontrolables intentando encontrar un look adecuado para cada una de nosotras y al día siguiente fuimos al salón para transformar nuestras apariencias. Recuerdo que Tania pidió que le cortarán su cabello hasta el hombro casi muero de un ataque; ella era quien más largo lo tenía, pero debíamos aceptar su radical cambio que a ser verdad le iba muy bien, con su cabello negro azulado y su tono de piel blanca se veía como una chica sexi y mala, pero su interior era todo lo contrario; bueno lo de sexi era muy real lo de mala ni un poco ya que era la persona más noble que había conocido, incluso mucho más que Luisa.

Luisa lo cortó un poco y lo tiñó de un tono chocolate bastante oscuro, su cabello negro lacio siempre fue uno de mis favoritos, sin embargo su cambio le asentaba muy bien con su tono de piel trigueña, lucia realmente hermosa.

Yo simplemente pedí que me cortarán todas las partes maltratadas, estaba consiente que quedaría bastante corto pero no quería deshacerme de mis ondas ni de mi color marrón. Opté por un flequillo de lado y un poco de color borgoña en las puntas para resaltar el color canela de mi tez.

Sin duda fui quien más cambios sufrió, pero me gustaba la vida que había vivido y no me quejaba de nada.

Éramos un hermoso grupo de tres y a ser verdad no necesitábamos a nadie más para sentirnos completamente felices y afortunadas. Luisa y yo nos habíamos dado cuenta que una persona como Tania era lo que le faltaba a nuestra amistad para poder darle ese toque de sabor que nos envolvía desde que ella se nos había unido.

 Luisa y yo nos habíamos dado cuenta que una persona como Tania era lo que le faltaba a nuestra amistad para poder darle ese toque de sabor que nos envolvía desde que ella se nos había unido

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Besos AzucaradosWhere stories live. Discover now