bubble tea; o. sehun [en edición]

11

Haneul despertó con el sol que iluminaba la Ciudad de Shibuya como cada mañana durante el verano. La habitación de Yong Haneul era color crema, adornada con distintos posters de dramas y grupos de kpop. En una esquina había una repisa llena de discos y algunas otras cosas. Tenía un escritorio, su computadora y algunos libros abiertos con palabras subrayadas sobre estos.
La joven de cabellos rubios desteñidos vivía con su papá en un pequeño apartamento cerca de la estación de subterráneo.
Ese día, Haneul se había despertado feliz, relajada y con ganas de que la mañana transcurriera. Ese sería el primer día del concierto de EXO en Tokyo y ella estaba muy emocionada porque volvería a ver a Sehun. Su boleto no era hasta adelante, pero era en un lugar donde tendría a los chicos algo cerca y podría ver a Sehun con facilidad. Había cambiado las pilas de su Lightstick y escogió una sudadera con el logo del grupo, así como unos pantalones y unos zapatos deportivos.
Salió de casa y camino directo a la estación de trenes, mientras caminaba, Haneul le avisaba a una amiga suya que ya iba de camino, iba distraída con el teléfono en mano y su Lightstick en la otra mano.
Camino sin ver a la esquina de la calle y se detuvo a escasos centímetros de la línea de seguridad. Haneul estaba tan metida en su teléfono que no noto a una persona que iba corriendo con la esperanza de cruzar la calle a tiempo. Un hombre mayor, con un maletín y traje corrió hacia la calle logrando cruzarla con éxito, pero no tomó en cuenta que había empujado a Haneul y ella al creer que seguía sobre la acera no presto atención hasta que el sonido de un automóvil la saco de sus pensamientos y solo le dio tiempo de voltear.
Haneul cerró los ojos, pensó en Sehun y todas las cosas que había hecho con él desde que empezó a ir a Big bobba. Recordó las veces que salieron a altas horas de la noche y los tés que compartían juntos. Pensó en él y sonrío al recordar el beso que se dieron, se sentía feliz porque por fin lo vería.
Haneul abrió los ojos, vio a un hombre con el rostro lleno de preocupación y noto que no estaba en su habitación, asustada, se sentó en la cama y señaló al hombre frente a ella. Estaba asustada y no sabía dónde estaba.

-¿Quién es usted?- fue lo único que pudo decir antes de que un hombre con bata entrará en la habitación.