POR SIEMPRE A TU LADO - DRACO MALFOY

VENTURUS EST RETRORSUM NON FACILE, ETIAM CUM AD EUM LOCUM UBI ESSET BEATUS

Se me queda viendo un momento y pone sus manitas en mis cachetes, y suspira y ve directo a los ojos y dice:

-       Mami – me reprocho mi bebé- has estado llorando, y no se le polque pelo no te peocupes Tolo se lesolvela, pelo si fue alguien tú dime y lo acuSo con mi papi - dijo aun mirándome a la cara haciendo así que sacara un par de lágrimas, demonios no debería ser débil frente a mi hijo, ante el debería ser fuerte, por otro lado, me hizo recordar a Draco cuando estábamos en Hogwarts y después de insultar a alguien ya no aguantaba y los acusaba con su papá, jaja todo un clásico.

-       No mi vida, todo está bien- digo besando su cabecita. - ahora vamos a comer.

-       Y si me das de esas cosas de color café que te gustan tanto y que mi tío te da siempre que estás triste. Y te pones súper feliz.

-       ¿Quieres si chocolate? – le pregunte aun sabiendo la respuesta.

-       ¡Si ame cocholate! – grito con felicidad.

-       Solo si comes tus verduras – le prometo.

-       No – responde en un susurro.

-       ¿Cómo de que no? – le pregunto cómo toda mamá molesta.

-       ¡No! – grito riendo.

-       ¿Te tendré que obligar? – le pregunte.

-       No, porque soy un Malfoy y a un Malfoy jamás se doblega, siempre hacen lo que un Malfoy diga.

-       Si, si lo que tú digas- dije cargándolo y llevándolo a la Cocina, donde se encontraba la nana de los niños dándoles de comer.

-       Hola buenas tardes – salude a la nana – me quiero disculpar por el mal comportamiento de mi hijo – le dije a la señora de edad avanzada.

-       No se preocupe señora, es común que los niños no se sientan cómodos con personas que no conocen – respondió la señora- ¿Gusta acompañarnos a cocinar galletas?

-       ¿Te gustaría cocinar galletas? – pregunte a mi hijo.

-       ¿Pelo que eso no lo hace Niko? – me pregunta él.

-       Sí, pero hoy lo podemos hacer nosotros.

-       Anda Scorpius ayúdanos, Amanda hace unas galletas de corazón muy bonitas – responde Chris el hijo mayor de mi hermano.

-       Si primo, podemos hacer estlettas y colazones – responde la pequeña Amanda, aunque es un par de años más grande que mi hijo.

-       Está bien – responde mi hijo.

-       Entonces, ¿Qué esperamos? – comenta Sahara sacando los ingredientes y la receta para las galletas.

-       Muy bien, manos a la obra le digo a los niños.

-       ¿Qué porciones usaremos? – pregunta Sahara.

-       Necesitamos 2 huevos, 2 ½ de harina lo que también es 350g, 1 cucharadita de esencia de vainilla,1 cucharadita de polvos para ornear, 100 g de mantequilla y 1 taza de azúcar lo que también son 200g.

-       Muy bien, responde Sahara con los ingredientes listos.

-       ¿Ahola que se hace mami? – me preguntó.

-       Necesitamos mezclar la mantequilla con azúcar, haber lávense las manos para que no ayuden – les dije a los niños pues los pondríamos a hacer lo más fácil a ellos. – Ahora que ya tiene las manos limpias, Amanda mezclara la azúcar y la mantequilla.

-       ¿Y yo? – pregunto Chris.

-       Ahora hay que ponerle los huevos que están en el tazón – le digo mientras la señora Sahara le pasa el reciente con los huevos.

-       Ahora hay que poner la vainilla – dice la nana mientras ella les ayuda a los niños.

-       ¿Y yo mami? – me pregunto Scorpius.

-       Necesitamos amasar la masa cariño, eso lo aremos los grandes – le dije.

La señora Sahara y yo nos repartimos la masa para comenzar a amasarla a mano, según ella ese era el toque especial que tenían las galletas y no amasarlos con batidora eléctrica, cuando la masa estuvo lista le cernimos el polvo para hornear después la repartimos en varias bolitas y las metimos a la nevera por una hora.

Mientras esperamos nos pusimos a jugar con los niños, pues mi hermano y cuñada se encontraban trabajando ahora por eso los niños eran cuidados por una nana, bueno la señora es la vecina de mi hermano y como no hace ya nada les ayuda con los niños.

-       ¿Tía ya paso el tiempo? – me pregunta Chris.

-       Déjame ver nene – le dije mientras me fijaba en el reloj.

-       Yo cleo que si mami – me dice Scorpius.

-       Que listo mi bebé, ya paso el tiempo que debemos esperan, anden a lavarse las manos para poder hacer las galletas – les dije a los niños que corrieron a hacerlo.

-       Eres muy buena con los niños, ¿No has pensado tener más? – me pregunto Sahara.

-       Por algún tiempo lo hice, pero ahora no estoy muy segura – le respondí.

-       ¿Problemas matrimoniales? – me pregunta ella – mira niña yo estuve casada durante más de 30 años y te puedo asegurar que durante ese tiempo planee más de 10 beses un homicidio, pero al final me di cuenta que amaba a mi víctima y que a su forma él también me amaba a mí, si me permites te aconsejare que hables con él y después tomes una decisión.

-       Es que no es fácil, muchas veces eh pensado que debo regresar, pero otras veces recuerdo lo que paso y sinceramente tengo miedo y mucha desconfianza a que lo vuelva a hacer, si lo vuelve a hacer créame ni Voldemort va a ser tan vengativo como lo seré yo – le digo a la pobre anciana.

-       ¿Quién mi niña? - pregunto ella.

-       Olvídelo, es un chiste extranjero – le digo.

-       Ah está bien, solo piensa en lo que te eh dicho.

-       Pero gracias por su consejo lo tendré muy en cuenta eso téngalo por seguro.

-       Eso espero y más por el pequeño que tienes.

-       Eso es lo peor, porque sé que amo a su padre, pero también me amo a mi.

-       Y lo que me dices es lo más importante, porque recuerda algo hija podrás amar a un hombre, pero sobre todas las cosas te amaras a ti.

-       ¡Vamos nana! Ya quiero hacer las galletas – nos apresuró Chris.

-       ¡Si mami!

Seguimos a los niños hasta la cocina donde estaban esperándonos para preparar las galletas, volvimos a masar la masa para poder extenderla y que los niños puedan hacer las figuras que ellos quieran, mi pequeño Dragón estaba muy emocionado mientras cortaba la masa con los moldes de figuras. Después las colocamos sobre papel enserado y directo al horno por 15 minutos a una temperatura de 180 grados.

En cuanto estuvieron las galletas la nana de los niños saco la comida con los vegetales y allí entendí que las galletas solo eran un medio para que los niños comieran los vegetales, coloque a mi hijo sobre mis piernas y aunque no quiso terminamos pelean para que comiera, pero al final termino haciendo lo, allí aprendió que a una mujer no se le gana en una discusión menos si es tu madre. Te callas y obedeces lo que diga.