Photograph (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔

Capítulo 18: Momento incómodo

Narras tú...

Llegamos de nuevo a Napa Valley, y ahora estoy ocupada viendo el rollo de mi cámara.

Suspiré profundamente al ver unas 20 fotografías de Camila durmiendo y todas desde ángulos diferentes. Recordé que ella ahora conoce uno de mis más grandes secretos y me sentí frustrada.

Decidí ir a dar una vuelta en skate así que lo agarré, tomé mi gorra y salí al condado. En el camino decidí ir al supermercado y comprar un paquete de snacks, pero en el camino me encontré con cierta pitufina en problemas.

-¿Necesitas ayuda? _pregunté con una pequeña sonrisa.

-No gracias, yo puedo sola. _contestó volviendo a saltar para atrapar una lata de salchichas.

Mientras Camila intentaba atrapar esa lata, yo me reía silenciosamente de ella, cuando decidí que a la pobre le dolería los pies de tanto saltar atrapé la lata y se la extendí.

-Toma Pitufa, dudo que con tantos saltos logres crecer. _dije burlona pero ella frunciendo el ceño se negó en aceptar la lata.

-Ya te dije que no gracias, puedo sola.

-¿Y cómo lo harás? _me crucé de brazos guardando aún la lata.

Camila miró por todos lados y después su mirada se dirigió a una escalera oxidada que estaba en la entrada.

-Vamos... ¿No pensarás usar eso? _la muy descarada solo me ignoró y trajo la escalera torpemente. -Cabello, eso está oxidado, te puedes caer.

Haciendo caso omiso subió en la escalera y atrapó una lata.

-Te vas a caer.

-Cierra el pico.

-Te vas a caer.

-Que lo cierres te dije.

-Te vas a caer.

-¡Callate!

Giró sobre sus talones y la escalera se desestabilizó logrando que casi cayera, digo "casi" porque antes de hacerlo la atrapé recibiendo como premio un golpe con una lata en el costado izquierdo de mi cabeza.

-¡Auch! _me quejé dejando sana y salva a la pitufina en el suelo.

-¿Estás bien? _quitó mi mano del golpe y me miró preocupada. -¡Dios! Tienes sangre allí.

-¡Vaya! Ahora no volveré a ver las salchichas del mismo modo. _comenté tocando el golpe.

-Ven acá, déjame llevarte con el señor Dawson. _me tomó la mano y me dirigió a la oficina del señor Dawson.

Tocó la puerta dos veces y después apareció el señor Dawson con cara de dormido.

-Señor Dawson, ¿tiene un botiquín? Aquí la muy imbécil se dió un golpe. _abrí mi boca indignada. ¡Fué ella la que me golpeó!

-Si, aquí tengo uno. Tómense su tiempo. _nos dejó el botiquín en su escritorio y salió hacia directo a una de las cajas.

Camila me sentó y con un algodón cubierto de alcohol intentó acercarse a mi golpe.

-¡Alejate! _la esquivé levantando mis manos estilo ninja.

-______ si no te dejas se te infectará y será peor. _volvió a acercarse pero yo volví a esquivarla.

-No tendría de que preocuparme si tú no hubieras sido tan orgullosa y hubieras aceptado la lata. _le encaré cruzándome de brazos.

-Me cansé. _se levantó de su asiento y se sentó en mi regazo quedando muy cerca de mi rostro.