LXIV. Explicaciones & Problemas III

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G E O R G E   F L Y N N  


  —Hermano, si no sobrevivimos a esta...Quiero que sepas que—Michael me interrumpió en medio de la frase.a

—No digas eso, Hermano. Me harás llorar como gay.

Sonreí—Solo quiero que sepas que seguramente me acosté con tu madre—palmeé su espalda suavemente, ya que dolía por los latigazos.

Ambos reímos—Cuando salgamos de esta, recuérdame invitarte a un McDonald's—agregó Michael al final.

Asentí—Deberíamos salir de aquí, ¿no crees?—pregunté.

Michael bufó—No lo había pensado—replicó sarcásticamente.

Rodé los ojos—Mira, yo soy un prodigioso hijo de Némesis condenado por desafiar al mismísimo Ares, lo que significa que soy un magnifico espadachín y luchador cuerpo a cuerpo. He vivido muchos años y he aprendido y visto distintas técnicas de lucha. Tenemos oportunidad, ¿no crees?.

Michael entrecerró los ojos—¡Y por qué no lo dijiste antes! Hemos pasado semanas de sufrimiento, y lo dices ahora. Qué inteligente—ironizó mientras rodaba los ojos—Yo soy hijo de Fobos, pero siempre fui el más débil en el Campamento Mestizo, nadie me prestaba atención y escapé. Herencia de padre—bromeó—No creo ser mucha ayuda—suspiró.

Me senté al lado de él—¿Débil? Has aguantado todo este sufrimiento con un prodigio, no todos tienen el honor de soportar esto junto al playboy más sexy del planeta, ¿sabes?—bromeé.

Michael carcajeó.

 —Supongo que tienes razón. ¿Pero cual es el plan, viejo?—preguntó curioso el hijo del miedo.

—Verás... Tienes el poder de enseñar la peor pesadilla como Fobos, ¿no?.

Michael parpadeó varias veces—No está perfeccionado, a penas puedo lograrlo. Soy un pésimo espadachín, y creo que Fobos le gustará saber que su único hijo salió a él.

Respiré hondo—¡Hermes! Baja tu hermoso trasero de Dios y ayúdanos.—grité.—¡Me debes un gran favor desde hace más de un siglo! ¡Ya es hora de que lo cobre!—suspiré.

Michael tembló—¿Qué tienes en mente?—cuestionó arqueando una ceja.

Sonreí ladeadaménte—Eso ya lo ver—

  —Y yo creía que te habías olvidado. Qué lástima—guiñé un ojo al dios.

—Hablemos de negocios, Hermes.

La cara de Hermes mostraba curiosidad y una pícara sonrisa en su rostro.

—Sigo sin ser gay, hermoso—me burlé.

El dios carcajeó—Tienes suerte de que me hiciste varios favores en el pasado, sino, estarías sufriendo, Flynn.


N I C K   T H O M A S


Había entrado a la cabaña de Hipnos en busca de mi amigo, Liam. Necesito hablar con él para que convenza a la cabaña Hipnos a entrenar, necesitamos toda la ayuda posible y, son poderosos.

Toqué la puerta, exactamente diez veces y en la número once, un somnoliento Clovis apareció bostezando—¿Nick Myres? ¿Qué te trae aquí?—se tambaleó ligeramente bostezando.

Princesa de Las Sombras (Nico Di Angelo) ||Completado||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora