Princesa de Las Sombras (Nico Di Angelo) ||Completado||

XIX. Imposible.

K A Y L A D I A N G E L O

Nico no quiso decir nada por unos segundos, solo se dedicaba a observar mi cara y mis labios. Negué alguna parte nerviosa de mí, ya que quise parecer en control—¿Qué-e-e haces?—le costó decir.

Me gustaba saber que no era la única nerviosa aquí. Con una fuerza que salió dentro de mi conteste—Nada—rocé su nariz contra la mía.

N I C O D I A N G E L O

De alguna manera me gustaba estar en esa posición. Solo podía admirar sus rosados labios y sus ojos verdes dignos de un rey. Tuve una idea descabellada en mi mente la cuál nunca pensé llevar a cabo—Y si...—murmuré.

—¿Y si te beso ahora mismo?...¿Qué harías?—completó mi frase.

Gracias a los dioses no terminé.

No pensé ninguna respuesta, ya que me concentraba en su pregunta—No sé...¿Y si vemos que pasaría?—juré por el río Estigio que aquellas palabras fueron obra de Afrodita.

Kay sonrió complacida por mi respuesta-Mhmm...—ronroneó—Me gusta cómo suena eso—murmuró contra mis labios. Pero aún no era un beso, y en mi mayor momento de debilidad, se marchó en un viaje de niebla dejándome con un corto beso en mis labios y unas ganas de ahorcarla en ese mismo instante. Gruñí. ¿Cómo pudo haberme dejado con las ganas?...Esa...

K A Y D I A N G E L O

Con mucha energía y emoción solté varias risitas al tocar mis labios y recordar el sabor de  los labios del hijo de Hades. Aún no podía creer que me le había besado, ¡Y qué él quería más! Tuve que admitir que me gustaba mucho pensar  y pensar en ello, y por aquella razón había dado un pequeño grito mientras saltaba encima  de mi cama. Cerré los ojos recordando todo lo que me ha pasado;cómo me enamoré de George Flyin;el cambio de nombre a Di Angelo;Mitchell Ryans..

¿Michael? —¿Cómo estará ese pelirrojo?—susurré curiosa a la nada.

Hacía tanto tiempo que no le veo. Prácticamente 6 meses, cuando él se fue a otro instituto.

Abrí mis ojos al escuchar la puerta abriéndose, por unos momentos pensé que se trataba de un furioso Nico, pero me equivocaba y mucho—Imposible...

Pero tristemente lo era. En un momento exactamente tan oportuno—Oh...Si que lo es, nena.

—¡MITCHIE!—salté de la cama y corrí hacia él y le abrazé, con lágrimas, a pesar de todo él había mi primero novio hace 2 años. Habíamos durado aproximadamente 1 año cuando yo vivía en Nueva York en ese momento, él se había ido a Londres—Sabes..Pensaba en tí hace un rato.

—¿Enserio?—susurró contra mi pelo—Eso es increíble...-

Me separé de él—¿Qué es?

—He muerto—soltó así mismo cómo si nada-.

No quería que fuera verdad—Imposible—[is lágrimas bajaban cual cascada—No puedes estar muerto, Mitchie...Íbamos a casarnos y tener 30 pikacus y 2 Kaylas—intenté bromear al recordar viejos tiempos. ¿Cómo es posible estar tan feliz y estar de bajón ahora?—¿Jake lo sabe?—pregunté.

Él negó con su cabeza—Llegué aquí cuando morí... No me di cuenta de que había muerto hasta que vi mi cuerpo...—explicó—Y bueno, tampoco esperaba encontrarte aquí.

Era tiempo de hacer mi trabajo—Soy Kayla Jhonnes, hija de Hécate, diosa de la magia, la niebla y la oscuridad. Soy La Princesa de Las Sombras, Mitchell Jackson Ryans, tienes 2 opciones, ir al reino de Hades y juzgarte allí o quedarte a servirme hasta que yo elija que debas irte—hablé mirando al suelo. Y al acabar me encontré con sus ojos los cuáles se veían sorpresa y temor.