"Volvámonos a dónde todo comenzó, nos convertimos de extraños a amigos cercanos"
La vida de Lottie Dulac cambia cuando se muda a Beacon Hills, ella y su familia son por decir de alguna manera especiales, pero su vida cambia completamente cuando se h...
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Realizar una mudanza no es lo más divertido que existe en el mundo pero mis padres no me dieron otra opción porque desde hace meses que están planeando esta mudanza a un pueblo en California, el cuál por cierto nunca había escuchado en mi vida, no es exactamente qué no quiera ir, sino el simple hecho de tener que guardar mis cosas en cajas para ir a nuestra nueva casa a miles de kilómetros de aquí es demasiado trabajo, pero de alguna manera creo que este cambio puede ser una nueva oportunidad para mí ya que realmente aquí en Nueva York no he sentido que realmente pertenezco aquí, me gustaba vivir en Brighton y tenía mis amigos pero aquí dado que voy a una preparatoria privada no es lo mismo, la mayoría no te brinda su amistad sino es porque sabe que tu familia tiene un buen estatus económico y la verdad es que a mí me da igual, tal vez sea por la manera en que me educaron. Mis primeros años de vida las pase en la casa de campo de mi abuela a las afueras de la ciudad de Brighton, mi mamá trabajaba en un hospital en Londres y mi papá viajaba bastante así que me dejaban con ella para que me cuidará, ella me enseñó a leer, historia, otras lenguas e incluso me daba clases de modales y de algunas actividades artísticas, vivir ahí era como si el tiempo se hubiera detenido porque me sentía una pequeña princesa en su castillo, pero cuando después de cumplir 5 años mis padres decidieron que era hora de ir a la escuela, técnicamente sólo había perdido un año pero ese año no es obligatorio por lo que entre al primer año, comencé a socializar más pero antes de entrar al año siete tuvimos que mudarnos a Nueva York ya que le ofrecieron un mejor trabajo a mi mamá en un hospital aquí y ahora nos volvemos a mudar según mis padres es por el trabajo de mi papá el cual nunca he sabido exactamente en qué consiste, pero considerando que somos una especie de familia especial supongo que su trabajo igual. Ahora solo esperaba que Beacon Hills sea un lugar especial para mí.
"Lottie espero que ya hayas terminado de empacar lo que se va a ir en el camión de mudanzas" dijo mi mamá desde la puerta de mi habitación con una pequeña sonrisa y su intento de tono amenazador, pero no importa cuánto lo intente mi mamá su voz es demasiado suave, tal vez sea porque es mi mamá pero es parecida a la de mi abuela, ese tipo de voz suave.
"Técnicamente si, solo me falta meter esto en las cajas que restan" le respondí de manera inocente, ella sólo negó con su cabeza sonriendo y se acercó a mí.
"Que te parece si te ayudo para terminar esto más rápido, así podemos descansar un poco" sugirió mi mamá y yo solo asentí con la cabeza, así que le hice un espacio en el piso alfombrado de mi habitación y así comenzar con la tarea de guardar mis cosas en las cajas.
Mi mamá y yo somos parecidas en muchos aspectos comenzando con la mayoría de mis rasgos y el color de mi cabello el cual es un rubio oscuro, a veces parece castaño y otras se ve bastante rubio, pero algo que claramente no herede fueron sus ojos ya que tanto mi papá como mi mamá tienen ojos azules y yo los tengo verdes pero a veces por la luz parecen mieles o color chocolate, mi mamá dice que mis ojos son hazel. Mi mamá es especial para mí, siempre sabe las palabras correctas para cada momento ella me conoce tan bien que no puedo ocultarle nada y sin contar su habilidad de estar pendiente de mí y estar en los momentos especiales a pesar de que es una doctora, sin importar nada siempre soy la prioridad de mis padres, algo que de alguna manera lo entiendo. Cuando terminamos de empacar todas las cajas comenzamos a bajarlas a la sala donde se encontraban el resto de las cajas de la mudanza.
