001

5.8K 209 3
                                    

CAPÍTULO UNO — LA FIESTA DE MARCOS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.






CAPÍTULO UNO — LA FIESTA DE MARCOS

Ciudad de La Plata, Buenos Aires.

Diciembre 2013.










― Estás seguro de que no queres que te acompañe? ― Pregunté después de besar los labios de mi novio.

―  No amor, tranquila. ― Contestó sonriente. ― Te veo a la noche, cuando termine el partido vengo para acá.

Solamente asentí a lo que él me dijo y vi como salía por la puerta del departamento que compartimos hace algunos años. Hace dos días que volvió de Rusia, únicamente por vacaciones y siento que no lo estoy pudiendo disfrutar como me gustaría.

Marcos y yo nos conocemos desde muy chicos, ambos crecimos en la misma ciudad. Lo acompañé durante su carrera en la reserva de Estudiantes de La Plata hasta el día de hoy. Por elección propia no lo acompañé a Rusia, cuando el equipo donde juga lo compró hace unos largos meses, aunque deseaba con todas mis fuerzas irme con él, tenía muchas cosas por resolver.

Con Marcos en la cancha, decidí ir a ver el clásico a la casa de los Rojo, mi segunda familia. La cámara lo muestra y no puedo evitar suspirar. Las miradas de Mica y Sol, las hermanas de mi novio, se posan en mi en cuanto menciono lo lindo que está.

El partido terminó y fue con un triunfo del pincha por 2-1. Saludo a toda la familia de Marcos y salgo rumbo al departamento que compartimos en el centro de La Plata. El camino a mi casa se me hace tranquilo, en menos de quince minutos estoy en el estacionamiento de mi edificio.

La espera me desespera. Llevo más de dos horas esperando que venga Marcos y no me da señales de vida. Otra llamada que va al buzón. El pecho se me estruja al pensar que quizás puede estar con otra, pero rápidamente el pensamiento se me esfuma al recibir una llamada de mi mejor amiga, Victoria.

― Vos y yo, mano a mano en Hemisferio, por favor. ― Me rogó mi mejor amiga detrás de la línea.

― A quien queres ir a ver?

― No importa a quien, veni porfa. ― Insiste mi amiga

― Bueno dale, venite en media hora.

― Que fácil de convencer sos, te amo ― No me da tiempo de reaccionar que ya corto la llamada.

Aunque mis ganas de salir son menos mil, sé que esto me va a distraer del hecho de que Marcos todavía no llegó a casa. Opte por ponerme un vestido apretado negro y unos zapatos altos del mismo color, mientras me maquillaba sonó el timbre indicándome que mi mejor amiga estaba abajo. Miré mi celular y no hay ninguna novedad de mi novio, lo volví a llamar y de nuevo saltó el contestador. Siendo la una de la madrugada, nos dirigimos hacia hemisferio, un boliche conocido de la ciudad. Para ser sábado a la noche esta demasiado lleno, Vicu consiguió las pulseras vip y fuimos al reservado. Estamos, sin yo saberlo, en la fiesta del triunfo de Estudiantes de La Plata, a la cual no fui invitada por mi pareja.

― Ay Cami, viniste. Marcos nos dijo que no venías. ― Habló Andrea, la mujer de Andújar. Y con esto me refiero a que no fui invitada, ni mucho menos informada.

― Hola Andre, al final cambié de opinión y vine con Vicu. ― Le sonreí abrazándola. Somos amigas del club desde hace unos años.

― Si mi memoria no me falla, lo vi a Marcos por allá. ― Me hizo una seña con la mano y le agradecí. Mi mejor amiga desapareció con Leandro Desabato, por lo que me puse a buscar a mi novio.

El vip de este boliche es demasiado largo. Cuando logré divisarlo con la mirada, veo una imagen que me destruyó el corazón en mil pedazos. El amor de mi vida tiene en sus piernas a una chica, totalmente desconocida por mi. Ella le rodeó los hombros y el su cintura, se están divirtiendo y yo lo estaba esperando, como una boluda, en nuestro departamento. Una mano tocó mi espalda y me giré para encontrarme con Juan Manuel Díaz Martínez, ex compañero de Marcos. Mis ojos están aguados, no puedo reaccionar y él se me acerca.

― Cami, estás bien? ― Casi que gritó, la música está muy fuerte.

― Como queres que esté? ― Contesté conteniendo como pude mis lagrimas y le señalé la imagen que me sigue torturando.

 La primera reacción Juan Manuel fue abrazarme fuerte  y yo me desmoroné completamente en sus brazos. En cuanto él se separa de nuestro abrazo, algunos jugadores del plantel, que rodeaban la mesa de Marcos, se giraron para verme. Todos me miran sorprendidos ante mi presencia. Marcos cae en cuanta de que todos están mirando a alguien y es donde mi mirada se encuentra con la suya. No le doy tiempo a reaccionar ya que mi mejor amiga me agarró del brazo y me tiró para donde estaba ella.

― Amiga, reacciona por favor. ― Habla Vicu, sacándome del boliche.

― Lo estaba esperando en casa. ― Hablé y acto seguido, se me escapan las lagrimas que tanto guardé . Victoria me abraza y yo rompí en llanto en la puerta del boliche.

― Amor. ― Su voz me duele pero más me duele que tenga la caradurez que tiene en llamarme "amor".

― Ándate Marcos, sos un pelotudo con todas las letras. ― Habló Victoria, llevándome a su auto, dejando a Marcos parado en donde estábamos nosotras.

— Espera Vicu, déjame hablar con ella. — Espetó Marcos y yo no emití palabra alguna, no me sale nada.

— No te das cuenta que no quiere hablar, Marcos? — Mi mejor amiga esta tan enojada que temo que no responda de sus actos. — Juan, porfa, llévatelo de acá

Le hace seña a nuestro amigo y el asiente tomando a Marcos por los hombros. Vicu me abre la puerta de su auto y entre en el secándome las lágrimas. La decepción que tengo en estos momentos me parte en dos. El trayecto a la casa de mi mejor amiga es totalmente silencioso y le agradezco, lo que menos quiero es escuchar a alguien.

La noche va a ser larga y mi corazón decepcionado lo sabe.
















La noche va a ser larga y mi corazón decepcionado lo sabe

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

©️ b0netto' stories

SEGUNDO LUGAR ──── marcos rojoWhere stories live. Discover now