Capitulo VIII Marca.

8 1 0
                                    

Al melodioso canto de los serafines y la noche que no parecía que se fuera, Baphomet y yo luchamos como bestias por solo un objetivo... Lilian.

─ *zas* *clink*─ sonaba mi espada contra las garras de él.

El intentaba llegar a donde estaba Lilian pero se lo impedía dándole fuertes torbellinos con mis alas. Claro está, cuando yo también intentaba ir a donde Lilian, me agarraba de los pies para tirarme al suelo.

Ana y Katanya estaban inconscientes de todo lo que pasaba, por eso las deje en una lugar seguro antes de luchar para no hacerles algún otro daño.

─ Yah... ah... ¿te rindes bestia? ─ le preguntaba agotada.

─ Eso nunca. ─ dijo sonriendo.

"Oh Dios padre, haz oír tu potente voz, y haz ver el descenso de tu brazo, con llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo" ─ recite. De la nada un trueno impacto mi espada dándole un poderoso y bello fuego.

─  ¡Con esto soy mucho más fuerte! Seguro que esto lo cortara a la mitad.  ─ me decía a mí misma. Contraatacaba dando fuertes cortadas al cuerpo pero aun así, la regeneración de él era demasiado rápida además, si seguía así dando estocadas, cortes, punzadas, etc. Me cansaría más rápido y perdería la apuesta.

─ ¡Por supuesto! Esto es lo que él quiere...─ dándome cuenta de la situación, el ni yo dejábamos que tocáramos o alcanzáramos a Lian. Lo único que hacia él era hacerme gastar mi energía y cuando menos lo piense tomar mi guardia baja y robarme a mi niña.

Nuestra pelea ha sido tan larga que ya había perdido la noción del tiempo aun así no dejaría de pelear por mi niña y si, ahora reconozco que la llamo así. Todo esto me ha hecho pensar sobre ella, aquel ser tan puro e inocente, esa niña... ¡yo haré todo lo posible para que tenga un buen futuro!

Horas transcurrían y yo aún seguía luchando, Lilian lloraba en aquella burbuja en la que estaba encerrada. ─ Seguro tendrá hambre...─ me decía. Mí pulverizado cuerpo no daba más y notaba que Baphomet tampoco podía hacer mucho. No faltaba mucho para que alguno de los dos diera el golpe final.

─ Espada... ahhh...─ exhale. ─ Padre sé que me vez desde arriba así que te pido que me des el jaque mate de esto. ─ susurré.

─ ¡Baphomet! ¡Ya no más trampas, este será el golpe final de este encuentro! ¡Prepárate demonio! ─ le exclame. ─ ¡Tú también! ¡Maldito ángel! ─ vocifero.

Preparados ambos...─ ¡Cuando cuente hasta 3 saldremos disparados a donde esta Lian y el que llegue primero se tendrá que rendir! ─ El me respondió. ─ ¡De acuerdo! ¡Que el más rápido llegue!

Decididos los dos, conté hasta tres...─ ¡1! ─ Tenía miedo de que algo le pasara a Lian después de esto. ─ ¡2! ─ Una corazonada me decía que iba hacer algo sucio ese maldito. ─ ¡3! ─ dicho esto, despegamos como un rayo.

Volaba lo más rápido posible y como dije antes, Baphomet me lanzaba pequeñas esquirlas que se enterraron en mi cuerpo. ─ ¡guh! ─ gemía, aun así no importaba el dolor seguía volando. Estaba hecha pedazos pero por unas pequeñas púas no me iba a detener.

Unos milímetros me faltaban para alcanzarla, estire mi mano lo más que pude y por fin logre llegar. ¡Por fin la alcancé!

La burbuja que la protegió se fue desapareciendo dejándome a Lilian expuesta, mis manos se enrollaron en ella y por fin pude descansar de mi delirio. Del suelo, unas manos horripilantes tomaron a Baphomet por completo llevándolo abajo declarando así, el fin de todo esto.

─ ¡NOOO! ─ decía el demonio mientras se iba más abajo y yo... no podía estar más feliz.

Un apocalipsis tuve que soportar pero al final el arcoíris y las nubes blancas con ese cielo celeste, me declaraban la paz a mi ser y a todos... pero más a mí.

Baje al suelo con mi niña en mis manos, ella seguía sonriendo como siempre, yo la miraba con ternura como siempre; me dirigía a donde estaban Ana y Kat para sanarlas con las pocas energías que tenía pero...

Cuando todo supuestamente estaba claro para mí, en instantes se oscureció. Me paralice por completo y por ende solté a Lilian sin querer. Manos oscuras me rodearon y tomaron a Lilian dejándola en el aire y lo peor, enfrente de mi cara viendo todo.

─ ¿Pensaste que no me iría sin dejar un recuerdo? ─ dijo Baphomet. Sus manos se deslizaron por Lilian llegando al ombligo y apretándola de tal manera que la hizo balar de un dolor inimaginable.

─ ¡NOO! ¡¡¡DEJALA BASTARDO!!! ─ gritaba de cólera pero no me hacía caso.

─ Algún día esta niña será tan poderosa que alcanzara y matara al mismísimo Dios, recuerda mis palabras ángel Crey...

Se fue de vuelta a su agujero y todo volvió a brillar como si una lluvia repentina hubiese llegado e ido, dejando el cielo despejado.

Mire a Lilian antes de tocarla y en su ombligo tenía una marca que nombraban las siglas de 7 demonios los cuales, cada uno de ellos se les reconocía con un pecado capital que los representaba.

No podía creer que todo lo que había hecho para evitar que ella tuviera esa marca se hubiese borrado como si nada, yo ya me canse de todo y me dije a mi misma entre dientes. ─ Uno no puedo detener lo inevitable...─ tome a mi niña y le empecé a calmar el dolor que tenía en su pequeño ombligo quemado.

Me fui a recoger a Ana y a Katanya. El lugar quedo árido y ya no era nada bueno el vivir ahí así que me fui del lugar tele transportándome de nuevo a Eileen.

Llegue a las puestas del palacio de Celestia y de inmediato llegaron unos guardias a socorrer a mis compañeras y a mí.

─ ¿¡Qué fue lo que les paso!? ─ dijo Celestia angustiada de nuestro estado.

─ Después te explico todo pero para ese entonces te lo diré cuando Ana y kat estén bien, les diré algo muy importante así que por favor ¿me dejarías ir a mi cuarto?

─ ¡Claro que no! ¡Mírate como estas! Tus ropas están llenas de sangre coagulada y tus vestiduras están rotas ¡no te dejare ir al cuarto en ese estado! ─ me regaño Celestia.

─ En verdad necesito estar a solas con Lian un momento. ─ la mire a la cara con seriedad.

─... ahh, está bien pero después vendrás a que te revise un medico ¿de acuerdo? Y... ¿Qué es lo que vas a hacer con ella?

─ Después te diré. ─ Y sin más me fui a mi cuarto.

Una vez allí, hice un círculo de protección con una tiza que había por ahí, coloque a Lilian dentro y empecé a rezar para ocultar su marca.

"Dios padre, cubre a mi familia y a mis posesionescon la sangre de Jesús. Que el fuego de Dios rodee y proteja la vida de todadestrucción. Que los ángeles del Señor acampen alrededor y protejan a mi amada niña Lilian." ─ Y así dije. Pude esconder su marca para quenadie fuera de mí, Ana, Katanya o Celestia conociera de su maldición.

Nissho Hikari no Densetsu [¡PAUSADO!]Where stories live. Discover now