Capítulo VI. Sucesos...

11 1 0
                                    

Empezando el día con alegría deje de preguntarme por Katanya. Lilian durmió toda la noche sin hacer un solo ruido. Solo hiso unos pequeños lloriqueos en la mañana ya que tenía de hambre de nuevo.

Hace tiempo en el cielo, observaba a las madres darle de comer a los bebés por medio del seno. Pero desafortunadamente yo no podia generar ni una gota de leche. No sabía qué hacer y empecé a alterarme. Cargando a Lilian entre mis brazos ella instintivamente llevo su pequeña boca a uno de mis senos. Viendo eso le grite.

─ ¿¡Que estas haciendo Lilian!? ─ dije avergonzada y sin querer la aparte de mí bruscamente.

─ ¡WAHHHHH! ¡BUAAA! ─ lloriqueaba Lilian. Tratando de tranquilizarla un poco empecé a menearla y hablarle muy suavecito.

─ Está bien, está bien. Te daré de mamar un poco y veras que no tengo nada. ─ dije a la pequeña inocente. Baje un poco mi vestido con pena mostrándole mi seno.

Mi cara estaba ruborizada mientras la veía. Ella mamaba con fuerza pero era inútil, sin embargó, su perseverancia por algo de comida hizo que repentinamente diera leche. Estaba asombrada por el milagro ocurrido en mí. Después del asombro de mi parte, ella quedo un buen rato pegada a mí y veía como un pequeño hilo de leche se deslizaba por su boca.

Inmediatamente tome un pañuelo y la limpie. Lilian no me soltaba por nada del mundo así que lo único que hice fue arrullarla y esperar a que se durmiera de nuevo. Al final quedó completamente dormida. Su carita lucia tan adorable, esos cachetes rosados y gorditos me enternecían por completo el corazón.

─ Que niña tan linda...─ Dije mientras la dejaba de vuelta en su pequeña cama.

Decidí irme para dejarla descansar tranquila. No sé por qué pero poco a poco le iba cogiendo cariño a esa niña y pensando en ella solté una risita sin querer. Caminando por el palacio me acorde de algo que me había dicho Celestia.

─ Es cierto, Celestia dijo que hablaríamos del problema de ayer. Me pregunto dónde estará.

Un largo pasillo recorría en aquel palacio. No había nadie a la vista para preguntarle en donde se encontraba Celestia. De repente sentí unos pasos agigantados acercándose hacia a mí.

¡Tap! ¡Tap! ¡Tap! Sonaban por los alrededores. Decidí voltearme para ver quién era pero inesperadamente algo salto encima de mí.

─ ¡CREY-CHAN! ─ dijo Ana y era la que venía corriendo como elefante.

─ ¡Oye! ¡Fíjate lo que haces! ¡Me lastimaste!─ dije molesta.

─ ¿Te lastime? ─ dijo Ana inocente de la situación.

─ Nooo. Me diste un hola sorpresivo... Ahhh, Por favor quítate de encima de mí. ─ dije mientras estaba tirada en el suelo con Ana encima. Pesaba horriblemente a pesar de ser pequeña.

─ ¡Está bien! ¿Cómo amaneciste tú y Lian-chan? ─ Dijo alegre con una voz de ratoncito.

─ Bien, bien. Ana imagínate que en esta mañana ocurrió un milagro en el cual le pude dar leche a Lilian. ─ dije contenta.

─ ¿¡EN SERIO!? ¡Es sorprendente! ¡Déjame ver! ─ dijo sorprendida y al mismo tiempo descarada y sin mi consentimiento agarro mis senos apretándolos demasiado duro.

─ ¡Ana basta! ─ Dije con dolor y sin pensarlo le golpee en la cabeza para que me soltara.

─ ¡No me pegues más! ¡Solo jugaba! ¡Gomen'nasai! ─ dijo haciendo pucheros y con un gran chichón en la cabeza.

Nissho Hikari no Densetsu [¡PAUSADO!]Where stories live. Discover now