Parte sin título 3

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Sé que este fic puede herir sensibilidades, es muy diferente a todo lo que he traducido antes, y quizás por eso me he decidido a hacerlo. Nunca he traducido violencia de una hacia la otra, pero hay que situarse en el contexto. Bosque Encantado, Evil Queen, rabia, venganza y dolor por parte de Regina hacia Snow. El fic no es muy largo, y puedo asegurar que acaba bien, y Regina recapacita, pero hasta ese momento le ciega la venganza y la lujuria. No creo que este fic asuste a nadie, ya somos adultos todos, y hemos visto y leído cosas peores, por lo menos yo. Y con esto no quiero decir que esté a favor de la violencia, ni nada de eso, y mucho menos de la violencia en una pareja. Eso es ficción y es para adultos que sabemos razonar. Si nos ponemos a pensar Juego de Tronos le da mil vueltas a esta historia en cuando a violencia. Y yo quiero pensar que si OUAT hubiera sido cogida por HBO otro gallo cantaría, hubiera sido más negra. Peor o mejor, no lo sé, pero sí mucho más distinta.



Vinieron a cogerla dos guardias, poco después del atardecer. No le dijeron una palabra mientras la llevaban delante de los aposentos de la reina, de los cuales había sido echada al levantarse el sol. La empujaron dentro y se marcharon tras una breve reverencia a la soberana, dejándola sola con ella.

Desorbitó los ojos ante la visión que tenía delante.

Un corpiño de cuero negro, reluciente, le constreñía el pecho y las caderas, acentuando sus formas. Pantalones en un suave terciopelo negro se deslizaban piernas abajo, y sus pies estaban subidos en botas altas hasta la rodillas, adornadas con un tacón de aguja de reluciente acero. Sus ojos oscuros la escrutaban mientras permanecía de pie en el centro de la estancia, una mano sobre una cadera, la otra sujetando una fusta, también negra esta. La única nota de color era el rojo de sus labios, abiertos en una sonrisa siniestra y magnética.

«Acércate» dijo solamente, la voz de terciopelo, y amenazadora al mismo tiempo

La muchacha obedeció, parándose a un paso de ella.

De golpe, sujetas en el techo, aparecieron correas de cuero. Emma elevó la visa para mirarlas, después, tragando saliva, volvió a mirar a la soberana con los ojos desencajados.

Regina seguía sonriendo.

«Ahora comenzamos seriamente, sierva» dijo, poniéndose a su lado «Eleva los brazos» ordenó.

Emma lo hizo, aunque con vacilación. La morena se inclinó sobre ella para sujetarle las correas alrededor de las muñecas. Dio un pequeño paso hacia atrás después, observándola. Movió la mano derecha en el aire, y las correas tiraron hacia lo alto, casi elevándola del suelo, haciéndola gemir de dolor por la tensión en sus muñecas. Otro movimiento de la mano, y el vestido que la cubría desapareció. Emma se estremeció, sinceramente asustada ante la situación.

Regina se lamió los labios, y golpeó la fusta en la palma de su mano, haciendo que se sobresaltara. Se colocó entonces detrás de ella, para poder verla. Vio su espalda tensarse. Pasó el índice pintado de rojo por toda su espina dorsal, desde arriba abajo, arañándola, sintiendo su centro contraerse ante su gemido. Se separó de ella, y le aferró el cuello desde atrás, apretándole la garganta con fuerza. Emma jadeó, apretando las cuerdas. Regina apretó más fuerte.

«No te rebeles...» susurró a su oído «...o te haré más daño»

Emma cerró los ojos e intentó con todas sus fuerzas permanecer quieta, sin embargo, los pulmones parecían estar a punto de estallar. Regina soltó el agarre, permitiéndole respirar.

The Queen and her slaveWhere stories live. Discover now