Quiebre

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Los personajes nombrados en este fanfic pertenecen a The Snipster autora de Amolad, no olviden dar sus like en Tapastic puesto que esta historia ficticia no sería posible sin su trabajo.

Todo lo escrito aquí es producto de mi imaginación y un brebaje mágico que suelo tomar antes de cada redacción XD, disculpen de antemano si me salte algún punto o coma y no olviden que los quiero mucho.

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Las hábiles manos del Dios creador acariciaban el delgado y a la vez exquisito cuerpo de su sensual opuesto. Este se dejaba querer, pues su amada estrella no dejaba de brindarle atención a cada centímetro de su cuerpo. La dicha de ser correspondido plagaba los rostros de ambos con una sonrisa llena de amor y felicidad. Estaban tan perdidos el uno en el otro que no sintieron la presencia de un Dios azul, el cual no dejaba de observar el rostro del pálido.

Lo que iba a ser la continuación de la muestra de afecto más apasionada entre dos amantes tomaría un giro repentino.

Vida comenzó a preparar a su dulce Muerte para unirse a él, pero por una misteriosa razón un sentimiento de nostalgia lo invadió, todo era tan familiar, tan conocido. Ese sentimiento guio a sus manos para tocar los puntos claves que hacia estremecer a su sensible pareja. Cegado por la pasión que se veía incrementada al escuchar los gemidos de su amado, dejo a un lado lo racional de sus pensamientos, haciendo caso omiso su intuición siguió dando placer con su habida boca a su preciado pálido. La voz del alto se escapaba de sus labios al igual que su respiración se volvía irregular, se aferraba a las almohadas en un intento desesperado de controlar todas las sensaciones que llenaban su interior, el sentimiento familiar de ser tomado con amor y pasión lo invadió, pero al igual que su compañero dejo lo racional de su mente para entregarse por completo a los acontecimientos del presente. Mientras el Dios Verde se preparaba para entrar en esa estrecha cavidad fue sorprendido por su pareja para cambiar de posición. Muerte tomaba la iniciativa para montar su impaciente pero al mismo tiempo cariñosa estrella.

-  Muerte, déjame continuar, te harás da..  – fue callado por las manos de su amado.

-  shhh, estaré bien  .-posa un gentil beso antes de continuar.

Lentamente menea sus caderas masajeando el miembro de su hombre verde junto a su zona intima, el mismo se encargaría de preparar su entrada. Cada movimiento era una estocada palpitante, las nalgas del palido apretaban y guiaban la hombría de su sonrojado hombre verde al punto donde debía hacer presión y esta no tardaría mucho en ceder para dar la bienvenida en su interior al vigoroso miembro ajeno. Un gemido similar a un grito se escapa de los labios del alto al sentir la invasión completa, arqueando su espalda con su boca abierta, buscaba controlar el dolor y al mismo tiempo la sensación de venirse, dejando caer su liquido en el vientre trabajado de su amado. Vida toma las caderas del alto para profundizar más aun la penetración. Un par de lágrimas se escapan de los ojos color ámbar.

-  Estas bien, si quieres me detendré.  - la voz del creador estaba matizada por la preocupación de haberse excedido haciendo daño al ser que más preciaba.

-  estoy... bien... continuemos por favor...  .- Vida inicia dando unas envestidas lentas pero firmes al interior de su amado. Quería ser gentil, pero estaba tan impaciente como su opuesto en llevar todo a otro nivel, poco a poco comienza a acelerar el ritmo y la voz de Muerte aumenta su tono. Dejando atrás el dolor, meneaba su cadera al compás de su estrella para hundirlo más en él.

Unas manos hábiles se posan desde atrás del Dios de la Muerte para acariciar su cuerpo, las caricias iban al mismo ritmo en que vida lo penetraba. Mientras una mano acariciaba el abandonado miembro de Muerte, la otra mano jugaba con su pezón y la tercera se adentró en su boca para jugar con su lengua. Muerte estaba tan perdido en el placer que no sintió la excesiva atención que recibía. Vida podía sentir como la entrada de Muerte se estrechaba para solicitar más atención y él no se la negaría. Aumentando el ritmo se escuchaban el eco del golpear entre ambos cuerpos junto a los gemidos que se escapaban en los labios de ambos.

Tiempos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora