Capítulo 56.-¿Demasiado directa?

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Tras la vuelta de Lexa del hospital todo fue un poco más caótico. No es que me quejase, para nada. En absoluto. Adoraba que volviese por fin a casa. Adoraba poder volver a verla nada más cruzar la puerta y sentir su presencia y su olor invadir el espacio. Incluso adoraba el hecho de volver a hacerle el desayuno como cada mañana. Aunque fuese algo más tarde debido al reposo que tenía que guardar, el cual le mantendría alejada de la cafetería por una corta temporada.

Pero es que simplemente el hecho de estar pendiente de que estuviera bien y de que Aden no la incomodase me ponía un poco nerviosa. Me tenía nerviosa el mantenerme en alerta por si algo se alejaba de mi control. Y es que lo que más intentaba lograr era su comodidad absoluta y que se recuperase de la mejor forma posible.

No me molestaba para nada ese hecho de una responsabilidad más, yo aceptaba cuidar de ella encantada aunque a veces sentía que me iba a dar un tipo de parada cuando ella y Aden jugaban como si no estuviera recién operada.

-Aden. –Le regañé nada más abrir la puerta del piso. Sabiendo que correría a toda velocidad hacia Lexa. ¿De dónde había sacado ese niño ahora tanta efusividad? Por dios. Últimamente tenía la sensación de que iba a poder conmigo si continuaba con esa efusividad.

-Hola peque. –Le saludó Lexa desde el sofá, donde siempre estaba a la espera de que volviese con Aden. Como siempre. Tal y como hacía desde que nos habíamos metido de lleno en su vida. -¿Qué tal el cole? –Sonrió al ver como el pequeño se dejaba caer sobre la alfombra, sabiendo perfectamente lo que vendría después. Algo muy rutinario pero que yo disfrutaba tremendamente de poder verlo.

-Bien. –Dijo él con firmeza mientras permanecía concentrado en abrir su mochila y rebuscar el dibujo que siempre le traía.

-Oh. Vaya. –Sonrió al coger el dibujo. Provocando así que tanto el pequeño como yo misma sonriésemos también. Porque así era su sonrisa. Su sonrisa era capaz de hacer sonreír al mundo entero. Sin excepciones. –Es muy bonito. –Le informó a Aden cuando este se acercó un poco más a ella para recibir el veredicto final. –Lo colgaremos también. ¿Te parece? –Le preguntó mientras el pequeño asentía sonriente.

-¿Estás bien? –Dije tras acercarme a ella y apretar ligeramente su hombro con cariño. Aprovechando que Aden se había marchado al baño a lavarse las manos, dejándonos esos minutos libros antes de que el pequeño la acaparase de nuevo.

-Sí. –Asintió ligeramente con una leve sonrisa. –Ya casi ni molesta. –Me informó intentando levantarse con cuidado.

-Eh no. ¿Dónde vas? –Le pregunté con rapidez e intentando frenarla.

-Voy a echarte una mano con la mesa. –Me dijo incorporándose del todo a pesar de mi negativa.

-No. Tú quédate aquí y ahora te aviso para comer. –Intenté debatirle.

-Clarke. Estoy bien. Déjame hacer algo. –Me dijo con un tono neutro pero con unos ojos que casi me imploraban.

-Vale. Está bien. –Me resigné sin más remedio mientras ella me sonreía levemente.

-Por cierto. –Dijo mientras nos dirigíamos hacia la cocina. –Ontari ha dejado eso para ti. Regalo de Murphy. –Decía mientras señalaba una guitarra apoyada sobre la pared. De la cual ni siquiera me había dado cuenta al entrar. –Dice que no hay devolución. –Dijo con rapidez, posiblemente al observar como negaba ligeramente con la cabeza mientras la observaba desde la distancia. –Que así libera algo de espacio regalándote una de sus guitarras.

-No puedo aceptarla. –Dije sin tan siquiera acercarme a ella, dirigiéndome hacia la cocina para intentar escabullirme de la situación.

-Es un regalo. ¿Por qué no lo aceptas? –Insistió siguiendo mi paso hacia la cocina. Sin esperarme en ningún momento su insistencia.

Tal vez (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora