Capítulo 15.- Mitología.

5.8K 497 134
                                    


-¿Lista? –Sonreí mirando a Clarke a mi lado con una perfecta sonrisa.

-Listísima. –Contestó ella tremendamente segura.

Habíamos quedado en que en mi rato de descanso en la cafetería iríamos a una tienda a reponer mi cocina. La verdad es que Clarke tenía razón, y más que una cocina parecía un almacén saqueado producto de cualquier apocalipsis. Sólo había café, té, algo de fruta y poco más. A no ser que las barritas de cereales se les diese el visto bueno de comida... La verdad es que tampoco necesitaba más cuando la mayor parte del día lo pasaba en la cafetería, donde cogía lo que me apetecía según iba rugiendo mi estómago.

-Ya sabes la condición. –Me advirtió ella observando que malla de tomates coger.

-Sí. –Dije yo rodando los ojos. Habíamos llegado a la conclusión de que haríamos una gran compra pero que ella me pagaría la mitad. No me agradaba el hecho de que pagase nada, ella era mi invitada, pero había insistido tanto... Realmente desconocía su situación, pero no debía ser muy buena cuando su primera opción fue la de ir en busca de una desconocida. Y para ser sinceros, yo tampoco quería molestarla con alguna pregunta impertinente que pudiera molestarla sin necesidad. -¿Es necesaria toda esta verdura? –Pregunté observando como el carrito se iba llenando de más y más verdura. De algunos hasta desconocía el nombre. ¿De dónde demonios había salido tanta cosa verde? ¿Acaso Deméter, diosa de la agricultura, había hecho su aparición en escena?

-Muy necesario. –Contestó ella casi ofendida, pero ante todo sonriente. Sin perder esa perfecta sonrisa que a mí me hacía sonreír como una tonta sin remedio. –Venga, vamos a la fruta. –Dijo tirando del carrito y prácticamente de mí que era quien lo conducía. –No sé si sabes que existen más clases de frutas aparte de las manzanas. –Me dijo guiñándome un ojo mientras yo recreaba en mi cabeza mi triste cajón de frigorífico, en el cual posiblemente quedasen un par de ellas.

No sé en qué punto Clarke se había soltado así conmigo. Pero se veía despreocupada. Sonriente. Como si realmente no tuviese ningún problema. Y yo desde ese momento ya amaba su manera de afrontar las cosas. Tuvo que ser un duro golpe la experiencia con su ex, pero aún así, ahí estaba junto a una desconocida sin perder la sonrisa mientras hacíamos algo tan cotidiano como hacer la compra. Tampoco sabía en qué punto algún dios misericordioso me echó una mano y me brindo la confianza suficiente para poder afrontar cortas conversaciones con Clarke sin parecer un ser absurdo ante sus ojos.

Mientras mi cabeza seguía a lo suyo, dando vueltas en temas relacionados con Clarke, yo la observaba en todo momento mientras cogía todo tipo de productos, incluso se detuvo en un puestecito de especies de forma totalmente concentrada, arrugando el ceño, haciendo que yo sumara un nuevo gesto que adorar a la lista.

-Aquí estás. –Dijo sonriente agarrando un botecito para echarlo al carrito. -¿De qué te ríes? –Me preguntó con una sonrisa y alzándome una ceja.

-De nada. –Contesté con rapidez, sabiendo que parecería una tonta de remate.

-¿Cuál es tú plato favorito? –Me preguntó cuando nos detuvimos frente a uno de los frigoríficos de carne.

Yo simplemente me encogí de hombros. La verdad es que no tenía plato favorito, había algunas comidas que me gustaban más que otras, pero ya. Ninguno destacaba más que otro. Para mí era algo indiferente.

-¿No tienes plato favorito? –Me preguntó al darse cuenta de que por mi boca no salía ni una sola palabra. -Bueno. Yo haré que tengas plato favorito. –Dijo alzándome nuevamente la ceja y con una sonrisita, mientras en mi cuerpo se producía una leve descarga cada vez que Clarke me hacia ese gesto. Ceja alzada y sonrisita; mala combinación para mis hormonas. Muy mala. Absolutamente mala.

Tal vez (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora