6: Balada

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Hanna

Dejo de seguir a Bastián cuando lo pierdo de vista y me centro en lo importante. Ya me vengaré después. Tengo una misión hoy, no puedo fallar. Mi trabajo de asesina consiste, en encontrar al hombre que no ha estado pagando a la Logia, debe un préstamo de una gran suma de dinero y si no remunera lo pactado en el día, lo hará con su vida.

Aún es temprano, pero debo estar lista, conseguir la dirección exacta, elegir la ropa adecuada, decidir dónde debo guardar mis armas, contratar el transporte, ver quién está disponible para deshacerse del cuerpo si es necesario y planificar el escape de manera segura.

Tengo mucho trabajo, pero debe ser todo calculado y hecho con mucha cautela. He sido preparada para esto y no debe haber error de ningún tipo.

No deberías.

Ya está otra vez ahí. La observo, veo a esa pequeña niña, está triste. No es real, pero no puedo ignorarla. Soy yo, es la pequeña Hanna.

Años atrás...

Es un jardín enorme, me gusta jugar aquí, es tranquilo y hay silencio. Levanto la cabeza y visualizo a mi amigo Will acercarse. Me sonríe y se sienta a mi lado.

―Te estaba buscando ―dice el pequeño niño que solo tiene unos añitos más que yo―. ¿Dónde estabas?

―Yo... quería estar sola. ―Bajo la cabeza, poniéndome triste.

―¿Por qué? ―Me mira, preocupado.

―Mami y papi discutieron otra vez. ―Me refriego las lágrimas que quieren comenzar a salir―. No quiero que peleen, no sé por qué lo hacen, no entiendo.

Se forma un silencio hasta que el pequeño rubio se levanta. ¿A dónde va? Una vez que regresa, lo miro y me quedo muy confundida, tiene una flor en las manos, la cual me alcanza.

―¿Por qué me das esto? ―digo tímida y observo la flor.

―Mi papá dice... que las flores sanan corazones rotos. ―Se lo piensa y luego parece avergonzado―. Aunque no creo que esté funcionando, perdón.

Me río, me levanto y olfateo el aroma a jazmín.

―Quizás si este funcionando. ―Sonrío―. Gracias.

Se sorprende y levanta los puños.

―¡Entonces vayamos a buscar más! ―expresa emocionado y sale corriendo al cantero donde están las flores.

Yo lo sigo detrás. Lo que dice parece magia y hasta él se la creyó.

Actualidad...

Acomodo el jazmín que está como decorado de mi vestido color beige y camino a través del jardín que da lugar a la entrada al salón, pero también es una sala más, en esa noche iluminada por las estrellas. Mis labios carmesí forman la sonrisa perfecta. Nadie sospecha de una mujer elegante y sexy a la hora de matar. Visualizo a mi objetivo dentro, toco mi anillo de serpiente, para que note la señal y se acerque hasta mí.

―Envían una bella mujer a cobrar, supongo que mi miedo acaba de irse ―dice el hombre, mirándome de arriba abajo, especialmente mi escote.

Hago una pequeña risa falsa y apoyo mis uñas de forma sensual en su chaqueta, continuando mi trabajo de seducción.

―Esa es la trampa mortal, el mejor veneno es el de una mujer.

Perversa Oscuridad: Caras [#4]Where stories live. Discover now