Una salida

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Steve estaba sentado en el escritorio buscando como hacer feliz a una mujer en google, se sentía patético por terminar pidiendo consejos a la web, sus amigos no se encontraban en el país, y si les contaba lo que estaba haciendo empezarian con sus preguntas y definitivamente no quería eso......aún estaba arreglando la sala de la casa de su cuñada y estaba quedando preciosa, la pelirroja ni siquiera le regalaba alguna mueca o intento de sonrisa, sus sobrinos eran otro caso, últimamente se las estaban pasando muy bien, jugaban, se reían, e incluso le estaban ayudando a remodelar la dichosa sala, intentó con bromas, regalos, incluso trataba de alivianar su trabajo con los quehaceres del hogar y cocinando .....¿y que recibía a cambio? un seco "gracias", sabía que la pelirroja se sentía mal por la reciente muerte de su hermano, pero no quería que se echara a morir por ello, no la dejaría derrumbarse.

se le ocurrió la brillante idea de que podrían salir a algún lugar que a ella le gustara, o donde siempre haya querido ir, animado por ello comenzó a teclear lugares en su computadora, luego recordó que no conocía muy bien a la pelirroja, lo único que sabía de ella era que habían ido a la secundaria juntos e iban en el mismo curso, que se había casado con su hermano...mmm que había dado a luz a sus sobrinos y eso era todo, se desanimó por ello, ¿¡que clase de cuñado era!?... Dios, no la conocía en absoluto, su nueva misión era hacerla sonreír de nuevo y tratar de conocerla más, lo único malo era que siempre que trataba de hablar con ella esta prefería irse, suspiro y sin importarle lo tarde que era se puso su chaqueta y fue a la casa de sus padres.

ya ahí recibió la habitual bienvenida de su padre, sin importarle entró y se sentó en el sofá junto a su madre.

-¿qué pasa Steve?...es tarde y estás todo sucio..¿qué ocurre?-preguntó la castaña preocupada

-nada mamá, es que estoy remodelando la sala de la casa de Natasha-ella sonrió-este último tiempo he intentado hacer que se sientan bien, tratar de animarlos, con los niños he tenido mucho éxito, pero con Romanoff...

-si, ella esta dolida hijo, no es de las personas que comparte el cómo se siente, en las mañanas siempre voy a verlos....he notado que los niños estan comportandose igual que antes, en cambio ella está más distante....le digo que puede contar conmigo, pero solo me responde que está todo bien, todos nos sentimos mal por la muerte de Thomas....pero yo tengo a tu padre, él me tiene a mi, tenemos un apoyo, alguien con quien desahogarnos, en cambio ella no, perdió a sus padres.....no logro que me cuente nada, no me deja compartir su sufrimiento....está sola en esto.

-si, he notado que es algo distante, en fin, pense que seria bueno que los lleve a una salida divertida...no sé a algún lugar que a ella le guste y se olvide de todo por un día, solo que no la conozco lo suficiente como para hacerlo-bajo la mirada

-me alegro que te preocupes por ellos hijo....trabajar en la mañana para en la tarde ir a su casa y tratar de ayudarla, me haces sentir orgullosa-sonrió-en cuanto a lo de tu salida....no estoy segura, Thomas jamás nos dijo....se que le gustan los chocolates y las rosas rojas, y creo que le gusta el clima frío, pero no estoy segura, espero te sirva de algo.

-tranquila mamá eso me sirve-levantándose del lugar-bueno, gracias, debo irme a preparar todo

-ve con cuidado, cuidalos por favor-suplicó

-con mi vida mamá-dijo saliendo del lugar, tenía una idea de que hacer, solo esperaba que a la pelirroja le agradara.

.............................

-¡mamá!¡mamá!-gritó la pequeña pelirroja yendo a la cocina donde estaba su madre a punto de preparar el almuerzo.

-¿que pasa hija?-la miró-¿te encuentras bien?-preguntó preocupada

-si, estoy bien mami, solo que ya es tarde y el tío Steve aún no llega...el siempre viene,¿y si no regresa y se va como papi?-respondió la pequeña con tristeza, Natasha al oír las palabras de su hija se le rompió el corazón.

-tranquila amor, de seguro viene al rato, debe estar descansando, ha trabajado mucho-dijo insegura, ella tenía razón, Steve siempre llegaba temprano los días sábados, ¿le habría pasado algo?, preocupada fue a buscar su celular para llamarlo...tenía miedo que estuviera reprimiendo sus emociones y hubiera recaído en su problema con el alcohol, estaba buscando su número cuando sintió el timbre.

-¡es mi tío!.....¡es mi tío!-gritó corriendo para abrir la puerta, la pelirroja mayor la siguió, al abrir vio a su cuñado sonriente con un ramo de rosas y una caja de chocolates, ella lo miró confusa...¿tendría una cita?

-tío al fin llegas-exclamó la pequeña abrazandolo a lo que él correspondió gustoso

-pues aqui estoy cariño, jamás me iré, así que me tendrás que soportar-dijo entrando

-¿y esas cosas?-preguntó la ojiazul apuntando con su mano a las flores y a los chocolates

-son para tu madre-sonrió entregandolas a la pelirroja, estaba asombrada por el gesto, iba a decir algo pero antes de abrir la boca llegó Ethan gritando.

-¡tío!-saltando a sus brazos-¿vamos a jugar?-dijo ansioso

-pues tengo algo planeado-carraspeo-señorita Romanoff, señor Ethan, y señorita Alice...¿quisieran salir conmigo hoy?-soltó nervioso, los pequeños ni lo dudaron solo lo abrazaron y asentian con su cabeza.

-bueno, ustedes quieren ir, pero y su madre-la miró-Nat..¿quieres ir?-insistió con una sonrisa, los niños también la miraban con una sonrisa, no quería salir, pero no deseaba que los niños se decepcionaran, por lo que a su pesar decidió aceptar.

-esta bien...vamos-hizo una mueca, Steve se alegró por ello, esa mueca significaba mucho para el, era lo más cercano a una sonrisa que le había dado este último tiempo, estaba haciendo las cosas bien, o eso pensaba.

I fall in love with youWhere stories live. Discover now