Sueño con O'Brien [Completada]

Capítulo 26.1

•Anabeth POV•

Me siento como la peor de las personas...

No tengo palabras para explicar cómo me siento en estos instantes. Aunque destrozada, anonada y culpable están entre la principales.

Son las 4:39 de la madrugada y no he podido pegar un ojo. Lo único que he hecho es llorar y lamentarme de las brutalidades que se me ocurren.

Me dejé llevar demasiado por el momento y ahora todo en mi vida es un caos.

Aún sigo esperando a Lay para poder explicarle cómo sucedieron las cosas. Sin embargo por la hora que es, puedo deducir que no llegará.

Me preocupa muchísimo cómo se esté sintiendo en estos momentos. Lacey Adams es muy impredecible, aun así la conozco tan bien que me asusta el hecho de que cometa alguna locura.

Abrazo mi almohada tan fuerte como me lo permito. Ahogo mis gritos en ella hasta que ya estoy sin aire. Hasta que no siento mis brazos y necesito que la sangre vuelva a fluir normalmente.

Lo único que se escucha en la habitación son mis pequeños sollozos que he intentado esconder durante toda la noche con la ayuda de la almohada, en un intento de no molestar a las personas con los llantos de una adolescente con problemas de magnitud universal.

Solo puedo pensar en su rostro. La cara de mi mejor amiga. La cara de mi hermana. La cara de mi Lacey.

Estaba destrozada.

Y el hecho de que yo fuera la culpable de eso hacía que me destrozara el doble.

Recuerdo los segundos en los que la vi y vuelvo a llorar desconsoladamente.

•Flashback•

Mis respiraciones estaban agitadas, mis nervios y adrenalina estaban en su tope y mis lágrimas no tenían ningún control.

Era un desastre.

Lacey nos había visto, y el problema no era el que nos hubiera visto charlando, noooo, el problema es que nos vio besándonos.

Luego de correr y correr llego finalmente frente a ella.

Y les juro que mi mundo se caía en pedazos.

Su corta mirada me decía lo que sus temerosos labios no podían.

Quería darle una explicación, así que sin más hable.–Lay...–Sin embargo su mirada se concentró el suelo.–Lacey, te juro que puedo explicarlo.

Rápidamente me voltee en dirección a Dylan quien había llegado y estaba al tanto de lo que  no le pude explicar segundos atrás. Estaba callado y miraba completamente avergonzado.

Para intentar obtener su atención puse una de mis manos en su hombro. Como era de costumbre cada vez que surgía un problema.  Siempre era de esa manera, la calmaba y terminábamos en un abrazo de oso.

Hablé nuevamente para ver si está vez funcionaba–Lacey, tengo una explicaci-–Pero mi oración no pudo ser terminada porque la mano de Lay se había estrellado contra mi cara. Dejándola caliente e hinchada por unos instantes.

No me lo esperaba, pero me lo merecía. Por lo que mi única reacción fue quedarme mirando el suelo mientras más y más lagrimas resbalaban por mi rostro.

Pasaron unos segundos hasta que por fin pude intentar mirarla a los ojos nuevamente. Pero eso solo hizo que diera media vuelta y se marchara.

Dejándome mirando a su posición con las inmensas ganas de seguirla e intentar explicar todo, pero no lo hice, porque sabía que iba a ser en vano.