Culpables | Dylan O'brien

Último Capítulo: La Exposición Fotográfica.

—Oh por Dios, faltan treinta minutos —dijo ella mirando su reloj y luego siguió observando la ventanilla del taxi mientras nos dirigíamos al centro cultural.

—¿Estas nerviosa? —tuve que hacer la pregunta mas estúpida.

—No —mintió porque podía observar como sus manos temblaban.

—Todo saldrá bien, amor mío.

Amor mío.

Sólo Dios sabe cuanto disfrutaba decir aquellas simples pero fuertes palabras.

Tomé su mano entrelazando nuestros dedos y nunca mas la solté. Despedí al taxista luego de pagar por todo el viaje y camino hacia el establecimiento tuve que frenarme porque algo me impedía continuar.

Los pies de mi novia estaban inmóviles.

—¿En serio? —la miré y tiré de su mano—. Vamos, tienes que estar antes de que dé inicio —le recordé.

—No sé si pueda hacerlo.

Rodé los ojos y fui detrás de ella poniendo mis manos sobre sus hombros, obligándola a avanzar.

—Venciste tu desorden alimenticio ¿y ahora tienes miedo de una maldita exposición? —negué haciendola entrar al lugar—. Te seguiré amando aunque apestes siendo fotógrafa.

Ella rió pero entonces me encontré con sus cuadros. Mi chica fue a hablar con un conocido quien la guió a ultimar los detalles y yo seguí caminando, dejándome llevar por la curiosidad que me daban estas imagenes, al verlas era como observar el mundo desde los ojos de Ciara.

Todas las fotos eran en blanco y negro asi que no podia saber con exactitud el color de los ojos o la piel o de lo que llevaban puesto las personas en las imagenes.

Había una fotografia que llevaba como título “Hasta que regreses” y era una habitación con cosas antiguas donde había un cartel en la pared, sobre la cama, el cual decía “¡Felicidades por tu bebé, ya eres madre!”, Ciara estaba de espalda mirando este cartel y me pareció una imagen tierna pero al saber la historia detrás de todo eso, la escena era mas bien melancólica. Al lado de este cuadro había otro titulado “Estrellas Oscuras” y eran cinco puntos sobre la cara de un sujeto, la fotografía comenzaba desde su nariz hasta sus hombros, incliné la cabeza buscando entender y noté que el tipo estaba acostado mirando hacia un lado porque su rostro estaba de perfil, entonces entendí que estaba boca abajo en la cama y que sus hombros eran los mismos que daban inicio a la espalda.

Me topé con un espejo el cual formaba parte de la decoración del lugar, situado en una de las columnas y fruncí el ceño. Entrecerré los ojos girando leve la cabeza y aquellos lunares en mi mejilla se asemejaban bastante a la fotografía. Volví a mirar el cuadro y luego miré mi reflejo.

Sonreí como un idiota.

Asi que los lunares en mi mejilla eran “Estrellas Oscuras”. No recuerdo haberla visto con la cámara de fotos en ningún momento durante su visita por mi hogar y me pregunté si había tomado la foto mientras estaba dormido.

Seguí el paseo mirando los cuadros y mis ojos se expandieron al ver una ampliación de lo que sería una fotografia Polaroid donde estaba Ciara con el vestido de novia que Breana lució en su boda, yo estaba junto a ella y ambos reíamos mientras nos mirábamos.

Se veía muy natural, como si alguien hubiera capturado el momento perfecto.

Ella llevaba el cabello muy diferente a lo que siempre tuvo desde que la conocí, en la fotografía lo tenía más corto, le rozaba los hombros y aunque estuviera en blanco y negro, podía notar la claridad de éste, apuesto a que era dorado.