Mininosoo

Orejitas, colitas esponjadas y patitas redondas.

Jongin se encontraba algo inquieto, en la guardería de Minseok el día sería especial,  los gatitos serían eso, solo gatitos. No llevarían ni maletas, ni alimentos especiales, solo irían con ropa sencilla y cómoda.
Los mininos irían al área de juegos, hecha especialmente para ellos.

Dejarían su ropa en su área personal y ya siendo gatos pasarían a jugar, convivir e interactuar entre ellos pero en su forma felina.
Soo está contento de tener una actividad así, pero a Jongin le preocupa que su pequeño se sienta tan feliz siendo un animalito peludo y decida quedarse así, ha escuchado que han existido casos donde los híbridos se quedan allí atorados, el híbrido ha tenido la oportunidad estar en forma de gato común, pero no ha sido por tanto tiempo, teme también por el entorno y la compañía de otros gatos, chicos como ellos, en completa libertad, comportándose como quieran por instinto, está preocupado.
Llegando a su destino salen del auto, Soo corre del lado del conductor y se abalanza sobre Jongin, enredando sus brazos en el cuello de su dueño se dan un beso lento, pero lleno de dulzura, mientras Jongin acaricia la cintura de Soo.

- papi, estoy feliz quiero jugar con mis amigos y correr por todos lados y saltar y dormir en un lugar alto.

- prométeme algo - Jongin con toda la seriedad en su rostro mira a Soo.

- ¿que quieres que te prometa? -con voz juguetona y carita inocente pregunta su gatito.

- que por lo menos dos veces pienses en mí en lo que estés aquí.