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Veo como Malia se pone el saco cuando el reloj marca las seis y cinco, lista para salir. La observo acomodarse el cabello y agarrar la cartera para sacar un labial y un rímel. Se retoca el maquillaje con la cámara de su teléfono y yo aprovecho el momento para ir guardando mi agenda, el cargador del teléfono y la botella de agua. Me levanto y paso mi bufanda con rapidez por mi cuello para luego abrigarme con la campera que tengo colgada en la silla. Una vez que las dos estamos listas para irnos, nos movemos con lentitud hasta el pasillo para llamar al ascensor.

– ¿Con quién sales en San Valentín? –Le pregunto a Malia, que entre su vestido negro al cuerpo y el labial bordo es una bomba letal.

–Un chico que estuve viendo este último mes un par de veces. Nada muy serio a decir verdad, pero necesitaba una excusa para poder usar el vestido. Lo conseguí a fin de año con un increíble descuento y estaba esperando una ocasión especial para usarlo.

–Es un vestido realmente increíble, me alegra que puedas estrenarlo con alguien. –Le respondo con una sonrisa.

El ascensor llega y nos subimos con rapidez, ambas queriendo irnos de la oficina.

–Cuando quieras te lo puedo prestar.

–No tengo con quien usarlo por algunos meses –digo medio en chiste, medio hablando de la realidad.

– ¿Qué haces hoy?

–Llego al hotel, pido algo para cenar mientras que veo el nuevo capítulo de "La Ley y el Orden" que se estrena hoy y quedarme dormida después de dos copas de vino. –Le respondo antes de dedicarle una sonrisa.

Nos bajamos del ascensor y caminamos hasta la puerta. La abro para dejarla pasar mientras que me responde.

–Suena como un gran plan, pero creo que van a cambiar. –La miro sin comprender, pero su mirada está puesta en otro lado, y yo sigo sus ojos.

Mi mirada de encuentra con la de Stiles, que está esperándome con su mejor sonrisa y una rosa en la mano. No puedo evitar correr hacia él lo mejor que puedo con mis tacones. Una vez que estoy a una distancia mínima, simplemente me tiro en sus brazos con todas mis fuerzas. Siento como mis pies dejan el suelo y Stiles comienza a girarme, con sus brazos alrededor de mi cintura y su respiración en mi cuello. Una vez que se detiene y yo vuelvo a la realidad, nos separamos y aprovecho el momento para besarlo.

–Te extrañé. –Es lo único que logro decir, todavía en shock por la aparición de mi novio.

–Yo también, bella. –Me responde.

Malia pasa por al lado y nos dedica una sonrisa antes de seguir camino a un auto negro. Se sube al auto y se aleja con su pareja. Yo no puedo hacer más que observar a Stiles, como si no creyera que esté aquí conmigo.

– ¿Qué quieres hacer? –Le pregunto.

–Vamos a ir al mejor lugar de pizza que hay en la ciudad, según lo que dice internet. –Asiento, con demasiada emoción. Si me dijera que vamos a comer en un basurero estaría igual de feliz porque lo tengo al lado.

–No salgo a comer hace tanto tiempo, ya conozco todos los platos del hotel. –Le respondo mientras que río.

–Lo sé amor, necesitabas que alguien te saque a comer. –Caminamos con lentitud por la calle, viendo parejas y grupos de amigos caminar con alegría. –Oh, lo siento, no lo dije. Feliz San Valentín amor.

–Feliz San Valentín.

Nos damos un casto beso mientras seguimos caminando. Vamos hablando de nuestra vida y las cosas nuevas que cada uno estuvo viviendo. Stiles me cuenta sobre la gira y cómo sigue por las próximas semanas, por suerte algunas personas comenzaron a hablar de ellos y los están llamando de bares por la costa.

–Felicitaciones, en serio te lo mereces.

–Por más de que me está gustando la vida de gira, te extraño demasiado. Necesito verte más seguido, voy a hacer lo posible por tener más descansos en el medio para poder venir. –Con tan solo escuchar sus palabras vuelvo a sonreír.

–Yo también voy a intentar ir algún fin de semana para poder presenciar algunos momentos de la gira, suena muy interesante.

–Me encantaría que vinieras a vernos, cuando quieras tienes un lugar en la camioneta.

–Prefiero pagar un hotel, pero agradezco el gesto. –Ambos nos reímos antes de darnos un beso, tenemos que compensar muchos días sin ellos.

Llegamos al lugar de la pizza pero, antes de entrar, Stiles me detiene.

–Te amo.

–Yo también te amo, gracias por venir.

–No podía seguir tanto tiempo sin verte, eres la mujer de mi vida Lyds. –Siento como unas lágrimas amenazan con asomarse, pero me obligo a calmarlas.

–Y tú el hombre de la mía, feliz San Valentín.

The drummer upstairs ; StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora