12

2.7K 248 197
                                    

– ¡Buen día!

Una de las mejores cosas de vivir con Stiles es que lo primero que veo todos los días es a este chico en boxers preparándonos el desayuno, eso no lo cambio por nada.

–Buen día Stiles, tengo que admitir que nunca en mi vida pensé que cuando nos mudáramos me iba a levantar con un desayuno ya hecho.

–Una de las ventajas de vivir conmigo, es lo mínimo que mereces si luego me escuchas tocar la batería por horas. –Suelto una carcajada y me siento en la cocina donde está mi desayuno.

–Me gusta tener la batería de fondo, me siento en una película, constantemente musicalizada, es divertido. –Le respondo antes de atacar mi tostada con manteca.

–No me canso de decir que estamos destinados a vivir juntos, realmente nos llevamos demasiado bien. –Solamente puedo asentir, dado que tengo tostada en la boca.

De repente, alguien toca la puerta, y Stiles va a atender en ropa interior, pero no le digo nada. De repente, un chico aparece al lado de Stiles con una sonrisa en su rostro. Tiene su cabello escondido en una gorra, pero puedo ver algunos mechones de pelo negro escapándose por debajo. Su musculosa blanca deja ver que va al gimnasio regularmente, sus brazos son enormes y musculosos.

Me dedica una sonrisa para luego mirarme de arriba abajo con una mueca. Y en ese momento me doy cuenta de que estoy simplemente con una remera corta y unos shorts que hacen que tenga medio cachete al aire de cada lado. Si a todo eso le sumamos que nunca me puse sostén, entonces entiendo la mirada de confusión que tiene el amigo de Stiles al vera a una chica casi desnuda desayunando.

Mis mejillas se encienden notablemente, pero ni siquiera me muevo, a esta altura ya me estuvo observando por unos buenos cinco minutos. Stiles nos observa y lo empuja a su amigo para que reaccione.

–Oh, lo siento mucho, buen día soy Scott. –Se acerca a mí y me ofrece su mano en forma de saludo. En ese momento un recuerdo de un Scott unos años más joven me ataca, y caigo en la cuenta de que ya lo conozco por la escuela.

–Stiles habla mucho sobre ti –le respondo con mi mejor sonrisa.

Se sienta a mi lado y Stiles le deja un plato con tostadas y tocino delante de él. Por último, deja el café recién hecho en la mesa y se sienta.

–Oh, si piensas que habla mucho de mí deberías escucharlo hablar de ti. –Me comenta Scott, por un segundo pensé que iba a agregar algo pero Stiles lo observa de forma amenazadora, logrando que cierre la boca.

–No me quiero imaginar las cosas horribles que debe decir sobre mí –bromeo para cortar la tensión del momento.

–No creo que haya algo malo que pueda decir sobre ti. –Me responde Stiles con seriedad, y luego me dedica una sonrisa.

–Bueno, Scott, dado que ahora vas a tener que entrar por la puerta delantera y nos vamos a ver bastante, hablemos un poco de ti. –Lo observo, esperando que comience a hablar.

– ¿Qué puedo contarte? Yo toco la guitarra en la banda, pero Stiles y yo nos conocemos desde que tenemos cuatro años, así básicamente somos la misma persona.

–Los recuerdo en la escuela, nunca se separaban. –Comento, y ellos asienten, seguramente recordando lo mismo.

– ¿Y tú? ¡No te veo desde que terminamos la escuela!

–Yo estoy bien, estoy trabajando en una revista de ciencias a unas calles de aquí y bueno, acabo de mudarme con este chico. –No tengo mucho más que contar, no tengo una vida muy interesante.

– ¿Alguien en tu vida? –Su pregunta hace que una sonrisa se instale en mi rostro, la única persona que me pregunta eso además de mi madre de Allison.

–Nadie en mi vida además de Stiles. –En ese momento me doy cuenta de cómo sonó, por lo tanto pienso un poco y luego vuelvo a hablar. –A lo que me refiero es que no tengo novio ni nada por el estilo, solo a mi amigo y compañero de departamento, Stiles.

Nos quedamos callados por unos segundos, sin saber muy bien qué opinar. Stiles me observa y me dedica una sonrisa de comprensión, dándome a entender que entiende mi aclaración. Scott, por el otro lado, se muerde el labio para no reír.

–Menos mal que aclaramos eso entonces –comenta en voz baja, pero todos lo escuchamos –. Stiles, necesito comprar la cuerda que se rompió la última vez que practicamos, ¿me acompañas? –Stiles asiente y ambos se levantan con rapidez. –Fue un gusto conocerte Lydia, y lamento informarte que nos veremos muy seguido.

–Igualmente, y no me molesta para nada, me agradas. –Le respondo con mi mejor sonrisa.

Los dos se despiden de mí y se van a comprar la cuerda, y lo primero que yo hago es salir corriendo a cambiarme para que cuando vuelvan Scott no me vuelva a ver sin sostén.

The drummer upstairs ; StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora