Violentómetro (Studoc/ Terminado)

Nivel 8: Humillar en público

     
   
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El sentimiento que me producía el estar con Murdoc Niccals era inexplicable hasta para mí. En ocasiones era algo similar a disfrutar de una dulce golosina, pero otras veces era como estar en lo alto de una montaña rusa que me producía miedo y me ponía a pensar en porqué me subí; para darme cuenta que pese a la incertidumbre era porque me gustaba.

Murdoc no era una mala persona como todos creían, es verdad que tenía un lado egocéntrico y hasta grosero. Él actuaba con impulso, muy pocas ocasiones pensando en las consecuencias. Y pese a las malas palabras que decía para mí, siempre lograba que lo perdonara.

—Será realmente difícil grabar si tienes cara de estúpido a medio morir.

Lograba escuchar lo que Murdoc decía. Seguía cerca de mi oído. Todos en la torre nos miraban. Mis orejas estaban rojas y no por la gélida respiración de Murdoc.
—Y-ya te dije que es parte del video.

Estalló en una carcajada.
— ¡¿Acaso soy al único que le ocasiona tanta gracia?! —Alzó la voz. Observó a todos los que se encontraban allí—. ¿Tú qué dices Russel?

Mi amigo sostenía las baquetas.
—Al inicio sí, pero ya no. —Se notaba cansado de tener que seguir con la grabación—. Viejo, ya superalo —Soltó.

A través de la ventana lograba ver a Noodle. Ella esperaba afuera para las escenas que le correspondían, según Murdoc me comentó fue su idea. Que representaría la imaginación y la inocencia de los niños, o algo así recuerdo.

—Murdoc, ya me cansé —Me atreví decirle—. ¿Podemos terminar con esto?

Me miró como si le hubiera arruinado algo divertido que estuviera gozando.
—Sí, sí. Lo que Faceache deseé —, se alejó de mí.

—D' —Russel me habló—. Ignora a Murdoc —me sonrió—, tiene como una necesidad de molestarte siempre.

—Tienes razón —volví a acomodarme en mi lugar—. Él tiene esa costumbre —Me causó gracia al analizarlo. Una vez mi madre me dijo que los niños suelen molestar a las niñas cuando estas les gusta, ya que no saben de que otra manera llamar su atención. ¿Podría ser que Murdoc hacía lo mismo?

Todos dieron las indicaciones para continuar, lo cual hice. Canté con el megáfono que me correspondía. Al parecer en ésta ocasión todo saldría bien.

(...)

Por fín todo acabó. Me levanté de mi lugar y fui con Russel. Levanté mi pulgar.
— ¡Ya terminó  todo por hoy!

—Ahora podremos descansar. Creo que dentro de una semana se grabará el video del El mañana —Jugaba con las baquetas, realizando movimientos rápidos.

—Sip —Asentí con la cabeza—. Iré  a ver a Noodle —Corrí, pasando por todas las personas que se cruzaban en mi camino. Hasta que fui a dar al suelo.

—Fijate, idiota. Jajajaja.

Murdoc me puso el pie para que sufriera aquella caída. Noté como se reía al igual que la mayoría que se hallaba en la torre. El dolor de mi rodilla raspada se mezcló con la vergüenza que me ocasionó. Mis ojos amenazaban con llorar, pero me contuve. Con lentitud me paré.
—Iré a ver a Noodle —Le dije casi en un susurró, con la intención de caminar, pero me sostuvo del brazo.

—Oh, Faceache. Lo siento, no se puede salir hasta que se indique.

Ya nadie nos miraba. Seguían en sus asuntos.

—Pero Noodle... —Me calló, poniendo su dedo índice en mi boca.

—Ella estará bien —Decía mientras soltaba mi brazo. En ese momento sentí un extraño presentimiento que me indicaba que me ocultaba algo—. ¿Confias en mí?

—Sí —Respondí no tan seguro—. Es sólo que se me hace extraño que no nos dejen salir de la torre. Nunca nos hicieron esto en ninguna otra grabación.

Se acercó un poco a mi cuerpo.
—Las llamadas de los planes que tuve era sobre esto. No te preocupes, Stu. Todo estará bien —Me producía miedo la forma en que hablaba, algo raro ya que tenía un tono de voz normal y tranquila—. Deja de ponerte paranoico —Exclamó.

Murdoc tenía razón. Estaba actuando paranoico.