Flores.

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El grito se disparo entre las ramas de el bosque, un sonido perturbador y que helaba la sangre.

Will había empezado a brillar un poco después de el beso pero ahora solo tenia los ojos abiertos y el pánico se leía en su expresión.

–Cecil... ¡Era Cecil! Mierda no... ¡Tenemos que encontrarlo!

Empezaron a correr entre los árboles y una rama le dio un golpe seco en la mejilla a Nico provocando que perdiera el equilibrio y cayera, se recompuso rápido pero tenia el tobillo torcido y un dolor punzante se disparaba desde este a toda su pierna izquierda mientras corría.

Nico estaba de verdad preocupado, había sido un error separarse y ahora no podía dejar de pensar en eso, mientras corrían escucharon otro ruido pero parecía diferente, quizá algún rugido de algún monstruo.

Entonces ocurrió algo que hizo que el corazón de Nico di Angelo se detuviera, un terror agudo le invadió los sentidos y el horror se disparo por su sistema nervioso.

Estaba sintiendo la presencia de la muerte.

Su oído se agudizó y percibió de donde provenía el grito.

Tomo la mano de Will sin preguntar y entonces hizo un corto viaje sombra hasta el sitio, era mas rápido.

Cuando estuvieron ahí una horda de diferentes criaturas atacaban a Cecil.

Eran por lo menos ocho y todas contra un solo chico.

–Ayudalo, sacalo de ahí y curalo –le ordeno Nico a Will con desesperación – yo me encargo de los monstruos.

Will pareció dudarlo un instante.

–¡Ve!

Will logro escabullirse y disparar una flechas para llegar a Cecil.

Los monstruos dirigieron su atención a Nico.

Entonces la tierra empezó a temblar y oscuridad reinante de el hijo de un dios, empezó a emerger en hordas que eran letales. Los muertos de ese sitio se levantaron filas y filas de esqueletos empezaron a luchar junto a el.

Nico también daba tajos a diestro y siniestro con su letal espada, corto algunos monstruos, los esqueletos seguían emergiendo a ordenes de Nico y entonces un monstruo se dispuso atacarlo por la espalda, afortunadamente Nico fue mas rápido, tomo el control y mando a esa criatura al tártaro.
Dio mas estocadas y convoco mas muertos.
Finalmente dio un último golpe.

Cuando todo hubo terminado el mismo se desplomo.

****

Cecil lo esta viendo.

Lo primero que cruza por la cabeza de Nico es

No puede ser, ambos morimos.

Pero luego se da cuenta de que tiene la cabeza vendada y no es un espíritu y que eso significa que Cecil esta bien y entonces Nico no puede evitarlo y le da un fuerte abrazo.

–Wow chico muerte no te pongas tan cariñoso que si no Will Celoslace se pondrá gruñón.

Nico se recompuso rápidamente y carraspeo.

–Um yo... perdón.

–No pasa nada, soy muy querible que te puedo decir.

Nico bufo pero estaba sonriendo.

Cuando Will entro lo abrazo con cuidado.

–¡Estas bien!

–Ya veo de donde heredo tu novio esa pintoresca costumbre –murmuro Cecil.

–Claro que estoy bien tonto, solo fue un agotamiento. Nada mas.

–Hay Nico... estabas sangrando por la nariz y tenias las manos engarrotadas. Me lleve un buen susto, pero te recuperaste mas rápido de lo que creía.

–Gracias a ti.

Will le dio una pequeña sonrisa. Y entonces hizo una mueca.

–No me vuelvas a besar a si amigo.

Nico recordó lo que había hecho, no quería confundir mas las cosas pero estaba desesperado, sabia que una especie de guerra interna estaba por explotar en el olimpo. Había conspiraciones, desconfianza e histeria desde la supuesta "traición" de Hades nadie confiaba en nadie.
Los grandes dioses del olimpo estaban desechos.
Su fuerza constituía principalmente en la unión. Debían encontrar a Perséfone.
Necesitaba luz rápido.
Y fue ahí cuando Nico recordó aquella noche, cuando creyó ver un leve destello en la piel de Will mientras se besaban.
Y tuvo esa idea.

En parte Nico debía admitir que también lo hizo porque se estaba muriendo de ganas por volver a besar a Solace, y tenia ahí la perfecta excusa. Sin compromiso como a el le gustaba. Cuando lo beso (apenas por unos segundos) sintió algo, una especie de vaga ternura al notar que el Rayo de Sol empezaba a despedir esa tenue luz.

Y allí habían escuchado el grito.

Nico había sido egoísta pero no había podido evitarlo.

–Perdón –dijo entonces – eso fue incorrecto.

–Eso estuvo mal –agrego Will – por los dioses chico muerte me vas a volver loco

–¿loco de amor? –bromeo Nico.

–Creo que si.

–Ay ya casense por Hermes –exclamo Cecil.

Nico hizo una mueca.

–Me gustaría hablar contigo Will... Quisiera poder... Pero la ultima vez que estuvimos solos a el comentarista de Cecil casi lo matan... ¿Por cierto que paso exactamente anoche?

–De eso quería hablares. Creó que se como encontrar a Perséfone.

–¿Como? –preguntaron Nico y Will al unísono.

–Anoche mientras ustedes vivían un drama yo encontré una flor, me llamo la atención porque despedía una especie de luz blanca, había más así que seguí el rastro, fue como me aleje de ustedes. Creo que son una trampa pero que también conducen a Perséfone, quizá si supiéramos como seguir el rastro podríamos lograrlo. Yo me desvíe en algún punto y me condujo a una especie de imán para monstruos.

–Bien entonces podemos intentar.

–¿Pero como sabremos que camino seguir?

–Creo que Nico puede ayudar en eso.

*****

Era de noche cuando de nuevo estaban en el sitio, esperaron a que la supuesta flor empezara a brillar y finalmente lo hizo.

–¿Como se supone que voy a decirles que camino tomar? –pregunto Nico

–Tu solo tienes que caminar por ahí, las flores que se marchiten son las auténticas y las que no conducen a las trampas.

Will río.

–Venga Nico hagamoslo.

El plan indignante de Cecil funciono cada que Nico quería vegetación se marchitaba revelando cuales eran las flores autenticas.

El ambiente nocturno con las flores brillantes daba a todo un paisaje de ensueño. Nico se sentía en uno de los cuentos mágicos que su sorella le contaba para dormir.

Finalmente llegaron a donde el rastro los había conducido. Una especie de cueva con flores saliendo en todas las direcciones.

Will le dirigió una rápida mirada y entonces Nico asintió.

Se adentraron los tres a lo desconocido.





Canción Para Fantasmas. (Solangelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora