Viajes

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En la mañana el sol de el mundo de Nico di Angelo estaba en la colina, listo para partir, con su cabello rubio que se rizaba de manera agradable sus preciosos ojos azules cargados de bondad y el arco colgado a la espada.

El era una vista hermosa pero difícil de ver en ese momento. Había decidido acompañarlos a pesar de todo. Eso dolía.

Cecil saludo a Nico, el hijo de Hermes llevaba consigo una daga colgando de su pantalón, Nico traía consigo una gran cantidad de dinero mortal, dracmas, néctar y ambrosía, ropa extra y su fiel espada negra. Estaba listo para el viaje.

Un largo y difícil viaje.

Se situó junto a los otros dos chicos, el y Solace no se dirigieron la palabra y sus ojos se evitaban.
Nico no podría soportar ver esos ojos sin pensar en todas las cosas hirientes que le había gritado la noche anterior, en la tristeza que se reflejaba como si su alma fueran ríos transparentes: incapaces de ocultar lo que había dentro.

Nico sentía remordimientos, quería pedirle disculpas y que todo volviera a ser como antes, que todo estuviera bien. Pero eso seria engañarse nada podría estar bien después de esa maldita profecía.

Nico sabia que por una parte era mejor así, distanciarse de Will por si acaso algo malo pasara y así quizá  no dolería tanto. Era egoísta pero una forma de despejar el dolor.

–¡di Angelo por Hades!

–¿Que ocurre?

–Te he estado hablando y tu no estas aquí, dioses bajate de tu nube de melancolía, te decía que tenemos que irnos.

Cecil era así, directo y dinámico, no era la personas favorita de Nico pero le agradaba (lo cual era algo muy bueno porque a Nico a veces no le agrada nadie)

–De acuerdo, vamos.

*****
Nico decidió que odiaba los viajes en barco, lo decidió en cuanto estuvo en alta mar, con cada maldito rincón meciéndose todo el tiempo

Estaba mareado y en cualquier momento moriría (bueno quizá no pero la estaba pasando bastante mal) habían abordado el barco por la mañana y Nico sentía unas nauseas incontrolables, había sugerido un viaje sombra (mas rápido, mas fácil, sin mareos) pero Will Solace lo negó, se limitó a decir "No" y lo dijo con tal autoridad y con una nota severa en la voz que Nico se encogió de hombros y acepto el viaje en barco.

Se dirigían a Alaska, Rachael Daré les había dicho que tenia una fuerte corazonada de que "El rincón congelado" de el que hablaba la profecía se refería a este sitio en particular, Alaska tenia una larga historia con los semidioses y muy probablemente encontrarían una pista ahí.

Nico estaba en el camarote, era un solo camarote para los tres pero Will y Cecil estaban arriba "observando el paisaje" Nico se tiro en la pequeña cama que le correspondía, y se quedo un buen rato pensando.

Finalmente con el cansancio que cargaba puesto que la noche anterior no había podido dormir se quedó dormido, profundamente dormido.

Fue una mala idea, tuvo esa pesadilla la pesadilla algo o alguien le dispara a Will Solace desde atrás y le da en la nuca, Will cae muerto y un montón de sangre negra se acumula a su alrededor, sus ojos, sus ojos completamente de un blanco grisáceo enfermizo era lo que mas asustaba a Nico.

Las pesadillas eran muy reales, tan reales que dolía soñar así.

Un hombro lo sacude fuertemente.

Se despierta casi gritando.

–Tranquilo, esta bien, esta perfecto, calmate estabas soñando, era un pesadilla...

Canción Para Fantasmas. (Solangelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora