ESCUELA PARA ASESINOS

CAPÍTULO IX-LÁGRIMAS PRIMERA PARTE

ABEL

Han pasado días desde que llegamos aquí, la entrañable sensación de la arena tibia pasando entre los dedos de mis pies, solo podría compararse con la brisa refrescante del mar tras un día completo de sol. Nunca había estado tan tranquilo, este paisaje y el agua cristalina me recuerdan cuando era solo un niño despreocupado, saltando de lado a lado para que mis piernas no se enterraran en la blanda arena de la orilla del mar. La gente luce tan alegre caminando entre risas, sin preocupaciones, tan solo disfrutando el momento en familia, compartiendo algunas cervezas o probando las delicias dulces de los venteros nativos para sacar el agua de mar de las papilas gustativas, que nos regresaba a una explosión de sabor como quien prueba algo por primera vez.

―Amor ven, te estás perdiendo toda la diversión ―Gritó Michelle pasando por mi lado, con unas zapatillas deportivas rojas y shorts de moda para lucir sus brillantes y trigueñas piernas, traía puesta una pañoleta pirata en la frente para recogerse el pelo y las gafas de sol que le dio su madre al venir aquí.

Ella siguió corriendo hacia el mar y yo la observé desde la tienda que había armado para descansar al borde de la playa, se veía tan feliz que parecía de otro mundo, jugando como una niña, sonriendo con tanta ternura que me conmovía el corazón.

La veía ya en la distancia como me llamó coqueta a punto de entrar al agua, se quitó la playera para revelar el bikini bajo su ropa y me incitó con sus dedos índices en una atracción seductora a la que no tuve más remedio que ceder, imposibilitado por su hermosura. Al verme levantar tras ella, Michelle salió corriendo y se tiró un chapuzón que me alcanzó a mojar el rostro, mientras estuviera en tierra firme nunca podría ganarme corriendo pero en el agua era otra cosa y ella lo sabía, eso lo hacía más divertido.

―Ven, sígueme ―Escuché que repetía, pero cuando estaba a punto de alcanzarla se alejaba aún más dejando un par de metros entre nosotros; ya no podía sentir el fondo del mar en contacto conmigo, así que me sumergí para atraparla bajo el agua y al hacerlo no pude seguirla con la vista, como si de repente hubiera desaparecido.

―¡Michelle! ―Grité al salir a la superficie, pero estábamos mar adentro, no la veía a ella ni tierra próxima a nosotros, de repente el cielo comenzó a oscurecerse en el horizonte, el sol ya había bajado hacía unos minutos pero esto era diferente a un crepúsculo, una nube negra se nos aproximaba augurando una inminente tormenta, que me causó escalofríos aún dentro del agua.

―ABEL ―chilló Michelle, algo la arrastró al fondo del mar, yo la seguí por unos segundos pero un impulso en mí me detuvo a medio camino, observé su pelo suspendido por el agua mientras se hundía mirándome a los ojos y yo solo sentí que debía dejarla ir, ella me sonreía entendiendo la situación hasta que vi que la luz escapaba de su retina y una lágrima brotó de mí confundiéndose entre el escenario, pero dibujando el adiós allí en un tono más claro y nítido que el verde-azul del océano.

―Abi, despierta, amor date prisa o llegaremos tarde ―susurró Amalia a mi oído despertándome de aquella pesadilla―. Te mostraré lo espléndido que dejamos el castillo, ven ―Me dijo acariciándome el rostro con esa dulzura que la caracterizaba, olvidé como me sentía hace un instante; con ella el tiempo desaparecía sin darnos cuenta, no sé cuánto llevábamos juntos, meses tal vez; los mejores meses de mi vida, quería permanecer ahí, conocer las pequeñas cosas que me sorprendían a diario al despertar, juntos en un aura de cariño y deseo mezclados que confundían los fuertes sentimientos que hasta hoy nos unían. Amalia se paró hacia la ventana desfilando en ropa interior, aún con mi camisa puesta y su cabello blanco brillando por los rayos del sol que en ella se reflejaban, haciéndola ver como un espejismo, un bello espejismo.

―!ABEL! despierta cabrón ―gritó Bruck despertándome de tremendo susto con agua helada en la cara―. Que piensas dormir hasta el año nuevo pendejo, levántate holgazán, Billy quiere verte.

―¡puf! ―escupí el agua que se me fue por la nariz―. ¡Bruck maldito!―le grité pero ya había salido de la habitación.

Que extraños sueños había tenido, cuantos días llevaría durmiendo, lo último que recordé fue la torre cayéndose en pedazos bajo nuestros pies. Me asomé a la venta de la muralla en la habitación y vi a Eliza y a Sam peleando con Matías en el campo de Entrenamiento.

―Llevan horas así ―dijo Samantha, detrás de mí, que capacidad tenía para llegar de sorpresa.

―¿Qué haces aquí? ―le pregunté, las mujeres tenían prohibido visitar la torre de hombres.

―Oh perdona, no lo recuerdas ―dijo algo tímida―. Billy Damn reasignó su habitación para compartirla con nosotras al menos hasta que te mejoraras.

―¿A qué te refieres? ¿Cuánto llevo durmiendo? ―consulté, cómo era posible, nuestra habitación era una de las más pequeñas si necesitaban alojamiento de seguro habría mejores lugares ya que más de la mitad de los hombres habían muerto.

―Tres días y me refiero a que te hemos estado cuidando, aunque parece que ya estás bien, al menos tú ―admitió Samantha con una mirada imprudente a un rincón del cuarto, la cual rectificó enseguida para que yo no lo notara, era Amalia, estaba sentada allí donde queda la segunda ventana más pequeña, o tal vez era una grieta en la pared. Debo reconocer que no la había visto, para ser alguien tan llamativa, pasó desapercibida por completo―. No ha dicho palabra desde que ocurrió, creo que ocultar sus emociones le causó una implosión ―susurró Samantha a mi oído como si la habitación no fuese lo suficientemente reducida para que Amalia nos escuchara.

Yo me acerqué a ella y me senté a su lado aunque apenas si lo notó, el viento que entró por el hoyo o ventana en la pared levantó su cabello y me dejó percibir un suave olor frutal dulce en un toque cítrico, pero a la vez pude ver el morado en su cuello causado por mis emociones.

―Lamento haberte lastimado ―le dije, en verdad lo sentía aunque ella solo me miró y volvió a desviar los ojos hacia lo que fuese que estuviera viendo a través del hueco. Tenía los ojos rojos.

―Alguna vez has sentido que conoces a alguien y parece que hubiera estado contigo toda la vida ―dijo en pregunta retórica, con la mirada perdida en el horizonte, si supiera que justo en ese momento estaba sintiendo eso con ella luego de haberla visto en sueños―. Nunca tuve oportunidad de agradecerle lo que hizo por nosotras, ella se escondía en la cocina luego de cerrar el bufé y robaba parte de lo que era para los maestros, para traérnoslo oculto en los pliegues de sus vestidos ―continuó hablando Amalia, su voz se iba intensificando a medida que seguía―. Una noche la vi entrar de última a la habitación, Samantha y Eliza ya estaban durmiendo, ella llegó sin hacer ruido pero yo la vi tratando de soportar el dolor, había sido golpeada por intentar robar medicinas para otra compañera, la hinchazón en sus ojos la hacía lucir como un monstruo que acababa de caer al lodo, al día siguiente se levantó más temprano que todas para que no la viéramos así y yo no hice nada por detenerla o ayudarla ―en ese momento su voz se quebró―. No hice nada ¡Nada! Y ella solo nos quería ayudar, desde el principio siempre fue un alma tan noble ―Amalia no aguantó más, me tomó de mi ropa y me haló para llorar a gritos sobre mi pecho―. ¿Por qué? ¡¿Por qué le tenía que pasar algo así a alguien tan buena?! Ella, nos, nosotros... Estamos atrapados aquí. Monyo no, no tú no―decía entre alaridos y lágrimas, Samantha no lo soportó y se dejó caer a llorar también, su tristeza me partía. Esto no podía continuar siendo así yo tampoco lo soportaba más y era hora de hacer algo al respecto.

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Bienvenidos a un nuevo capítulo!!! Ha sido un capítulo muy intenso y lleno de emociones el cuál he decidido dividir en dos partes. Como habrán notado he sido más detallado en éste y me gustaría que me dejaran en los comentarios si les gusta que vaya así, de una manera más descriptiva o que le dé más paso a la acción como en otros capítulos. Recuerden que el objetivo de esta plataforma es mejorar conforme avanza la historia y con la ayuda de ustedes que son quienes les dan vida así que espero sus consejos y opiniones, Recuerden votar y compartir si les gustó y nos vemos pronto!!!

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