Capítulo Diez: Sick Of Losing Soulmates.

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Leo no pensaba en lo que sentían los demás. No pensaba en que sentía ella de que él insistiera en que era la última vez cada vez que lo hacían, no pensaba en que le dolía cuando él decía que la única chica que amaba era Calipso. No le interesaba, la mayor parte del tiempo, como ella se sintiera con todo eso. Fue la relación en la que se sintió más dejada de lado, más usada.

Frank, al igual que Jason, era aburrido, pero otro extremo de aburrido, Frank no pensó jamás en intentar algo nuevo en la intimidad, Frank podía pasar por alguien asexual fácilmente, además, era tan asquerosamente cursi que Venus llegaba a sentirse incómoda. Si bien habían sentimientos y cosas físicas de por medio, él nunca llegó a ser su amigo o algo como para que ella confiara al cien por ciento en él. Fue la relación en la que se sintió más incómoda.

"Los idealizaste por tanto tiempo, que nunca pudiste ver que no eras feliz." La regañaba su madre, a veces. "Dejaste que toda la culpa recayera en ti, olvidaste que para una relación se necesitan dos personas y simplemente te sentiste culpable y sola, pero los idealizaste porque... Porque te negabas a sentir algo negativo por ellos, porque creías que rompías sus relaciones y por eso tú eras la mala y todo era tu culpa."

-Los dejó ir.- Murmuró para sí misma.

-¿Qué dijiste? -Los brazos rodearon su cintura y su barbilla se apoyó en su cabeza, la abrazó por detrás.

-Estaba hablando sola.

-Ya tenemos la tienda lista.

-Me debiste dejar ayudarte.

-Si quieres me puedes ayudar a desordenarla un poco.

-Pervertido.

-Me amas.

-Lo sé.

Cerró los ojos, mientras él tomaba sus manos entre las suyas.

-Tus manos son muy pequeñitas.

-No.

-Si, lo son. Me gustan.

-Tonto.

-Fea.

-Mira, este tonto te tiene un regalo.- Sintió como metía la mano a su abrigo y sacaba algo, luego dejó una cajita de terciopelo en su mano.

-No tenías que hacerlo.

-Te la debía.

-¿Hay uno para ti?

-Claro.

-Fue la cosa más improvisada que hemos hecho.

-¿Más que los tatuajes?

-Es casi una ley que casarse en Las Vegas es lo más improvisado que alguien puede hacer, ¿Recuerdas al padrino?

-Si, era un stripper de 40 años para un club de señoras mayores. Aún me llama y pregunta su ya tuvimos hijos.

-La madrina me llamó el otro día, me preguntó cómo estaba el sexo.

-Era una trabajadora sexual, no la juzgues.

-No lo hago. Era divertida.

Flash-Back.

-Tonta.

-Feo.

-¿Te has visto al espejo?

-¡Siempre eres malo conmigo!

-¿Qué estás haciendo?

-Intento dormir.

Ride. // Nico Di Angelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora