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[Taehyung]

Dejé de llevar uniforme hacía dos años, exactamente el tiempo que pasó tras mi último día de escuela. A pesar de todo, siempre lo eché de menos. Cada vez que veía a Hoseok, extrañaba verle con aquella chaqueta oscura del primer día. Supongo que simplemente echaba de menos esos tiempos.

Muchas más cosas habían cambiado. Ahora vivía en un piso compartido con Jimin y Hoseok, en el cual acabábamos siendo la mayor parte del tiempo cuatro personas si incluíamos a Jungkook, el cual pasaba noche sí y noche también con nosotros. A veces también venían Namjoon y los demás. Aunque definitiamente, la visita que más agradecíamos era la de Jin junto a su gusto por cocinar y llenarnos los estómagos hasta que casi explotásemos. Literalmente, una vez Jungkook terminó tan lleno, que le di un codazo en el estómago y casi me vomitó encima. Digo casi, porque en el último momento se giró hacia Jimin y manchó los pantalones de este último enteros.

- ¿De qué te ríes? –levanté la vista hacia Hoseok, quien me miraba desde lo alto. Estábamos tumbados en el sofá, o al menos él, porque yo básicamente estaba tirado encima suyo. Sonreí y dejé un pequeño beso en su mejilla antes de volver a acomodarme.

- Recordaba cuando Jungkook vomitó encima de Jimin.

- Eso no tuvo ninguna gracia –ambos nos giramos hacia el castaño que pasó justamente en ese momento por en medio del salón, tapándonos la vista de la televisión. Igual tampoco la estábamos viendo, así que no importó. – Fue por tu culpa, maldito rarito.

- ¡No lo fue, yo solo le di un pequeño empujoncito en la tripa! –miré a Hoseok en busca de ayuda y él asintió. – ¿A que solo fue una caricia con un poquito de fuerza? –asintió y fui a girarme de nuevo hacia Jimin para echárselo en cara, pero para mi desgracia, el castaño ya se había marchado a su cuarto. Igual le saqué la lengua al desierto pasillo que conectaba con las habitaciones y luego me acomodé de nuevo sobre Hoseok. No era precisamente cómodo, pero eso lo había arreglado fácilmente momentos antes colocando a Poru junto a él. Además, la forma en la que me acariciaba el pelo no me permitía concentrarme en ninguna otra cosa que no fuera un paraíso de sensaciones. – Oye, Hobi.

- ¿Mmmm? –dejó de mirar la tele y asintió, esperando que siguiera hablando.

- Mañana es el aniversario. Podríamos pasar a saludarle.

Se quedó en silencio nada más escucharme. Todo se quedó en silencio. La tele se escuchaba, pero igual estaba en silencio. No sé exactamente explicarlo, simplemente todo lo que sonaba no parecía estar sonando, y yo solo podía mirarle, preocupándome de si habría estado bien sacar el tema en ese momento.

Me incliné sobre él y le dejé otro besito en la mejilla. Y otro. Y luego el esbozó una especie de asentimiento y yo seguí repartiendo pequeños besos por su cuello y rostro. Solía arreglar cualquier cosa con ellos, y esta vez parecía que sería igual, pero entonces en uno de ellos noté un sabor salado, y al levantarl la vista, me topé con sus ojos llorosos y varias lágrimas cayendo de ellos. Formé un puchero, agobiándome, y comencé a negar con la cabeza.

- No, nonono, no llores, no pasa nada, no llores Hobi... –le abracé con fuerza y él correspondió al abrazo, tomándome con firmeza. Aún así no dejaba de llorar. Cada vez más fuerte y más alto. – Ho-hobi...

- Era un cabrón, Taehyung. No sé porque siento tanta pena... –murmuró entre sollozos. Tragué saliva y me abracé aún más fuerte, intentando calmarle de esa forma. A veces, en esta época, solía desmoronarse. En esos momentos me tocaba a mí sujetarle, servirle de apoyo. Incluso había días en los que me ponía a hacer pesas para volverme más fuerte, pero siempre acababa dejándolo. – De verdad... de verdad que no lo sé...

Mírate [Vhope]Where stories live. Discover now