Capítulo 12: Locura

24 6 0
                                    

Al final he decidido tumbarme en la cama después de demasiado tiempo. Me da la sensación de que esto es como otra situación diferente, sólo hace falta acostumbrarse. Este es ahora mi día y no quería ni ver a esa cama, por eso estaba siempre tirada en el suelo. Pero si no descanso bien por la noche luego no estoy activa y eso a Killian no le gusta. De alguna manera quiero que esté contento, sino puede mandarme al laboratorio y usarme como conejillo de Indias. Por otra parte eso sería una buena idea porque sé que Chris sigue ahí. También sé que no lo han matado porque mi esquina en el suelo frío está al lado de la puerta y puedo escuchar lo que los guardias (niños) dicen. Siempre comentan cómo el adolescente problemático se ha vuelto a escapar de la camilla para dar vueltas por ahí. Obviamente no le dejan andar más de dos pasos, pero eso es lo que él comenta. Me hace gracia que lo llamen "adolescente problemático" como si fuera un problema que Chris tiene descubriendo su personalidad, y no intentando luchar por su libertad, que es lo que realmente hace.

-Hola -dice Killian entrando.

Su voz ya es reconocible, más que nada porque es la única que he oído en meses. Asiento con la cabeza incorporándome un poco en la cama. Lleva puesto un mono azul oscuro tirando a gris que nunca le había visto. Siempre viene con una camisa blanca y unos pantalones de vestir de pana marrones. Parece recién sacado de los 60, es bastante extraño.

Se acerca lentamente con las manos en los bolsillos y se sienta en una esquina de la cama. No intento moverme porque sé que es imposible huir. Sé que me está mirando, sin ninguna emoción en el rostro. Yo sigo recostada y abrazada a mi cojín. Mi respiración se vuelve pesada esperando a que venga a mi lado y empiece a acariciarme una pierna, a tocarme el pelo...

Pero no lo hace. Se me queda mirando hasta que llega un momento en el que empiezo a oír gritos en el pasillo. Lo miro para que me dé algún tipo de explicación, pero sigue impasible. Le miro a los ojos y él me devuelve la mirada. ¿Cómo podía parecerme atractivo un rostro tan asqueroso como el suyo? De pronto se levanta y me indica con la mano que puedo pasar.

-Puedes escuchar si quieres.

Los gritos aumentan cada vez más. Alguna voz de algún guardia pidiendo que alguien se esté quieto. Me levanto con cuidado y con lentitud. Hasta que no apoyo los pies en el suelo no me doy cuenta de que estoy temblando. Los gritos se hacen cada vez más claros y fuertes a medida que me acerco a la puerta acorazada. Siento la presencia de Killian detrás de mí y no me está proporcionando ninguna seguridad. Reconozco una voz ahí fuera... Pero nunca la había oído gritar de esa manera.

-¡DEJADME ENTRAR! SUÉLTAME, HIJO DE PUTA.

Oigo forcejeos y esa voz chillando por ser soltada. La voz se le rompe a ese pobre chico gritando. Sé que he oído esa voz antes. Pego mi oreja al pequeño hueco que hay entre la puerta y la pared. El guardia intenta pararle los pies al otro, pero parece ser que no lo consigue con esa voz tan calmada. Un golpe me retumba en la oreja y me doy cuenta de que en el otro lado el chico ha intentado embestir la puerta. No entiendo qué está pasando. Los golpes no ceden, el niño se va a matar como alguien no le pare. Entonces, en medio de esos golpes oigo un poco de cordura en la voz del chico.

-¡Willow! -dice -¡Willow, sé que estás ahí!

Su voz ahora es reconocible. Los golpes siguen y siguen. El guardia se ha ido. Lo han dejado aquí para torturarme, porque saben que no puedo salir. Killian sabe que no puedo salir. Me alejo de la puerta y espero a que vuelva a hablar.

-¡Vuelve conmigo! -grita -¡Necesito que vuelvas!

No hay duda. Es Chris. Mi Chris está al otro lado de la puerta haciéndome sufrir porque no puedo llegar hasta él. Porque esto ha sido idea de Killian que ahora mismo me sujeta para que no me desplome contra el suelo frío. Me levanto y me pego contra la puerta

-¡Chris! -digo, con la voz tan ronca que me asusto al no reconocerme.
Llevo sin abrir la boca demasiado tiempo. Carraspeo un poco y doy golpes yo también contra la puerta.

-¡Chris, para ya! ¡Te vas a hacer daño!

Él continúa sin querer escucharme, intentando entrar en la habitación. No entiende que lo único que va a conseguir es matarse a sí mismo. Esta puerta está acorazada, es imposible entrar.

-¡Nunca voy a parar, te voy a sacar de ahí! -contesta entre golpe y golpe.

Quiero llorar. Quiero abrazarlo. Quiero matar a Killian. Quiero abrir esa puerta y ver a Chris e irme muy lejos.

-¡Chris, por favor! ¡Sé fuerte, voy a ir a por ti! -le digo -Pero para de aporrear la puerta, no vas a conseguir nada.

Y de pronto, tan rápido como ha comenzado a dar golpes, se detiene.

-------------------------
Sisi jeiteadme y dadme muchos dislikes. Ya subiré el siguiente capítulo en unos pocos días, que os he dejado con la intriga. Rezad porque mis fanses máximas no me maten 😉

Warning SignsOnde as histórias ganham vida. Descobre agora