Capítulo 8 : Traidor

21 4 0
                                    


Mi corazón no deja de latir a una velocidad que ni yo sabía que podía alcanzar. Miro a Killian sin saber qué hacer, esperando a que él me diga que es un inocente niño el que está detrás de esa puerta. Vuelven a tocar y esta vez sí que nos levantamos de un salto poniéndonos la ropa que antes habíamos tirado al suelo.

-¡Ya voy! -dice Killian.

Me indica con la mirada que me meta en el armario. Niego con la cabeza tan rápido que pienso que me va a salir volando. Killian me frunce el ceño y señala al armario mientras que se pone un zapato. Le digo con la mirada que me las va a pagar por hacerme esto. Me meto entre sus ropas con olor a bosque, y dejo una pequeña rendija para no morirme asfixiada.

-¿Sí? -pregunta Killian.

La respuesta no llega, solo oigo la fuerte entrada de la persona.

-¿Dónde está mi flauta? -grita Christopher.

Reprimo un chillido. Si llega a enterarse de que estoy con su hermano a solas, no habría hecho otra cosa que castigarme. Y mucho más hará si se entera de que soy yo la que le he robado la flauta.

-No sé de qué me hablas. Si no te importa ya puedes marcharte -dice ansiado Killian.

-Fuiste tú el primero que quiso robármela, así que perdona si dudo de que la tengas. -contesta Christopher.

-Esta vez no he sido yo, he estado toda la noche aquí, no he salido para nada.

Suspiro recordando en lo que casi acabamos de hacer en esta "aburrida" noche.

-Que sepas que te tengo siempre en el punto de mira, no pienses ni por un segundo que no te estoy vigilando -dice Christopher.

Termina sus palabras con un fuerte portazo. Vuelvo a suspirar de alivio, pensando en lo último que ha dicho. Apenas me atrevo a salir, con miedo a que esté observándonos de alguna manera. Miro con temor a Killian cuando salgo del armario.

-¿Qué pasa? -pregunta.

-Nada... Solo que puede que yo tenga la flauta que busca. -digo sonriendo, para que parezca menos el choque.

-¿Que qué? -grita Killian.

Recorro los pocos metros que nos separan y como hizo él antes, le tapo la boca antes de que le dé un ataque. No sé qué tiene esa flauta de especial, pero por eso la cogí en cuanto pude. Parece que todos se ponen nerviosos en cuanto oyen hablar sobre eso.

-Cálmate, por favor. La cogí el día que llegó Bianca. La vi ahí tirada en la mesa de Christopher y no pude hacer otra cosa que llevármela. -veo que va a abrir la boca para regañarme probablemente. -Pero no te enfades conmigo, todos estáis obsesionados con esa flauta y necesitaba saber qué pasaba con ella.

-No hace falta que te disculpes, de verdad. Lo que has hecho nadie lo ha conseguido jamás sin ser pillado. -dice apartando mi mano de su boca.

-Sin ir más lejos, tú mismo.

-Exacto. -dice Killian.

Me parece que deja un instante más de lo debido sus ojos sobre los míos. No siente nada más que deseo, solo eso. Nada más que eso.

-Killian...

-No. Déjame a mí -me interrumpe. -. Willow, no quiero que lo que ha pasado arruine todo esto.

-¿Y qué es todo esto? Porque ni yo lo sé. Estamos haciendo el imbécil.

-Por supuesto que no -dice mientras que agarra una de mis manos -. Esto no es simple atracción física, y lo sabes.

Warning SignsWhere stories live. Discover now