—Para... Lauren — la regañe

—Vamos Camz, no entrarán... — dijo con su típica voz extremadamente sensual

Sus labios se posicionaron sobre mi cuello dejando un par de besos e incluso algunas pequeñas mordidas. Mi respiración se hizo más pesada, mi mente decía que debía parar esto pero mi cuerpo no respondía, solo se dedicaba a reaccionar a las caricias de Lauren, amo-odio tanto ese efecto que tiene en mi.
Su mano viajo hasta el botón de mi short, desabrochado y bajando la cremallera al instante, intento meter su mano en mi ropa pero, el sonido de la puerta abriéndose lo impidió.

—¿Donde estas Lauren Jauregui? — irrumpió en mi habitación

Ambas nos sobre exaltamos, intente cubrir mi short con la blusa que de milagro era larga. Mi novia solo se encogió en hombros, esta súper nerviosa, parecía querer meterse en el closet... otra vez.

—Espero que no estés haciendo cosas con mi hija, Jauregui — le advirtió mi padre

—No, como cree Señor Cabello, nunca haría cosas indebidas con su hija... No, nunca — dijo Lauren con el tono de voz muy nervioso, aunque a decir verdad su expresión al igual que sus palabras me causaron bastante gracia

—Más te vale, yo soy un niña y estoy en todos lados, te vigilo a todo momento— dijo haciendo una seña de que la observará

Solté una pequeña carcajada.

—Basta papá, estas espantado a mi novia — le dije

—Bueno, al menos no podrás salir embarazada

Le lance un cojin para que se fuera, le pedí disculpas a Lauren pero antes me reí sobre su actitud, parecía una niña siendo regañada. Para alivianar un poco el asunto saque la pequeña caja que contenía la pulsera.

—Amor, he visto esto en una de las tiendas y me gustó mucho, consideralo como mi regalo de navidad, quiero que lo uses esta noche — dije al momento de entregarle una caja

Ella me miró desconcertada y abrió la caja, una sonrisa se dibujo en su rostro automáticamente.

—Camz, esta hermosa, gracias — dijo con una enorme sonrisa

Recibí un beso en los labios como respuesta. Puse la pulsera alrededor de su muñeca, le quedaba divina. Nuestras miradas chocaron, podía notar una gran diferencia en la suya, se veía muy feliz.

—Bajemos que nos están esperando para comer... — le dije rompiendo el mágico momento

La comida fue totalmente normal, aunque claro estaba incluida una que otra amenaza por parte de mi padre hacia Lauren quien no sabía cómo responder, es una bebé.
Al parecer mis padres aprueban a Lolo, les cayó bien desde un principio así que no hubo problema alguno.

Ambas tomamos caminos diferentes, ambas para comenzar a arreglarnos. Al poco tiempo Dinah llego a mi casa, juntas nos maquillamos la una a la otra.
Pasaron las horas y finalmente ambas estábamos listas para ir al baile. La cita de Dinah había quedado de venir hasta acá, al parecer era conocido de Lauren por lo tanto nos iríamos juntos en el auto.
El vestido de Dinah era color rojo, el estilo del vestido le quedaba perfecto. En cuanto a mi había elegido un vestido negro, tanto Lauren como yo nos habíamos puesto de acuerdo para elegir este color.
El timbre sonó, mi padre abrió mientras nosotras dos bajábamos por las escaleras.
Lauren... ¡Dios! Se veía hermosa, ese vestido resalta sus perfectas curvas y... ese maldito labial rojo que la hace ver tan sexy. Algún día me terminará matando esta mujer.
Detrás de ella venia la cita de Dinah... ¡OMG! No podía creer lo que estaba viendo.

—!¿Normani?! — grite sorprendida — ¡¿Ella es tu cita?! — le pregunte a mi mejor amiga

Paso su brazo alrededor de mis hombros.

Sólo Una Noche || CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora