Capitulo 25

314 27 1
                                    


Después de ese beso, dormir se me ha vuelto una tortura, cada noche sueño con él, como se balancea sobre mi haciéndome el amor y no se si sea mi imaginación o las hormonas pero siento calor cuando despierto de esos sueños. Jamás me sentí igual con algún hombre, ¿o sí?. Trato de estar lo mas alejada de él, no puedo empezar una relación sin que se entere de mis hijos, ¿y si se molesta? ¿Si después de saberlo me rechaza? No. Tengo miedo de ver como se aleja de mi, pero ¿que estoy diciendo? Si ni siquiera es mi novio, ¿por qué siento que es mío?. Estoy sentada en la cafetería, es hora de mi almuerzo así que baje para alejarme como he estado haciéndolo los últimos días.
Unas chicas se sientan en una mesa cerca de la mía cuando comienzan a reír maliciosamente.
- Yo no sé por qué están tan locas por ese tipo - comenta una de ellas.
- ¡Por dios! ¿Ya lo conociste? ¡Esta para comérselo! - responde otra con cara rara.
- Si, es todo un bombón. Me lo quiero comer - sigue la tercera con la mirada de enamorada.
- Chicas puede estar casado, contrólense, si las escuchan hablar así del ingeniero de mantenimiento las pueden correr por acosamiento - finaliza la primera.
Un segundo. ¿Están hablando de Carter? ¿De mi Carter? ¡Ja! Hasta yo las sacaría de aquí de los pelos por resbalosas, las malditas, ¿como se atreven?.......
¡Alto! ¿Que estoy pensando? Necesito saber que rayos me sucede, esas chicas no me han hecho nada, ¿de donde salieron esos celos?
"Bueno si no te apresuras te lo robaran" me grita mi subconsciente y los celos vuelven.
Esas chicas probablemente tienen más posibilidades que yo, están libres y jóvenes sin ningún impedimento para conquistarlo. Un angustioso dolor se instala en mi pecho y tengo mas miedo de perderlo que el que tengo de que se entere de mi secreto. Me termino el desayuno y subo rápidamente hacia la oficina.
Entro sin avisar a la oficina, solo me mira un segundo y vuelve su atención a lo que estaba haciendo. El rechazo que me ha estado demostrando los días después del beso me duele, pero yo lo provoque así que tengo que hacer algo para cambiar eso y se me ocurre algo.
Me enfoco un poco en las cuentas para aparentar pero después carraspeo para llamar su atención.
- ¿Que pasa señorita Hudson? -
- He... Es que... Aquí en estas cuentas tengo una duda y necesito que me la aclare por favor - su mirada me pone nerviosa enseguida.
Se levanta dirigiéndose hacia donde estoy sentada, se arrodilla a mi lado y toma las cuentas. Lo veo durante un segundo admirando lo guapo que es, se que se dará cuenta de que no hay nada de malo con las cuentas así que me armo de valor y pongo mi mano en su cuello, siento como su piel se eriza y cierra los ojos al sentir mi contacto. Subo un poco mas mi mano hasta su cabello y no aguanto mas las ganas de aspirar su aroma. Su respiración se acelera. Se tensa al sentirme pero lo único que necesito es tenerlo cerca, no se que me pasa pero lo quiero y me estoy volviendo loca por volver a sentir su boca sobre la mía. Trata de apartarse pero lo detengo aferrándome a su camiseta negra.
- No. No te vayas - susurro.
- Creí que eran imaginaciones mías - murmura.
Yo también lo pensé.
- Si. Si lo eran, pero mi deseo se volvió mas fuerte después de ese beso. Y no quiero, no quiero sentir esto que estoy sintiendo por ti, creí que era mas fuerte, pero tu rechazo me dolió mas - confieso.
- Dira... Para... -
- ¿Porqué? -
- Porque después no podré dejarte ir -
- No me dejes ir - susurro desesperada.
Se aparta un poco para mirarme. Me enfoco un poco en sus labios y no soporto mas, me lanzo sobre ellos sin ningún preámbulo. Jadea un poco y todo mi cuerpo se enciende con ese pequeño sonido. Me levanta despacio sin detenerse, no se ni a donde me lleva pero tampoco mi importaría, me recuesta en el sillón y sube encima de mi. Su mano explora todo mi cuerpo y el calor que siento en mis sueños se apodera de mi. No se como parar, pero tampoco quiero hacerlo así que hago lo mismo que él, exploro su cuerpo tímidamente con mis manos, sus bíceps, su espalda, su pecho, ¡Dios mío! Siento su mano subir por de bajo de mi falda acariciando mi parte intima y en ese momento me doy cuenta de lo que esta apunto de hacer.
- ¡Ah! - jadeo. - ¡Oh! ¡Dios mío! Para... Tenemos que parar - mi voz suena rara.
- No.... No... - carraspea.
Por mas que suplico no se detiene y acelera mas el ritmo de su mano..... ¡Su mano! Cierro la boca para no gritar.
- Ca... Carter.. - digo antes de que el orgasmo me invada. - ¡Oh por dios! - sonrío.
- Te dije que no eran imaginaciones mías - dice maliciosamente.
- Ya me quedo claro señor Carter. Pero tenemos que parar o alguien va a entrar por esa puerta -
Me levanto y trato de arreglarme un poco
- No no no no. Usted fue quien empezó y a hora no va a poder detenerme, necesito hacerte el amor, ya -
Veo a que se refiere y aparto la mirada rápidamente riendo.
- No puedo creer que aya dicho eso -
Toma mi mentón para que lo mire.
- Hay muchas cosas que no vas a creer Dira -
- ¿Como cuales? -
Frunzo el ceño.
- Olvídalo. Y. No te salgas por la tangente evadiendo el tema, necesito hacerte el amor -
Vuelve a besarme pero tengo que detenerlo antes de que siga con mas y no podamos parar, me alejo un poco.
- Si lo sé, yo también lo necesito pero aquí no, alguien puede venir - murmuro nerviosa.
- Esta bien, entonces tu di el día, la hora y el lugar, ahí estaré -
Sonrío al darme cuenta que me quiere y desea como yo pero luego recuerdo que no tengo ningún lugar para nuestro encuentro.
- ¿Que pasa? - se preocupa.
- Nada, solo déjame encontrar un lugar y te lo digo -
- Esta bien, pero, no tardes demasiado o un día te tomare aquí en la oficina -
Me pongo feliz por sus palabras y vuelvo a besarlo hasta perder el aliento varias veces, luego de un rato de mala gana volvemos a nuestros asuntos.

Mas tarde llaman a la puerta.
- ¿Si? Adelante -
- Carter, te buscan - entra la recepcionista.
Detrás de ella aparece una mujer rubia como de mi edad, parece algo molesta. Mira un momento a Carter y después a mi.
- ¿Podemos hablar? - acierto cuando escucho su tono. - A a solas - me mira.
- Dira, déjame hablar con la joven por favor - me pide Carter.
Los miro tratando de ver cual será su problema pero no consigo entenderlo, se ve un poco nervioso así que lo obedezco.
- S... Si claro, con permiso -
Salgo afuera junto con Silvia.
Camino despacio por el pasillo en lo que espero. ¿Quién será ella?¿Que tendrá que hablar con él? ¿Será su novia? El dolor vuelve pero trato de alejarlo. No, él jamás me mentiría.
- ¿Sabes quien es ella? - le pregunto a Silvia.
- No - dice algo tensa.
Dudo un segundo en su respuesta, pero no tendría porque mentirme. Sigo esperando pero al ver que tardara mas de lo que pensé me retiro un poco para llamar a mi amiga.
- ¿Bueno? - contesta a los dos tonos.
- Hola Mary -
- ¡Hola Dira! ¿Cómo estás? -
- Bien gracias, ¿Y tu? -
- También -
Mary es una muy buena amiga, es de las pocas que recuerdo.
- Veras te llamo para pedirte un favor -
- Si claro, dime -
- ¿Crees que me puedas prestar tu apartamento por una noche? -
- Si claro, ¿cuándo lo necesitas? -

***
Después de terminar la llamada con mi amiga no me di cuenta cuando la mujer se fue o si todavía seguía con Carter. Me asomo un poco a la oficina, verificando si esta o no y lo veo algo tenso.
- Puedes pasar, ya se marcho - me confirma.
- ¿Quién era ella? -
- Una.... Una amiga con un problema -
Lo veo algo nervioso, sus palabras dicen una cosa pero su mirada es otra. Tal vez sea cierto. Suspiro.
- ¿Qué pasa? -
Bien, aquí voy.
- He........ Ya tengo el lugar.... - murmuro.
- Bien -
Sonríe y siento mi cara arder.

Ecos del destinoWhere stories live. Discover now