Capitulo 24

313 25 2
                                    


Al llegar a la casa encontré a Bruce en fiebre, lo llevamos al medico e inmediatamente fue controlado, al parecer comió algo que no le sentó bien.
Me asuste al escuchar a mi mamá, ninguno había enfermado hasta hora, así que ahora lo consiento. Me pongo a ver una película con ellos de Barney, se divierten mientras la miran. Sin querer mi mente viaja hacia el hermano de Lizzie, recuerdo como me veía y mi cuerpo tiembla, cierro los ojos recordando con más detalle su cara, es muy guapo, sacudo mi cabeza al sentir una sensación extraña en mi, ¿porqué me resulta familiar? Y lo que es peor, ¿porque las ganas que siento por volver a verlo?, no, no puedo fijarme en ningún hombre, yo estoy destrozada, no puedo dejar que alguien se me acerque, siento miedo de solo pensar en su reacción al enterarse que tengo dos hijos, mi familia siempre ha dicho que ningún hombre quiere hacerse cargo de unos hijos que no son suyos, pero con mi papá sucedió diferente, así que en aquel entonces no me importo porque ni siquiera me llamaba la atención algún hombre pero hoy que lo conocí a él, mi modo de pensar cambió drásticamente, sentí unas ganas enormes de ser aquella muchacha tímida soltera que se moría por encontrar semejante hombre, ahora tengo miedo de que se me acerque, no puedo, ni soporto la cercanía de un hombre. Pero tan solo la forma en que me veía me hacia querer ir hacia él.
Escucho a Ethan gritar y los veo a los dos en el suelo peleando por un oso, son tan inquietos, jamás se entretienen con algo por más de quince minutos, para cuando menos acuerdo están en otra parte. Suspiro viendo hacia el techo.
- ¡Dios mío dame paciencia! - murmuro a mi misma.
Trato de separarlos llevando a cada uno en cada brazo. Los distraigo con cosquillas y comienzan a jugar conmigo, olvidándose de la lucha por el oso.
- ¡Dira.......... Te buscan! - grita mi madre desde la sala.
Me llevo conmigo a mis dos demonios y me encuentro con Lizzie en la sala. Se pone feliz al ver a los gemelos y corre a cargarlos a los dos, siempre sucede lo mismo desde que los conoció, su cara se ilumina como si recibiera un regalo de Navidad, ellos también se han encariñado mucho con ella, parece como su tía.
- Hola Lizzie..... No te esperaba - le doy un beso en la mejilla.
- Si, bueno decidí venir contigo - dice sin apartar la mirada de los niños.
Luego de jugar con ellos consigue que duerman un poco.
- Gracias..... A veces no puedo sola - digo fatigada.
- Descuida para eso estamos las amigas - sonríe. - Por cierto........ ¿Qué te pareció mi hermano? -
Me pongo nerviosa por su pregunta, no se si sea buena idea decirle lo que pensé de él, por lo que decido evadirla.
- Mmmm....... No lo sé...... ¿Desagradable? - contestó sin interés.
- ¿Desagradable? - se sorprende.
- Mmm. Si, no lo sé Lizzie... ¿Por qué? -
- No, por nada, es..... es que a él le pareciste interesante - se encoge de hombros.
- Vaya - murmuro.
- ¿Que? -
- No, nada, olvídalo -
- ¡Oye! ¿Y no has recordado otra cosa? -
¡Aquí vamos de nuevo!
- ¡Lizzie! ¿Porqué siempre estas con lo mismo? - me exaspero. - ¡Estoy harta de que siempre me preguntes lo mismo! -
- Perdón.... Solo quiero ayudar - dice dolida.
Suspiro y me relajo un poco. Demonios yo y mi mal humor.
- Lo siento, no me hagas caso....... No lo sé, es que me siento enfadada pero no se la razón -
- Tal vez estés un poco cansada, te dejare descansar -
Se levanta y la acompaño hasta la puerta. Cuando voy a mi cuarto veo a mis dos pequeños dormidos en la cama, apenas si me dejan espacio. Sonrío al verlos tan indefensos. ¿Podría algún día darles un padre? ¿O preguntaran por él algún día? Eso es seguro, no puedo mentirles pero tampoco puedo decirles la verdad, me odiarían. Me acomodo como puedo en la cama para descansar, se mueven inquietos y como siempre los dos acaban encima de mi....

****

Hoy es el gran día. Comienzo a trabajar en la empresa que siempre soñé, mi futuro comienza a verse claro como cuando lo planeé hace años. No me puedo imaginar la adrenalina de ser eficiente en una oficina, siempre me ha gustado la sensación que me provoca un trabajo bien hecho. Tal vez mis recuerdos no los recuerde pero mis emociones siguen intactas. Me levanto decidida y elijo un pantalón de vestir con una blusa ajustada blanca, dejo mi pelo suelto, luego tengo dolor de cabeza con la coleta. Les doy un beso a mis bebés y me despido de mi mamá que esta igual de emocionada que yo.
Al llegar veo la gran planta, siempre soñaba con entrar por la gran puerta de las oficinas siendo una administradora exitosa. Y ahora lo estoy haciendo realidad, este es mi sueño, de ahora en adelante será diferente.
Me presento en recepción con las demás chicas, mientras esperamos en la sala unos tacones negros resuenan en la estancia. Levanto la vista y veo una mujer hermosa de unos 30 años, pelo rubio, piel aperlada y una sonrisa deslumbrante.
- ¿Dira Hudson? - pregunta hacia todas.
Levanto despacio mi mano izquierda y sonríe al localizarme.
- Sígueme, por favor -
Hago lo que me pide, rodeamos unos cuantos pasillos y se detiene frente a una puerta de color marrón.
- Aquí es donde tu trabajaras -
Miro nerviosa hacia la oficina, no conozco la empresa pero no parece el departamento de administración.
- ¿Aquí es administración? -
- No -
- ¿Entonces? -
- Te requirieron para esta oficina, así que yo solo cumplo ordenes -
Esta chica comenzaba a caerme bien pero ya lo hecho a perder, sonrío al no saber mas que decir. Se gira para tocar antes de entrar.
- Adelante - dice una voz al fondo.
- Buenos días Carter. Te traigo a tu nueva secretaria. Pasa querida -
Mierda. Ese apellido. No, no, no, no.
Entro un poco confundida y al verlo, mis sospechas son ciertas.
- Buenos días Dira - me dice sonriente.
- Eh. Eh. Buenos días - murmuro. Malditos nervios.
- Bueno, yo los dejo. Con permiso -
- Propio - le dice
La secretaria se retira dejándome a solas con el. Rodea el escritorio y se pone frente a mi. Me observa unos minutos y sus ojos se iluminan.
- Me da gusto volver a verte Dira -
- Lo.... Mismo digo -
Miro a todas partes nerviosa tratando de evadir su mirada. Me mira mucho tiempo y me desagrada. Se retira hacia atrás y respiro por fin.
- Toma asiento por favor. Te enseñare lo que vas hacer -
Se gira hacia su escritorio para tomar unos papeles, así que me siento tratando de parecer un poco mas confiada. Lo que me recuerda.
- Esto. ¿Qué yo no debería estar en administración? - pregunto algo fastidiada. ¿Qué me pasa? Se tensa un poco y me mira.
- Si, pero, yo necesitaba una asistente y tu eres la que mas me intereso -
- Ósea que, ¿aquí me quedare?  -
- De momento si -
- ¿Paga bien? - alzo la ceja incrédula.
- Creo que si -
- Bien. Entonces me resignare, pero, no puedo venir los fines de semana - le informo antes de tiempo, no creo que mi mamá soporte a los gemelos tanto tiempo.
- ¿Razón? -
- Que le baste solo con eso, señor Carter, no doy explicaciones -
Frunce el ceño al ver mi tono. Ja. No pienso ceder tan fácil ante este hombre tan bueno, guapo y realmente sexy....... Mierda, Dira...... contrólate
- Bien, entonces comencemos -
- Usted dirá - respondo.
- Te encargaras de administrar las reparaciones por mes y día, todas las tendremos que pasar a la computadora para el servidor y es todo -
¿Que coño?
- Pero eso parece algo sencillo, que hasta usted solo lo podría hacer -
- Si lo sé. Pero no se mucho del tema de administración. Así que por eso necesito de su ayuda -
Bueno, no es tan bueno.
- Esta bien -
- ¿Puede empezar ahora? -
- Si claro, ¿cuál es mi oficina? -
Sonríe, ¿dije un chiste?
- No tiene oficina señorita Hudson, lo hará aquí en la mía con mi computadora, le cedo el trono en lo que yo checo unos documentos -
Intercambiamos lugares y me dispongo para administrar la información. De vez en cuando veo de reojo que me mira disimuladamente,trato de concentrarme ¿por qué me pone nerviosa solo con su mirada? Cuando estoy terminando se acerca para checar mi trabajo. Esta tan cerca que puedo oler su perfume, una fragancia exquisita. Ese olor, ese olor. Tecleo mal varias veces así que lo corrijo.
- Listo -
- Es muy buena - susurra.
Levanto la mirada y ahora nuestras caras quedan mas cerca. Puedo sentir su respiración en mi rostro, veo en su mirada un brillo de desesperación. Y el miedo vuelve a invadirme.
- Creo....... Creo que.... Tengo que... - tartamudeo. Tengo que alejarlo.
No termino cuando se abalanza sobre mi uniendo nuestros labios. Me quedo quieta un segundo pero después mi cuerpo reacciona respondiendo a su boca. Siento como me eleva de la silla y mis brazos viajan a su cuello intensificando mas nuestro beso. Se separa un poco y jadeo sin poder evitarlo, ¿qué demonios me pasa? mierda, me aprisiona mas con su cuerpo y todo el calor que me invade en el cuerpo me deja sin respiración, ¿que es esto? Su boca baja despacio hacia mi cuello y el calor se intensifica mas en mis piernas. Dios, es mucho mas sexy.
No puedo pensar, ahora mismo solo soy sensaciones, que quiero desvestirme con él y no pensar en nada más. Tocan la puerta y los dos nos sobresaltamos, me alejo un poco para respirar.
- Adelante - consigue decir con voz ronca.
La secretaría entra con varios documentos en los brazos.
- Te he traído los informes que tenemos que realizar Carter -
- Si, gracias Silvia - sigue sin aliento.
Nos mira un segundo y después se retira.
Cuando se asegura que se ha ido viene de nuevo hacia mi pero lo detengo con una cachetada bien dada.
- No. Vuelva. Hacer. Eso - enfatizo cada palabra.
- Creí... Que también lo deseabas -
- Pues no siga creyendo cosas señor Carter, o me veré en la necesidad de renunciar -
Me defiendo, no puedo permitir que vuelva hacer eso, ¿donde diablos esta mi miedo al ser tocada?
- No no no. Lo siento, no volverá a suceder señorita Hudson, me deje llevar por la imaginación -
- Bien entonces déjeme trabajar - vuelvo a lo mío.
Se retira lo mas que puede. Bien creo que lo ha entendido.

La mañana pasa rápido y es hora de irme, pero ¿porqué siento un vacío enorme al irme?
- ¿Ya se va? - me mira desolado.
- Si señor -
- ¿La puedo llevar?....... Claro si quiere -
- No gracias, ya le dije que tengo mi propio auto. Hasta mañana -
Antes de que pueda llegar lo tengo en frente.
- Por favor Dira, discúlpame por lo que paso hace rato, no fue mi intención y por favor tutéame. ¿Podemos ser amigos? - lo veo suplicante.
Una imagen de su misma expresión se filtra en mi mente haciéndome retroceder involuntariamente. No, no soy buena compañía ahora.
- Lo siento señor Carter, no soy buena compañía, hasta mañana -
Cierro la puerta con un dolor en mi corazón. No me ha gustado la forma en que termino el día.
Esa imagen, esa imagen.........
Necesito recuperar mi memoria.




____________________________________________________________

Ecos del destinoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin