Ecos del destino

Capitulo 17

Siento una delicada  mano deslizarse sobre mi espalda. Me tenso al instante recordando donde estoy y quien me toca. Abro los ojos y estoy boca abajo en la gran cama del apartamento. Dira esta a mi lado apoyada sobre su codo y con su mano derecha acariciando mi espalda. Me doy la vuelta en cuanto los recuerdos amenazan con aparecer.
- Lo siento, es solo que las vi y.......  - murmura.
- Descuida - suspiro.
- ¿Qué...... Qué te pasó? -
Me desperezo. Claro. Ella no recuerda nada. ¿Y si se lo cuento y recuerda algo? No. No puedo correr ese riesgo.
- Es una larga historia - le digo.
- Bueno, creo que tenemos tiempo -
Me debato en si hacerlo o no. Ella me mira y baja la mirada.
- Si no quieres hacerlo entiendo - dice apenada.
Froto mis manos sobre mi rostro. Mierda. La cerco a mi, apoyando su cabeza sobre mi pecho.
- Mi madre nos abandono a mi padre y a mi, cuando tenía ocho años de edad. El siempre me decía que era por que ella le fue infiel. Cada vez que me azotaba con el látigo, decía que yo no era su hijo. Que lo merecía - trago saliva amargamente con los recuerdos pasando sobre mi mente.
Dira se estremece y se aferra mas a mi. Siento húmedo mi pecho y levanto su cara para verla.
- Hey. No llores. Fue hace mucho - limpio sus lagrimas.
- Si pero debió ser muy doloroso que tu propio padre te hiciera eso - solloza.
- Si, lo fue, pero ya paso - la beso.
- ¿Que pasó después? -
Tomo una gran respiración para armarme de valor. Esto que le voy a decir no se como lo tomara.
- Un día, después de azotarme, me llevo al monte a que lo ayudara a cazar un perro que le daba problemas. Mi padre se dedicaba a vender los huevos de gallina, pero ese perro las estaba matando. No se compadecía de mi, me dejaba atrás, yo casi no podía caminar por los azotes en mi espalda, pero a él le importaba encontrar al perro. Se alejo un buen extremo, cuando llegue a él, se retorcía de dolor por que una víbora lo había mordido. Me pedía ayuda..... Yo..... Yo trate - mi voz se quiebra.
- ¡Shh! ¡Shh! ¡Shh! Lo sé, lo sé. Tu no tuviste la culpa Carter - acaricia mi cara.  - Eras solo un niño, no podías hacer nada -
Cierro los ojos con dolor.
- Dira....... Yo..... Me quede un buen rato debatiéndome en si dejarlo vivir o no. No quería seguir viviendo un infierno con él. Pero cuando reaccione, dio su último aliento. Lo vi morir -
Ella se incorpora para sujetar mi cara con ambas manos.
- No Carter. Estabas en shock. Eso lo piensas por que te hizo mucho daño. Crees que le pagaste con la misma moneda pero no es así, tu solo eras un niño mi amor. Un niño que tuvo miedo, eso es todo -
Me mira, tratando de dejar una esperanza con su mirada.
- Te amo. Te amo tanto - murmuro.
La atraigo hacia a mi. Besándola desesperadamente. Cuando necesito el aire de nuevo en mis pulmones me alejo un poco.
- Necesito que me acompañes a un viaje de negocios - le digo sin aliento.
- ¿A dónde? -
- No te lo puedo decir, es confidencial- sonrío.
Me regresa la sonrisa pero luego frunce el ceño.
- ¿Que pasa? - pregunto.
- Nada. Es solo que..... No se si pueda ir -
- ¿Por qué? - me incorporo para verla mejor.
Hace una mueca y desvía la mirada.
- ¿Dira? ¿Por qué no puedes ir? - giro su mentón para que me mire.
Abre la boca para hablar pero después la cierra y se muerde el labio inferior casi desgarrándoselo.
- ¡Oye! No hagas eso, te harás daño. Dime, lo comprenderé -
Niega con la cabeza.
- ¿Es tan malo? -
- No. No. No me hagas caso. Iré contigo - afirma.
Mi sonrisa aparece de inmediato.
- Gracias -
Se abalanza sobre mi besándome desesperadamente. Nuestras respiraciones se vuelven irregulares de inmediato. La subo encima de mi para calmar nuestro deseo.
- ¡Ahh! - jadea en cuanto entro en ella.
Sabe lo que tiene que hacer y comienza con su ritmo delicioso. Arriba, abajo, arriba, abajo, arriba, abajo. Me deja sin aliento, la manera en la que solo ella sabe moverse. Me estremezco y profundizó mas mis embestidas.
- ¡AHH! ¡Dios mío! - grita.
- Eres..... Deliciosa..... Mi.... Amor - le digo entre jadeos.
Acelero el ritmo en cuanto siento que esta cerca. Y la penetro con mas fuerza cuando ella baja.
- Vamos..... Vamos..... Dámelo Dira - murmuro.
La penetro una ultima vez y me corro dentro de ella.

***

Los días pasan y como le pedí me acompaña al viaje. La noto nerviosa cuando sube a la camioneta.
- ¿Ya me dirás a donde vamos? - me mira intrigada.
Sonrío y enciendo la camioneta.
- A Puerto Vayarta cariño -
Su mandíbula cae hasta el suelo de la impresión. Una vez me dijo que le gustaría viajar por todo el mundo, pero que primero lo haría a los lugares cercanos, y es eso lo que le daré. Realizare todos sus sueños que postergó por mi culpa y que llegue a pensar que nunca los realizaría cuando la creí muerta. No dejare que desperdicie ni un minuto de su vida y menos sin mi.

***

Ya había reservado el hotel por lo que no tuvimos problemas. Dejamos las maletas en la habitación y bajamos de inmediato a la playa. El mar estaba precioso y lo que mas me encantaba era estar en compañía con ella. Ver su rostro iluminarse de alegría al ver su sueño realizado jamás lo cambiaría por nada del mundo. Verla así de feliz le daba la fuerza necesaria a mi corazón para seguir latiendo.
- Esto es hermoso Carter. Gracias - me miro con lagrimas en los ojos apunto de derramar.
- No, no, no. No llores - la abrace.   - Es para que seas feliz Dira. Quiero ser quien te de todos tus sueños hechos realidad -
- Gracias. Gracias por aparecer en mi vida -
- Bueno, aun no des las gracias -
- ¿Por qué no? - me miro.
- Por que aun no disfrutas de verdad -
- ¿A que te refieres......? -
Me agache y la subí sobre mi hombro.
- ¿Quieres probar el agua? -
- ¡NO CARTER! ¡NO TE ATREVAS!  - grita y patalea. Pero no la suelto. - ¡NO, AUN NO ME QUITO LA ROPA! -
- Descuida te comprare más -
Cuando llego al mar la abajo pero trata de correr. La sujeto por la cintura hundiéndola conmigo bajo el agua.
- ¡Estás loco! - se carcajea.
- ¡Si! ¡Pero loco por ti! -
Se acerca mas y pasa sus brazos sobre mi cuello.
- Nunca dejes de amarme Carter, pase lo que pase, no lo hagas -
- Nunca lo aré. Eres la luz en mi camino oscuro - se tensa al escuchar aquel nombre. - Y tu tampoco dejes de amarme Dira, pase lo que pase -
- Jamás dejaría de amarte  -
La beso sellando nuestra promesa.

***

Los días que hemos estado en la playa han sido maravillosos. Todos los hemos disfrutado al máximo. Pero esta noche Dira esta muy inquieta, no se la razón, me preocupa que este así y no quiera decirme nada. Es media noche y ha logrado quedarse dormida por que apenas un rato antes no dejaba de moverse de un lado a otro en la cama. Estoy a punto de quedarme dormido cuando su teléfono suena sobresaltándonos a los dos. Lo contesta inmediatamente.
- ¿Bueno? - murmura aun soñolienta. - ¿Qué?.... ¿Cuando?...... ¿Porqué no me avisaste?..... No...... Salgo de inmediato para aya -
Se levanta de la cama recogiendo todo para su maleta.
- ¿Que pasa? - me levanto.
- Necesito regresar ahora, ha surgido una emergencia en mi casa -
- ¿Que emergencia Dira? -
No se detiene para verme o explicarme, sigue como loca recogiendo todo.
- ¿Dira? ¿Qué emergencia? - insisto.
- No te lo puedo decir -
- ¿Por qué? -
- ¡Por qué me odiaras! -
Me quedo en shock.
- ¿Te odiare? ¿Por qué te odiaría? -
Mi mundo se detiene al aparecer mil ideas en mi cabeza. ¿Siguió con su vida? ¿Se habrá casado? ¡OH DIOS! ¡NO!.
- Debo irme Carter - susurra y sale por la puerta.
Caigo en el suelo al darme cuenta de que es verdad. No se preocupo por sacarme de mi error.

Días después

Regrese a casa hecho una mierda después de que ella saliera. Se fue dejándome ahí, sin ninguna explicación. Regreso sola en autobús y yo por mi parte.
Tengo que buscarla. No pudo haber seguido con su vida, Lili me dijo que nunca dejaba que alguien se le acercara, entonces ¿que es lo que Dira me oculta?.
Aparco cerca de su casa, por suerte saque su dirección de su currículum cuando ingresó a trabajar, por lo que no tuve problemas. Me bajo de la camioneta esperando verla de lejos.
Pero jamás me prepare para lo que mis ojos estaban viendo.......

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