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Esto es para la maravillosa Sarai que cumplió años *todxs bailan y cantan*

samg15 Te adoro con mi corazón, lo sabes, llegué aquí para leerte y terminé escribiendo. Todo empezó por sus letras y estoy infinitamente agradecida. Cuando empecé, jamás pensé que me leerías, mucho menos que llegaría a llamarte mi amiga, porque eso eres , querida, ya no puedes librarte de mí.

No sé como quedó esto, me costó escribirlo desde mí (merecido creo) retiro al campo, desconectada del mundo, sin Internet ni teléfono ni nada, pero estuviste en mi pensamiento en cada párrafo. Espero te guste ;)




***

−Tranquilo, respira... solo un poco más− dijo el rubio con la voz más suave que pudo encontrar. –Ya casi.

.

−AhhHHh!!! Mierda!! SI!, justo ahí− gimoteó Mitch cuando lo sintió.

−shht! Ya lo hablamos Mitch− susurró en su oído –No queremos que nos descubran.

Pero Mitch apenas podía contener sus gemidos cuando Scott lo tenía así, doblado a la mitad, introduciendo con cuidado en él su enorme miembro sobreexcitado; más aún si el ángulo era perfecto.

La cosa es que Scott es imposiblemente grande y no le gusta hacerle daño a Mitch, incluso si están los dos más calientes que nunca, follando escondidos en el pequeño camerino. Scott siempre se toma su tiempo para entrar con cuidado en Mitch, sabiendo que es estrecho y el ardor debe ser apenas soportable. Iba apenas a la mitad cuando Mitch ya estaba rogando por más, y ese era otro cuento.

Mitch amaba la sensación de sentirse abrumado, de pensar que no podía tomarlo todo. A Mitch le encantaba el dolor, el ardor, ese maravilloso momento en que el mundo desaparecía y todo lo que seguía existiendo era la enorme verga del rubio abriéndose paso en su interior.

−Por ff.favor Scotty, yo puedo...aHH! Dámelo todo, puedo soportarlo sii!!

−Mitchell, silencio!

Tuvo que ponerle una mano sobre la boca para callar sus agudas palabras, después de todo, el resto de la banda estaba solo a dos puertas de la suya y sabían que ante cualquier sonido extraño, Esther no dudaría en ir a investigar. Pero mientras pudieran mantenerse silenciosos, estarían a salvo en su pequeño Edén.

Pero Scott conocía a Mitch como a sí mismo, sabía perfectamente en qué momento comenzaba a volar alto y se olvidaba de las consecuencias, entonces era él el que tenía que tomar el control de la situación porque Mitch, simplemente, ya no estaba conectado a tierra firme. Pero el rubio tampoco es de fierro. Mitch tenía los ojos casi blancos de tanto rodarlos, pero no era suficiente para él, así que comenzó a mover sus caderas en todas direcciones, buscando otra vez ese punto mágico que parecía tener una conexión directa con el pene de Scott, porque siempre, cada vez sin falta, atormentaba su próstata de la forma más dolorosa y placentera.

Los movimientos de Mitch se resumieron a un vaivén hacia adelante y atrás, aún con Scott cubriendo su boca para aplacar sus sonidos. Entonces fue el rubio quien ya no pudo contenerse más. Fue despacio todo lo que pudo, pero su Mitch iba a ponerse así, él tampoco podía luchar demasiado, después de todo, Scott es conocido por darle a Mitch todo que quiere y mucho más.

scomiche One Shots (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora