¿¡Nuestra Hermana!? - Brothers Conflict fanfic

2º Algo Parecido...

Miré el yeso indiferente, es tan... Solté un suspiro captando la atención del doctor. 

- Venga, en dos semanas  te lo quitas y estarás como nueva. - intentó alentarme con una sonrisa de oreja a oreja. 

Con la sonrisa es suficiente.. 

Me sonrojé y miré a otro lado. 

- ¿Dónde estudias?.. -preguntó luego de un pequeño silencio.

- En Elementary School... 

- Oh... Tres de mis hermanos estudian ahí.. - comentó, le miré curiosa ''tres de mis hermanos'' ¿osea que tiene más?

- ¿Cuantos hermanos tienes? -pregunté inocente. El sonrió antes de responder.

- En total... Somos 13. -casi me ahogo. Mi boca se abrió de la sorpresa, mientras él reía por mi reacción.

- ahre conejos... -comenté aún impactada, este rió nuevamente.

- Jajaja.. - se levantó antes de pararse ante mi, le sonreí amablemente.

- ¡¡_________tn!!...

Un lejano grito se acercaba eufórico, me reí al saber quien era. 

- ____Tn!? ... Madre mía... -se quedo sin palabras al ver el yeso. 

- .... Si, es muy sexy lo sé... -comenté empezando a ponerme incomoda.

- Jajaja, lo siento.. - El azabache se posó a mi lado mirando indiferente al doctor. 

- Kero, ¿y los demás?... -pregunté aún más incomoda por el silencio y las miradas cargadas de tensión que se pasaban entre ambos.  El moreno se giró a mirarme de inmediato.

- Ah, fueron a comprar una pizza para ti.. 

- awww... -sonreí. - ¿pero por que?.. -confundida miré la tierna sonrisa del oji-verde.

- Para disculparnos por.... Esa cosa tan sexy que tienes en el pie.. -reí levemente.

- Pero no tienen por qué, fue culpa mía... -miré mi yeso. 

- Para nada tonta... -me dio un pequeño coscorrón a lo cual solté un pequeño quejido. 

- ooouh... -inflé una de mis mejillas.. -si lo es... 

Suspiró y acarició mi cabello comprensivamente. 

- No intentaré pelear contigo, se que eres una cabezona, pero, realmente no fue culpa de nadie,  boba. -pellizcó una de mis mejillas. 

- ya, ya.. -le separé ligeramente sonrojada. 

- ¿Sois familia?... -preguntó el doctor luego de un largo silencio por su parte, iba a responder pero kero se adelantó.

- Primos... - Su tono a la defensiva, me ponía de nervios.

- Calmate wey... -solté sin pensar captando su atención, me sonrió burlón ¿a que juega?.. 

- Bueno, ya terminamos por aquí, ya puedes irte pequeña. - El doctor me dio un recipe con los antibióticos que debía comprar. Sonreí antes de que Kero interviniera una vez más, cargándome como princesa. 

- ¿¡K-Kero!? - chillé nerviosa, es la primera vez que lo hace.

- Gracias, nos vamos... -me llevó antes de que pudiera quejarme.

- ¿Que te pasa? tu no eres así... - le pregunté llegando a la salida. - Eres un pesado... -hice pucheros.

Él no respondió nada y sólo nos quedamos afuera esperando por papá, el cual no tardó mucho en llegar, destrozando la... Extraña... Atmósfera. Me dejó en el asiento del copiloto, al apenas entrar, mi padre me miró aliviado.