¿¡Nuestra Hermana!? - Brothers Conflict fanfic

31° Suave Toque, Suave Desliz.

Entre la bramura, pude observar unos cálidos ojos marrones frente a mi. Estaba en mi cama y el pediatra acariciaba el cabello de mi cabeza con tal suavidad como si fuese de porcelana, tenía una gran paz en mi interior.

-Lo siento... -farfullé, mi garganta dolía, llorar duele. El castaño niega con la cabeza, es sabio, tiene la edad para serlo, siendo el mayor de todos debe lidiar con muchas cosas a la vez, no quiero molestarlo con tonterías, por lo que, fruncí el seño y me senté tratando de cambiar el tema. – A-Ah, ¿Qué tan tarde es? Debería de prepararme, emhg, tengo mucha tarea y... - me detuve ante la mirada fija del hombre, suspiré suavemente notando que aún sostenía la foto en mis manos.

-Pequeña, no voy a obligarte a hablarme de ello, quiero que te sientas cómoda y que vivas tranquila. –tomó mis manos entre las suyas, la calidez volvió a envolverme, lo miré algo ida, agachado junto a mi cama, se acomodó para quedar entre mis piernas. – Cuando estés lista para soltar eso... -una de sus manos se posó en mi pecho, solté un jadeo, la subió y elevó mi mentón para mirarlo. – Te escucharé hasta el final, no te juzgaré y te ayudaré. –lagrimas suben a mis ojos.

-Masaomi-san... No te quiero molestar con estas cosas, es en serio, estaré bien... - él negó con la cabeza.

-Prométeme que lo hablarás conmigo, si no, no podré sentirme tranquilo. –miré hacia abajo, está vez, ambas manos alzaron mi rostro. –prométemelo, _____tn. –tragué fuerte, asintiendo con lagrimas que cayeron por mis mejillas. –No llores, pequeña cosita, por favor, me duele que lo hagas. –sus labios se posaron en el recorrido de mis lagrimas, llevándose mi dolor. –Quiero verte tan dulce y gentil como eres, la niña de la casa. –entre mi sopesar, logré darle una pequeña sonrisa. –esa... esa es la ____tn que conocí aquel día en el hospital. –reí un poco más recordando la vergüenza del estado en el que me conoció.

-Gracias por curar mi pie, doctor, se siente mucho mejor. –éste se levantó y sonriendo dulcemente acarició mi cabeza.

-Prometo curarte entera, ____tn. –es tan alto, mi cara daba justo en su cintura. –Ahora, no debes ser una niña mala y ocultarme cosas, ¿de acuerdo? –el agarre de mi cabello se volvió algo más dominante, jadeé tensa asintiendo embobada. Y con una sonrisilla se dio media vuelta para irse por donde entró.

Debo ser más fuerte, por ellos.

...

La cara de Fuuto, en HD, el viento movía sus hebras avellanadas, sus ojos brillaban por el sol, aquellos labios dejaban susurros seductores, diciendo cosas que no me interesaban, podrían hacer temblar a cualquier mujer, chica o incluso chico.

Pero como detesto a este ser, que por su culpa, Jess no me responde mis mensajes y probablemente soy el ser más odiado por ella. Resoplé enojada ante el comercial que pasaba del Idol en la TV, sentada junto a los chicos en el sofá común, Kaname-san a mi derecha a su vez Masaomi-san, Yuu-chan a mi izquierda y el pequeño de la casa, con el control completo de la televisión.

-¡Una vez más! –exclamó antes de reproducir el comercial de nuevo.

-¡No! –gritamos el pelirrojo y yo al unísono y Yuusuke le quita el control -¿No has tenido suficiente? ¿Por qué debemos mirar la cara de Fuuto una y otra vez?

- Ehhh... Pero Fuu-tan es genial. –replica el chiquillo. –Mis compañeros dicen que debe ser genial tener a Fuu-tan de hermano. –bufo llamando la atención de todos.

- No le veo lo genial. –me crucé de brazos.

- Aún así, el anuncio es bastante popular. –comenta el mayor, mirándome con una sonrisilla.