¡Otra vez mi corazón!

¿Qué estoy haciéndo?

Jacob me miraba entre asombrado y divertido mientras se tomaba su café, cuando terminé, solté un suspiro de satisfacción, me quedé mirando esos hermosos ojos esperando que respondiera mi pregunta, en ese momento sonó su móvil, al mirar la pantalla su rostro cambió totalmente, se veía completamente enfadado, me recordó la vez que por accidente boté sus dibujos al suelo, - te acompaño a tu casa, debo irme - me dijo en un tono serio, nuevamente caminamos en ese silencio tan incómodo hasta que llegamos a la puerta, - ¡¡No puede ser!! - Dije haciéndo una mueca, - ¡Se me quedaron las llaves adentro! - Jacob soltó una carcajada, - ¡No te burles! - le dije golpeándole un brazo.

Puse mis manos en la cabeza pensando cómo iba a entrar; se me ocurrió una idea, me quedé mirando fíjamente a los ojos a Jacob, - ¿Qué? - preguntó intrigado por mi mirada, yo bajé la cabeza negando, él puso sus manos en mi rostro para hacer que lo mirara; wooww.... me encantó que hiciera eso, se me aceleró el corazón a mil, - Dime - , me dijo tiernamente.

Miré hacia arriba y me dí cuenta que la ventana de mi cuarto estaba abierta, - ¡este chico puede leer mi mente! - pensaba cuando él, al ver lo mismo que yo me dijo - yo te abro la puerta - .

Se dió la vuelta para treparse en el árbol que hay en frente de mi casa, pero lo tomé del brazo impidiéndolo, me sonrojé como nunca, - ¡Jacob va a entrar en mi cuarto! - no podía ni imaginar eso, él volvió a tomar mi cara en sus manos , - No voy a mirar nada, no voy a espiar nada, te lo prometo! - , me dijo mientras me hacía un guiño, mis piernas temblaban mientras imaginaba a este chico en mi cuarto, un corto momento después él ya estaba entrando por la ventana, - ¿Qué estoy haciéndo? - me pregunté en voz alta, - esperándome - , dijo él con una sonrisa mientras abría la puerta de mi casa, yo quería que me tragara la tierra.

- Hablamos luego, me tengo que ir - , dijo Jacob mientras su rostro volvía a mostrarse muy enfadado.

Vi cómo se alejaba, pero me extrañaba mucho su comportamiento, - ¿qué será lo que le pasa? - cerré la puerta, fuí a mi habitación y me di cuenta que había un post-it pegado en el tocador, - me gusta tu cuarto - leí con una sonrisa inmensa.